Santiago del Estero: DEFENDAMOS LA EDUCACIÓN PÚBLICA 

NO AL CIERRE Y AJUSTES A LAS ESCUELAS
DE JÓVENES Y ADULTOS – VIENEN POR TODO
RESISTIR Y GANAR EN ORGANIZACIÓN 

Volante repartido en la movilización del 01.12.2023


En la transición entre el gobierno de Fernández/CFK/Massa y el de Milei/Marcri/Schiaretti, el ajuste que impone el primero con acuerdo de la tríada entrante en educación, deja al descubierto las políticas reaccionarias de unos y otros.

Y la educación pública, con las implicaciones fundamentales que tiene para nuestro país, no es una variable independiente en todo esto.

La disputa por un sistema de educación pública, universal, laica y gratuita, ha sido un largo proceso de lucha, cuyos orígenes, bien podrían remontarse hasta la colonia. Sin embargo, es con la ley de Educación común, laica y gratuita N° 1420, de fines del siglo XIX, que las masas laburantes dan un salto en la adquisición de derechos educativos. Esta ley se promulgó con la intención de vincular la educación con la ciudadanía y la conformación de un Estado, dando así impulso a la educación pública.

El articulado de la ley 1420 abordaba, entre varias cuestiones centrales, la creación de las escuelas nocturnas de nivel básico, destinado a jóvenes y adultos. La Educación Popular de Jóvenes y Adultos -EPJA-, mostrarían luego grandes cambios durante el siglo XX. Por su parte, la fundación de la FOA (Federación Obrera Argentina), en 1901, dio un gran impulso a la educación gratuita y laica de sectores obreros y populares.

Aún durante la dictadura, a través de la Secretaria de Educación, se creó la DINEA -Dirección Nacional de Educación del Adulto-, y también seguían funcionando los CENS-Centros Educativos de Nivel Secundario-.

La vuelta a la democracia en la década del ‘80, permitió posteriormente discutir la educación de jóvenes y adultos. Luego del Congreso Pedagógico y la Ley federal, muchas provincias fortalecieron la EPJA, con programas propios y diseños curriculares específicos. Con este nuevo envión y mientras los debates fructificaban, se dio identidad a la educación de jóvenes y adultos, y todo esto permitió vincularla con políticas sociales, de producción y trabajo. 

En las últimas décadas del siglo XX, no solamente se afianzó la educación de jóvenes y adultos, también las provincias del interior crearon las llamadas Itinerancias (varias escuelas apartadas que responden a una escuela sede), para incorporar a los adolescentes y jóvenes del interior al sistema educativo. Esta medida permitió incrementar la taza de jóvenes escolarizados en nivel secundario, en nombre de la inclusión.

Hoy el ajuste avanza con pasos cada vez más rápidos: con reformas curriculares y en nombre de la reestructuración de las instituciones educativas, en base a las modalidades que elije cada institución, cierran cursos y turnos enteros. Un ajuste que se viene implementando año a año, dejando sin financiamiento a horas cátedras y cargos en todos los niveles, sin llamar a cubrir cargos directivos ni horas cátedras. 

Así, por ejemplo, se cerraron en Santiago del Estero decenas de escuelas en las itinerancias. También, este año, cerraron el turno noche de la Escuela Técnica 8 del departamento capital. En los últimos días, los docentes del turno noche, de la Escuela de Comercio Antenor Ferreyra, que cuenta con un importante número de escolarizados, y un significativo plantel docente, están pidiendo por nota que no cierren este turno, ya que señalan haber recibido orden de no matricular para el ciclo enlace del próximo 2024. De continuar así la situación, llevará al cierre definitivo de la escuela en los próximos años. 

Desde los sectores populares, hace más de dos siglos, se intenta llevar adelante un sistema educativo que incluya a los sectores más precarizados de nuestra sociedad, a fin de incorporarlos al sistema productivo y al mundo del trabajo. Pero la crisis capitalista en el mundo y en nuestro país, impone en el presente la profundización de los planes de hambre, miseria y degradación. Si en el año 1995, la aprobación de la ley Federal de Educación y la Ley Superior de Educación, dio el marco para la degradación en todos los niveles de la Educación, ahora, la política de ajuste ataca directamente y con más virulencia a todos los sectores de la clase trabajadora, dejando a docentes en disponibilidad y a jóvenes y adultos sin el derecho a la educación.

Es hora de organizar a toda la comunidad educativa, a docentes y estudiantes. Rodear de solidaridad a las escuelas que sufren el ajuste y en unidad, y encolumnarnos detrás de la bandera de la educación pública, gratuita, de calidad y laica y su defensa irrestricta. 

Debatamos en asambleas del conjunto de la comunidad educativa un plan de lucha por la defensa de la educación pública en unidad con los estudiantes y padres. Organicemos asambleas en cada escuela hasta lograr un plenario en la capital y en toda la provincia. Por la construcción de un plan de lucha contra el ajuste con docentes y estudiantes, hombro a hombro con el resto de la clase trabajadora contra las medidas que exigen el FMI y los capitalistas en educación, salud, salarios, y sobre todos los demás beneficios, conquistas y derechos ganados. Sabemos lo que viene con la triada mileista/macrista/schiarettista. Quieren imponer tierra arrasada. Vienen por nuestras conquistas y derechos. 

Es nuestra hora, la de los trabajadores y trabajadoras. Ya mostraron sus rostros los reformistas que, al gobernar sin monedero, arremetieron contra nuestros derechos. Lo que te dan con una mano, con la otra te lo sacan. Debemos preparar las grandes luchas que se vienen, y para esto necesitamos debatir nuestras reivindicaciones, ligadas a la necesidad de establecer nuestro poder: el Poder Obrero. Manos en la obra.