Una suba del salario mínimo que no alcanza para salir de la pobreza

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La suba del salario mínimo a $450 acordada en el Consejo del Salario es completamente insuficiente y no alcanza para sacar de la pobreza a millones de trabajadores de nuestro país. Para decir toda la verdad, esta suba estaba más o menos acordada antes de comenzar la primera reunión, más allá de la incomodidad de las patronales que se ven obligadas a aumentar algo los paupérrimos salarios. La suba del salario mínimo a $450 acordada en el Consejo del Salario es completamente insuficiente y no alcanza para sacar de la pobreza a millones de trabajadores de nuestro país. Para decir toda la verdad, esta suba estaba más o menos acordada antes de comenzar la primera reunión, más allá de la incomodidad de las patronales que se ven obligadas a aumentar algo los paupérrimos salarios.
Esta suba del salario mínimo de $350 a $450, si bien mejora algo la situación de cientos de miles de trabajadores, queda muy por debajo de la canasta básica familiar y de la línea de la pobreza, estimada en $758. Lo más escandaloso es que, a pesar de los beneficios millonarios de los empresarios, éstos insisten en exigir al gobierno que les reduzcan algunos de los impuestos patronales para hacer frente al aumento, lo cual no está descartado.
Tampoco se avanzó nada en medidas efectivas para blanquear al 48,5% de los trabajadores que trabajan "en negro" y que no se beneficiarán de este aumento, teniendo en cuenta que la mayoría de ellos ganan por debajo de ese monto. Esto no es por casualidad, ya que los capitalistas argentinos sacan la mayor parte de sus beneficios con la mano de obra barata trabajando en condiciones precarias. No en vano, esta suba apenas mejorará las condiciones de vida de 330.000 trabajadores, pero deja igual los cerca de 3 millones que no se beneficiarán de ningún aumento al trabajar "en negro" por debajo de esa cifra.
Esta suba sigue al paupérrimo aumento de las jubilaciones más bajas, $308, que queda por debajo de la línea de la indigencia.
Ningún avance importante en las condiciones salariales y laborales de los trabajadores se ha conseguido jamás por la sola negociación.
Correctamente, los dirigentes de la CTA se negaron a firmar el acuerdo, aunque su oferta de $500 y asignaciones de $115 por hijo, tampoco alcanzaban para las necesidades de los trabajadores. Sin embargo, esta actitud no deja de ser meramente testimonial, porque los dirigentes de la CTA no acompañaron su participación en el Consejo del Salario con ningún tipo de movilización obrera que pudiera haber sido usada para obligar al gobierno y los empresarios a aceptar una suba aún mayor a la acordada.
El movimiento obrero debe hacer suya la bandera de un salario mínimo de $800 en todos los rubros y categorías, y sólo la lucha más decidida podrá conseguirlo.