VENEZUELA: Para derrotar a la reacción y al imperialismo

0
140
 Hay que profundizar la revolución hacia el socialismo

 Hay que profundizar la revolución hacia el socialismo

Cuando se cumple el 2º aniversario de la derrota del golpe reaccionario de abril del 2002 contra el gobierno de Chávez, las provocaciones e injerencias del imperialismo estadounidense en Venezuela continúan de forma alarmante. Ni el  imperialismo ni la burguesía venezolana pueden tolerar la existencia de una figura como Chávez, que no controlan y que critica abiertamente muchas de sus políticas. Pero, sobre todo, lo que realmente temen es al movimiento de masas que está detrás de Chávez, que amenaza con terminar con sus privilegios y con la explotación, y que no acepta el control del país por un puñado de parásitos y su venta al imperialismo.
Tras el fracaso en la recogida de firmas para convocar un referéndum revocatorio contra Chávez, la oposición burguesa y el imperialismo intentan hacer todo lo que está en su mano: desde el magnicidio hasta intentar sobornar al Consejo Nacional Electoral; desde utilizar a organismos como el "Centro Carter" y la OEA, el sabotaje económico y atentados terroristas, hasta la desestabilización en la calle manipulando al sector más enloquecido de su base social.
A pesar del apoyo mayoritario de la población venezolana al proceso revolucionario,  el imperialismo yanqui y la burguesía venezolana han declarado hace tiempo la guerra a este proceso e intentarán aplastarlo una y otra vez. Si algo demuestra la experiencia es que los trabajadores y jóvenes venezolanos sólo deben confiar en sus propias fuerzas organizadas y movilizadas y, por supuesto, en la solidaridad activa de la clase obrera y los sectores populares del resto de América Latina y del mundo. 

¿Cómo profundizar la revolución y derrotar a la reacción?

En nuestra opinión habría que impulsar la formación de asambleas y comités populares en los barrios y fábricas para organizar la lucha contra la reacción, tomando la gestión de sus asuntos de cada barrio y localidad, y formar cuerpos de autodefensa bajo el control del movimiento de masas que estén preparados para poder responder rápidamente a cualquier ofensiva contrarrevolucionaria en cuanto se presente. Al mismo tiempo habría que elegir comités de soldados en estrecho contacto con los barrios y las fábricas para garantizar el control efectivo del ejército al lado del pueblo.
El único modo de defender la revolución es profundizándola. Un capitalismo “humano” e independiente de las multinacionales es imposible, el capitalismo muestra hoy su verdadera cara: explotación, miseria y pobreza.  Los capitalistas venezolanos conspiran junto al im-perialismo EEUU porque temen perder sus privilegios. Es imposible un capitalismo”nacional y popular” ni en Venezuela, ni en Argentina, ni en ninguna otra parte del mundo.
Es necesario nacionalizar la banca, las grandes empresas y los latifundios bajo control obrero y sin indemnización, y el desconocimiento de la deuda externa. De esta manera se podrían usar todas las palancas económicas del país para planificar democráticamente la economía y terminar con la miseria, el desempleo y las injusticias.
Una Venezuela socialista sería un polo de atracción irresistible para el resto de los pueblos latinoamericanos, extendiendo la revolución por todo el continente hasta concluir en la formación de una Federación Socialista de América Latina.