México: Ante la Burla del Tribunal, la Huelga general y una Convención Nacional Revolucionaria

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El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) demostró, como lo habíamos señalado los marxistas, ser un engranaje más del fraude electoral, una institución integrante del aparato del estado (el aparato de dominación de la burguesía) unido a la clase dominante por los hilos de los intereses, el dinero, los puntos de vista y las tradiciones; el TEPJF, para hablar del caso que nos interesa, está formado jueces que ganan 380 mil pesos mensuales y que cuentan con fondos millonarios y cs y con un sillón asegurado en puestos de privilegio; son sujetos beneficiarios del sistema de opresión que representa el capitalismo y enemigos de las masas explotadas que tratan instintivamente de cambiar esa situación. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) demostró, como lo habíamos señalado los marxistas, ser un engranaje más del fraude electoral, una institución integrante del aparato del estado (el aparato de dominación de la burguesía) unido a la clase dominante por los hilos de los intereses, el dinero, los puntos de vista y las tradiciones; el TEPJF, para hablar del caso que nos interesa, está formado jueces que ganan 380 mil pesos mensuales y que cuentan con fondos millonarios y con un sillón asegurado en puestos de privilegio; son sujetos beneficiarios del sistema de opresión que representa el capitalismo y enemigos de las masas explotadas que tratan instintivamente de cambiar esa situación.

Por eso los magistrados desecharon la mayoría de los 375 juicios de inconformidad presentados por el PRD con argumentos formales propios de funcionario de la tesorería (porque no contaban con firma, porque no fueron entregados a tiempo, porque no había personería jurídica, etc.); con estos argumentos no importó que en el 30% de las casillas contabilizadas (el 9% del total) faltaran en promedio 10 votos y que en otro 43% se encontraran 6 votos de más; que el 81% de las actas hayan sido intencionalmente manipuladas a favor de Felipe Calderón en un promedio de 1.14 votos por casilla (estadísticamente imposible, pues los errores se distribuyen al azar); que en la totalidad de distritos electorales se encontraran paquetes con sellos violados, casillas desaparecidas, boletas desparramadas; todo lo anterior suficiente para que, de acuerdo con la propia legalidad de la burguesía, se anularan dichas casillas dando por ganador a AMLO por cerca de 500 mil votos.

Pero incluso la propia legalidad burguesa y la democracia formal no son un obstáculo cuando se trata de defender los intereses de la clase dominante y, como ha demostrado la burguesía a través de la historia, puede hacer esos formalismo a un lado como quien arroja un pañuelo usado al bote de la basura. Ya Solón de Atenas decía que las leyes son como las telarañas, atrapan al débil y el fuerte puede romperlas. Ante esta nueva burla en contra de las masas trabajadoras es claro que la consigna "voto por voto, casilla por casilla" es cosa del pasado y que debe ser sustituida por una que impulse la Huelga General para derribar a esas instituciones burguesas y corruptas y sustituirlas por los organismos de los trabajadores (el poder popular surgido de la convención). A un mes desde que se instalaron los megaplantones es evidente que estos, junto con las marchas, son ya insuficientes por sí mismos para evitar la imposición de la burguesía y el imperialismo. Lo más importante, sin embargo, es el hecho de que la inmensa capacidad de lucha, combatividad, iniciativa y creatividad de las masas se ha puesto de manifiesto, y este es el elemento más importante de la ecuación y la clave para derrotar a la burguesía. Con esta enorme reserva de masas, el movimiento, en el lapso de un mes, pudo no sólo haber derrotado el fraude, sino tomar el poder pacíficamente con la legitimidad de la movilización masiva, y no una sino 10 veces.

Para que ese potencial latente se torne realidad es necesario orientarlo hacia la preparación de una huelga general antes de que la iniciativa pase a la burguesía y la caída del gobierno golpista y usurpador de Calderón sea más costoso y doloroso. En estos momentos es todavía posible evitar que Calderón sea declarado presidente con una huelga de 24 horas, después quizá sólo sea posible derribar a la dictadura (con careta democrática y legal) con una huelga indefinida y con mayor costo para el movimiento. Aún en el caso de que Calderón sea impuesto en la presidencia estamos ya en una situación prerrevolucionaria y la falta de una convocatoria a una huelga general por parte de la dirección del PRD (ante el miedo de desencadenar una revolución social) sólo pospondrá el inicio de un periodo revolucionario en donde la caída del régimen esté en el orden del día, el movimiento masivo está aún en sus primeras etapas y no habrá poder que lo detenga a corto y mediano plazo, incluso la represión, producto de la estupidez del régimen, fungirá como el látigo de la revolución.

Ante el impasse del movimiento por la falta de una convocatoria a la Huelga, sólo la participación organizada de los trabajadores del campo y la ciudad para dotar a la Convención Nacional Democrática de una composición de clase (representantes sobre todo de los sindicatos, organizaciones obreras, jornaleros, campesinos y, también de estudiantes hijos de trabajadores, pequeños comerciantes, amas de casa) y de un programa de demandas básicas como las planteadas por Obrador para aglutinar un Frente Único de lucha en contra de la miseria y la explotación, mediante la creación de comités en barrios, fábricas, escuelas, sindicatos, PRD, coordinados a nivel nacional; podrá señalar el camino para destrabar la situación y derribar al gobierno y sus instituciones burguesas y establecer una sociedad socialista que abandere la formación de una Federación Socialista de América Latina empezando por Bolivia, Venezuela y Cuba y conformando un faro en la lucha por la liberación de los pueblos Latinoamericanos. Esta situación no es utópica sino que constituye la única salida realista a la situación.

En términos generales los puntos planteados por AMLO el 28 de agosto, ante la decisión del tribunal, como resolución para discutir en la convención, que incluyen luchar contra la miseria, las instituciones corruptas, las privatizaciones, desconocer el gobierno golpista de Calderón y decidir democráticamente si la Convención declara presidente a AMLO o conforma un comité de resistencia, representan un paso adelante. Pero es necesario señalar que la convención no se puede conformar con desconocer al gobierno y crear un gobierno paralelo dejando las palancas del poder en manos de Calderón (perrito faldero del imperialismo) o conformarse con una coordinadora de la resistencia (fórmula de desgaste) cuando tiene la fuerza para constituir una Asamblea revolucionaria y tomar el poder, sustituyendo las instituciones burguesas por los comités populares, comités de defensa y, sobre todo, la expropiación bajo control obrero de la tierra, la banca y la industria para resolver la miseria y elevar el nivel de vida de las masas a niveles inimaginables bajo el capitalismo.

Aunque vinculado con un programa socialista el programa planteado por AMLO sería un programa invencible hay que señalar que el punto 7 de su propuesta contiene una trampa pues plantea que: "el nuevo gobierno surgido de la Convención… no pedirá apoyo corporativo e incondicional a nadie y respetará las decisiones que tomen partidos políticos, legisladores, gobernadores e integrantes de los ayuntamientos del país". Por supuesto que ningún movimiento social puede pedir el apoyo corporativo de nadie, su unidad debe estar basada en la convicción y el control democrático de las masas para con su dirección; pero este punto parece ser más bien un cheque en blanco a la dirección del PRD y los gobernadores surgidos del PRD para que se desmarquen del movimiento y lo traicionen (el primer aviso ha sido el infame deslinde del ex priísta Sabines postulado vergonzosamente por el PRD en Chiapas, más las negociaciones traidoras de Amalia García y Cárdenas Batel, por no hablar del traidor Cuahutemoc Cárdenas). El movimiento no puede ser respetuoso si el PRD traiciona el movimiento, en primer lugar porque el PRD no es la burocracia, el PRD son las bases trabajadoras que lo crearon y que son las mismas, más muchas otras, que forman el movimiento contra el fraude; en segundo lugar, el PRD es un partido al que nadie esta obligado a pertenecer y por tanto sus miembros (ante todo la dirección) tienen la obligación de ponerse del lado de la masas (su base social a la que deben representar) o ser expulsados del partido; los que dentro del PRD se pongan en contra del movimiento sólo demuestran que no deben estar en un partido obrero y que su lugar está en el PRIAN; esto no significa por supuesto que no haya diferencias de opinión en cuanto a la táctica y el programa (lo marxistas defendemos el programa socialista); pero las diferencias deben estar subordinadas a la decisión de la mayoría una vez discutidas esas diferencias; además no tiene sentido hablar de respetar las decisiones de los partidos políticos (cuáles, el PRI y el PAN?) porque eso sería como respetar la decisión del PRIAN de imponer un fraude electoral. El programa debe ser una llamada a las masas para democratizar al PRD y recuperarlo como instrumento de lucha.

El no pedir apoyo corporativo no pude significar, tampoco, el no hacer un llamado decidido a los sindicatos para que juntos impulsemos una Huelga General, pues esta sólo puede ser producto de la decisión democrática de los sindicatos, el PRD y la Convención.

En suma este periodo de lucha ha demostrado que no se puede confiar en las instituciones burguesas y sus papagayos masivos de desinformación; y que sólo por medio de un frente único, un programa socialista y la convocatoria inmediata a una Huelga general, la Convención puede derrotar el fraude electoral y transformar radicalmente al país y la situación de miseria, humillación y explotación; en última instancia esto sólo es posible con un programa socialista y la extensión del poder popular a nivel nacional para la toma del poder; la Convención será la oportunidad para que las masas tomemos el cielo por asalto y demostremos todo el potencial oculto en el pueblo trabajador y, de una vez por todas, acabemos con las insoportables humillaciones de la burguesía y su régimen.