Libertad y democracia sindical

Abrimos en esta página un debate sobre cuestiones de táctica y estrategia sindical. Contamos para ello con  un aporte del compañero Julio Macera, Secretario de Comunicación de CTA-Capital, quien nos envió a la redacción de El Militante un escrito suyo sobre libertad y democracia sindical, en relación a la experiencia de la CTA. En un artículo aparte ofrecemos el del compañero Angel Perouch, miembro del comité de redacción de El Militante, que responde a los planteos del compañero Macera. Esperamos continuar este espacio para el debate con nuevas contribuciones.

Abrimos en esta página un debate sobre cuestiones de táctica y estrategia sindical. Contamos para ello con  un aporte del compañero Julio Macera, Secretario de Comunicación de CTA-Capital, quien nos envió a la redacción de El Militante un escrito suyo sobre libertad y democracia sindical, en relación a la experiencia de la CTA. En un artículo aparte ofrecemos el del compañero Angel Perouch, miembro del comité de redacción de El Militante, que responde a los planteos del compañero Macera. Esperamos continuar este espacio para el debate con nuevas contribuciones.

Libertad y democracia sindical.

Cuando la CTA habla de libertad y democracia sindical habla de mucho más que de la personería gremial. Reivindica el derecho de los trabajadores y trabajadoras a darnos las formas organizativas y de lucha que consideramos más apropiadas sin la intervención del estado o las patronales. Es en este marco que apoyamos a aquellos sectores de la clase que intentan organizarse en nuevas estructuras sindicales; pero también a aquellos que buscan recuperar a los sindicatos tradicionales para los trabajadores.

Sin embargo, desde parte de la izquierda partidaria, desempolvan el concepto de "alternativismo"para cuestionar a la CTA. Efectivamente, en los sesenta y los setenta la mayoría de los luchadores clasistas y/o combativos cuestionábamos los intentos de construir nuevos sindicatos porque entendíamos que actuaban contra la unidad de la clase  y dábamos la batalla hacia el interior de los mismos contra la burocracia sindical (mientras algunos de los que hoy nos cuestionan construían y/o apoyaban la experiencia del SITRAC-SITRAM).

Pero aquella decisión estaba basada en un análisis de la realidad: la mayoría de la clase se organizaba en los sindicatos, se reivindicaba orgullosamente parte de los mismos y esos sindicatos, aún con direcciones burocráticas, eran herramientas de lucha.

Hoy, después de la derrota y el retroceso de la clase que sufrimos desde la dictadura y hasta el menemismo, otro es el panorama. Las patronales más concentradas, el gobierno y la CGT son quienes rechazan e impugnan en la OIT el reclamo de la CTA. Pero hay más: sumados los afiliados, la CGT y la CTA representamos a menos del 40% de los trabajadores registrados y solo el 20% de los establecimientos tienen delegados. Este es uno de los problemas que sufre nuestra clase: la inmensa mayoría de los trabajadores no está y lo que es peor, no se siente representada en las organizaciones gremiales existentes. Esto ocurre, entre otras causas, porque la mayoría de los sindicatos tradicionales se han transformado en empresas y no necesitan de los afiliados para subsistir. Hoy las burocracias firman paritarias sin consultar con las bases y acuerdan con las patronales aportes "solidarios" que salen de los bolsillos de los trabajadores estén afiliados o no, por otro lado, los burócratas transformaron a las obras sociales en sus cajas personales dejando a sus afiliados sin salud y cuando los trabajadores recurren al sindicato a presentar  una denuncia contra las empresas, normalmente, es un seguro despido.

Este resumido panorama es el que explica que tantos trabajadores y trabajadoras acudan a la CTA Capital a tratar de organizarse, primero para enfrentar a la patronal y después para empezar a darse formas nuevas de representación. Nosotros no predicamos entre los trabajadores conformar nuevas organizaciones. Cuando los trabajadores entienden que el sindicato tradicional es un espacio de lucha (como los bancarios, los telefónicos, los trabajadores de SICA y los visitadores en su momento, etc.) los apoyamos y cuando dicen basta y producto de su lucha deciden el desafío de construir una nueva organización los acompañamos. Así de simple: bancamos el derecho de la clase a darse la forma organizativa que consideren más apropiada sin la intervención del estado y las patronales.

Julio Macera, Secretario de Comunicación de CTA-Capital

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La necesaria unidad de nuestra clase (Angel Perouch, Comité de Redacción de El Militante)