Editorial: Crisis Capitalista: Una mirada a octubre y las tareas de la militancia

Tras la quinta elección de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), los resultados, teniendo en cuenta al distrito más importante del país, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires -CABA-, se visualizan con ciertas tendencias que presuponen, hasta ahora, un futuro incierto para el oficialismo a nivel nacional.
Con tan sólo un triunfo del FPV, con el candidato kirchnerista Manuel Urtubey en la provincia de Salta, y en la provincia de Neuquén de su aliado parlamentario el Movimiento Popular Neuquino, el kirchnerismo perdió en Mendoza, Santa Fe y CABA.

Página 12 01/05/2015, plantea que en perspectiva en la interna del FPV, ganaría Daniel Scioli sobre Florencio Randazzo y sólo a 6 puntos arriba de Macri en las generales de octubre, con el 36% de los votos. Si bien, la tendencia electoral muestra que el Frente para la Victoria se alzaría con un triunfo en octubre, su acción de gobierno seguirá enmarcada por la crisis mundial y el ascenso del sciolismo representa los intereses del ala derecha del kirchnerismo en la Casa Rosada. Esto revela que el próximo escenario que emergería en octubre le da al oficialismo un futuro incierto, en cuanto a qué acción de gobierno desarrollará y cuál será la relación del sciolismo con la base militante obrera y popular del kirchnerismo.
Hemos escrito desde estas páginas que es un caballo de Troya dentro del movimiento y que expresa lo más conservador y que resulta más que probable que el retroceso vendrá del mando de éste, sobre todo en un escenario político y económico que está determinado por la crisis capitalista mundial. Una crisis orgánica, sistémica, secular, que viene afectando a la economía latinoamericana de manera sostenida y sin perspectiva de recuperación a corto o mediano plazo. Es verdad, que de ganar Macri (PRO) la situación se retrotrae a condiciones que amplios sectores de la clase obrera superaron con su lucha en los últimos años. Más verdad, es que la imagen de la Presidenta conserva una alta intensión de voto si participara de la contienda y que superaría ampliamente a los diferentes candidatos en pugna.
Lo que viene expresándose en las urnas con esta tendencia desfavorable al gobierno nacional es el malestar causado por su política de conciliar lo irreconciliable. Es decir, los intereses de los trabajadores y de los empresarios. En otras palabras, su programa es desarrollar una acción de gobierno dentro de los marcos del sistema capitalista, intentar regularlo, sostener su base de funcionamiento (que es la propiedad privada de los grandes medios de producción en manos de los capitalistas y el acrecentamiento de sus ganancias). Y por otro lado, atender los intereses de la clase social sobre la que se apoya y cuya presión siente permanentemente, a través del aparato sindical, en los barrios, en las agrupaciones de base y movimiento sociales, y en la acción directa en las calles. De esta manera no termina de satisfacer los intereses ni de unos ni de otros. Para la burguesía éste no es “su” gobierno –a pesar de haber incrementado largamente sus beneficios- y para los trabajadores, a pesar de las mejoras habidas en la última década, no termina de satisfacer todas las demandas y derechos porque significaría limitar  las ganancias de los patrones.
A esto, tenemos que sumar el problema organizativo en dos aspectos. Por un lado, la organización verticalista del movimiento kirchnerista y la tolerancia al interior de su fila de un ala derecha e izquierda; por el otro lado, la idea que desde el Estado se pueden generar y garantizar los derechos de las mayorías, desestimando de esta manera, la organización por la base, la acción directa.
Esta situación no está dada en el aire ya que se encuentra atravesada por la crisis capitalista, que tiene su expresión más acabada en la región con la crisis petrolera en Venezuela y las consecuencias que ésta acarrea, así como el plan de ajuste llevado adelante por el gobierno de Dilma Roussef en Brasil. Argentina tiene una enorme dependencia con el mercado brasilero. Aunque también es verdad, que el gobierno intenta, abrir nuevas posibilidades de colocar la producción de materias primas –algunas con valor agregado- elaboradas en el país y al mismo tiempo, contar con créditos o dinero fresco a cuenta de bonos a futuro, con los acuerdos arribados con China y Rusia,
La crisis se expresa, además, en la discusión paritaria; las declaraciones del Presidente de la UIA, Héctor Méndez, pretendiendo una negociación a la baja y que no supere, en el mejor de los casos, el 25%, fueron palabras que todas las cámaras patronales entendieron como voz de orden. Así, las propuestas del conjunto de los capitalistas no superarán el porcentaje mencionado.

Las PASO
CABA, como todas las grandes capitales, se ha vaciado de obreros. La vieja Capital Federal, donde residían miles de trabajadores, con el transcurso de los años fue deshabitándose y migrando al primer, segundo y tercer anillo del Gran Buenos Aires. Página 12  29/04/2015 dice “Los servicios dominan el mercado laboral de quienes sí están ocupados. Sólo el 14% de los trabajadores activos se dedica al comercio y el 12% a las actividades industriales.”  En general,  residen clase media y media alta, combinado con un alto porcentaje de inmigrantes.
El relativo bienestar de estos sectores no significa en nada que exista una adhesión a gobiernos progresistas. Por el contrario, en general ha resultado bastión de la reacción. La idea de fidelidad de la pequeño burguesía resulta, por lo menos un error, de caracterización política sobre estos sectores, ya que mantienen una posición adversa a lo que llaman “gasto social” y a los sectores populares y de la clase obrera. Como no podría ser de otra manera, el PRO aventajó al Frente para la Victoria holgadamente – quedando en tercer lugar- en todos los distritos desde el norte al sur de CABA, y Martín Lousteau, representando a ECO (alianza de Elisa Carrio de la Coalición Cívica-ARI con Ernesto Sanz de la UCR), con fuertes acuerdos con el PRO, quedó en segundo lugar.
Santa Fe es otro botón de la muestra donde el PRO ha calado para gobernador con el triunfo del cómico Del Sel. Hay varios elementos que se conjugan para este resultado: 1) el peso de la zona sojera, 2) un claro conservadurismo urbano, 3) una marcada presencia de empresas cerealeras en el cordón norte con el consiguiente corrimiento de amplios sectores obreros, 4) la ausencia de una genuina alternativa política, ya que fueron más de 30 años de gobierno peronista de derecha en Santa Fe y una experiencia con el mal llamado Socialismo en Rosario por 28 años. A todo esto, tenemos que sumar: 1) la disolución de un partido tradicional de la derecha santafecina, como es el Partido Demócrata Progresista PDP, dentro del Frente Progresista Cívico y Social –FPCyS- que lidera el Partido Socialista de Hermes Binner, 2) una falsa democratización de la política en manos del FPCyS, 3) la fuerte vinculación con el narcotráfico y la connivencia policíal, también del FPCyS. Todo estos elementos, hacen un caldo de cultivo para que un mal cómico como Del Sel se instale como candidato favorito a la gobernación en Santa Fe.
En Mendoza, también se impuso Alfredo Cornejo del frente opositor, formado por un acuerdo entre el PRO, UCR y Frente Renovador, que ganó con una diferencia de 5% sobre el FPV.
La cuestión es que la oposición de todo color busca una confluencia contra el oficialismo K, aunque el macrismo prefiere el juego individual. La polarización se visualiza en la medida que avanza el calendario electoral y quien hasta ahora aparece como el candidato a quedar fuera de la contienda es Sergio Massa, del Frente Renovador -peronismo disidente. El ex Intendente de Tigre no logra tener calado nacional, ya que se lo vincula al duhaldismo y a José Manuel De La Sota de Renovación Peronista en Córdoba. Los acuerdos de Massa con Macri han quedado en el pasado ya que el jefe del PRO intenta alejarse del massismo, vinculándolo con el pasado K que tuvo.
El Kirchenerismo de seguir por este camino mostraría, tal vez, una cristalización de lo que hoy es una tendencia a la debilidad en proyección a octubre. Es cierto que la polarización es un pronóstico cierto y que en el escenario quedarían el macrismo, el kirchenerismo y la izquierda.
El kirchnerismo mantiene un núcleo duro en los sectores más postergados y de trabajadores, pero la crisis mundial con su capítulo regional, más los acuerdos a la baja paritarios no representan un escenario favorable.

La crisis capitalista, la crisis en Brasil
Brasil está viviendo una crisis profunda, no se recupera y los economistas del sector financiero, elevaron su previsión para la contracción del producto bruto interno (PIB) de Brasil, desde el 0,50% que calculaban en la primera quincena de abril, hasta el 0,58%, publicado por el Banco Central. Brasil, enfrenta además, un déficit fiscal y una inflación creciente: 8,13% en los últimos 12 meses.
Según La Nación del 15 de abril “La situación en Brasil puede empeorar; no está descartada una crisis como consecuencia de una rebaja de su nota crediticia, de la pérdida del grado de inversión, pero no es lo más probable. En el escenario general, se incluyen problemas como el aumento del desempleo, la caída de los ingresos y una mayor depreciación del real. Eso traerá sin dudas mayor impopularidad para el gobierno, más protestas, pero es poco probable que eso desemboque en una crisis social mayor”.
La crisis mundial capitalista empeora la colocación de materias primas y permanece como el freno para la actividad en este lado de América. La baja en el precio de los commodities de la región puede debilitarse aún más por la desaceleración de la inversión en China y perjudica a países como Argentina y Brasil. Para Venezuela se espera una retracción mayor al 7%.
Pero todo el establishment nacional e internacional auguran un escenario más propicio para las inversiones privadas y sus intereses en la medida que apuntan a una renovación en el conducción del Estado, después de las elecciones de este año. La fundamentación de los capitalistas es que hay que bajar el “gasto público”, menores salarios y mostrar un país confiable para las inversiones. Pero esta realidad es la que vemos desde el 2008 en el mundo y todo ha cambiado para peor para las familias obreras y la juventud.

Paritarias
Entramos a mayo y aún no se han cerrado paritarias en la mayoría de los gremios, podemos observar la actitud de las diferentes cámaras patronales que entendieron que es momento de endurecer la actitud de negociación e intentar un cierre a la baja.
También observamos la actitud de los Jefes Sindicales de las cinco Centrales Obreras, que poco dicen al respecto. Los opositores al gobierno, que convocaban a paros tan sólo  dos meses atrás, hoy miran al costado. Y los propios, no pretenden hacer olas para que la negociación no se vaya de madres.
Las grandes cámaras patronales como el caso de la bancaria, que han recogido ganancias siderales y que en los últimos paros convocados por las Centrales opositoras, tuvieron una clara y activa participación, facilitando que los trabajadores del sector no vayan a trabajar; hoy estas mismas patronales mantienen una durísima actitud ante la negociación paritaria y pretenden no dar más del 25% de aumento.
Pero para muestra siguen los botones y el propio Ministro de Educación el Lic. Alberto Sileoni, ofreció el 22% en dos tramos a los docentes universitarios, que rechazaron la propuesta y lanzaron un plan de lucha. El gobierno de Cristina Fernández, por un lado, dice que debe haber consumo, y por el otro, intenta poner techo a las paritarias. Evidentemente resulta un consumo con techo que se deriva de la visión keynesiana de intervenir para regular la demanda, con la que intenta sortear las dificultades de la economía.

Debemos sacar conclusiones
Se trata de impulsar la más amplia unidad de los trabajadores, ya que no se puede controlar lo que no se tiene y no se puede planificar lo que no está en nuestras manos. Somos los trabajadores, los que hacemos el mundo, la ropa que vestimos, la mesa donde comemos, el transporte que nos lleva a nuestro trabajo. Debemos aprender de la experiencia del gobierno de Brasil, que cede ante la presión de los intereses de las patronales, y contrarrestar con la unidad de los trabajadores y la juventud y así defender y profundizar las conquistas de estos años. Pero para que sean perdurables y podamos satisfacer de manera plena las necesidades de las mayorías, debemos avanzar en construir un polo anticapitalista y antiimperialista.
Un polo que ponga en alto las banderas del Socialismo, que ponga en debate que somos nosotros, los trabajadores los que debemos manejar los resortes fundamentales de la economía del país.
Debatir cómo defendemos nuestras conquistas, ganar en asambleas, ganar en democracia en los lugares de trabajo es lo prioritario.
No hay capitalismo bueno, ni patriótico, no se puede conciliar con aquellos que su único horizonte es la ganancia.
Pongamos mano a la obra