Elecciones presidenciales en Venezuela

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Nuestro país ha pasado por una nueva etapa histórica, ha sido el foco de atención de todo el mundo. Los burgueses y los obreros del mundo estaban mirando expectantes y con una gran angustia lo que aconteciera en esta últimas horas. Sin duda alguna los resultados de estas elecciones presidenciales tienen un efecto enorme sobre la realidad del mundo en los próximos años. Venezuela una vez más sigue siendo ejemplo de que otro mundo mejor es posible.

Ambiente en las elecciones

En los días previos a las elecciones de Venezuela se vivió un ambiente de tensión en todos los sectores de la vida nacional, se rumoreaba en cada calle de las ciudades “¿Qué pasará después de las elecciones?”; “¿la oposición aceptará los resultados?”, etc. Todas estas preguntas y dudas de la población estaban muy bien fundamentadas. El candidato de la burguesía respondía vacilantemente cuando se le preguntaba si aceptaría los resultados del Consejo Nacional Electoral (CNE). Las horas anteriores a la jornada electoral se podían observar compras nerviosas en todos los supermercados, la gran mayoría de la población compraba alimentos para varios meses, los militantes revolucionarios estábamos muy atentos  a cualquier intento de desestabilización y caos en las calles, estábamos dispuestos a salir y defender la revolución con lo que tuviéramos en mano, nuestros logros no iban a ser cercenados por unos cuantos ricachones.

En la madrugada del siete de octubre comenzó la movilización por todos los rincones de Venezuela desde las 3:00 am se comenzó a observar votantes en las colas de los centros electorales, atendiendo el llamado del camarada Chávez de ir a votar muy temprano. Ya a las 6:00 am se podían observar largas colas en la mayoría de los centros, las calles frente de mayoría de los  centros de votación estaban cerradas y custodiadas por la fuerza armada nacional bolivariana.

Después de las seis de la tarde nos volcamos a cada centro electoral para saber el resultado de cada mesa de votación y tener una visión de primera mano de cuáles serían los posibles resultados, buscamos información y acordamos puntos de reunión con otros camaradas en el momento de suceder cualquier eventualidad.

A las 10:00 pm la rectora del CNE lee el primer boletín: ¡da como vencedor al camarada Hugo Chávez! Sin duda alguna fue un momento de gran felicidad para todos los revolucionarios ¡La revolución sigue en pie de lucha!; ¡El resto de los obreros del mundo tiene un lugar donde mirar y que le pueda servir de ejemplo!; ¡los logros sociales que nos han costado tanto, todavía lo mantendremos!

Unos minutos más tarde todos estábamos atentos a cómo respondería el candidato de la derecha, ningún ser humano en su sano juicio quiere ver un país hundido en la violencia.  Aunque queremos la paz, también estamos dispuestos a defender la revolución por los medios que sean necesarios.

El candidato de la burguesía acepta los resultados, sin duda alguna hubo un respiro de alivio. Pero no debemos engañarnos, esta no es una conducta de un demócrata. Es simplemente el resultado de los cálculos fríos del Pentágono. Si la burguesía y el imperialismo hubieran cantado fraude, sin ningún tipo de prueba que respalde estos hechos, se encontrarían a un pueblo dispuesto a luchar hasta las últimas consecuencias por defender su victoria, y a una burguesía y sus seguidores divididos y desmoralizados, la negación a los resultados sólo hubiera significado la radicalización de la revolución y la completa destrucción de la oposición como fuerza política.

Sin duda alguna la burguesía y la CIA han aprendido mucho estos últimos años, son mucho más precavidos, han cambiado su estrategia de confrontación directa por una que es mucho más peligrosa para la revolución: quieren degastar la revolución, llamando a una supuesta “reconciliación” nacional, como si los intereses de los obreros y de la burguesía se pudiera reconciliar. Esto es lo mismo que pedir reconciliar los intereses de un tigre con los de un cordero, es simplemente imposible. Al final al cordero no le ira tan bien como él pudiera creer. A la burguesía y el imperialismo no le importa en lo mas mínimo la paz de Venezuela ni  su población. Lo único que busca es frenar la revolución, chantajear al presidente haciéndole entender que, si sigue con el proceso de cambios, las expropiaciones, y la reforma agraria, etc. esto provocaría un estado de caos e ingobernabilidad, cuando todos los revolucionaros de este país sabemos que los que provocan el caos y la ingobernabilidad son ellos. Simplemente se quiere disfrazar el lobo con piel de oveja.

Los marxistas en Venezuela debemos explicar muy bien lo que está sucediendo, explicar lo que sucede detrás de bambalinas y detrás de estos supuestos llamados de unidad nacional  y reconciliación. Explicaremos que es imposible conciliar los intereses de los obreros y de la burguesía, no podemos confiar en lo más mínimo en la burguesía y el imperialismo. Quien crea en estos llamados de “reconciliación”, y aun más los que lo defiendan, le hacen un daño terrible a la clase obrera venezolana, lo único que está logrando es confundirla, y preparando el terreno para un nuevo ataque a la revolución, quien defienda esta “reconciliación” es en el mejor de los casos  muy confiado, por no decir ingenuo, que no tiene para nada claro la trampa que está detrás.

En cuanto al análisis de los resultados se puede observar que hubo una gran cantidad de votantes, se alcanzaron cifras record en cuanto a la participación: más del 80 por ciento de los inscritos en el registro electoral acudieron a votar. La lectura de esta cifra nos demuestra claramente que en la sociedad venezolana la política sigue siendo un tema del día a día, todavía las personas hablan continuamente de política, como en toda revolución verdadera, las personas comunes y corrientes se interesan por lo que está sucediendo políticamente en su país, ¡siguen despiertas políticamente!

En cuanto a la brecha que separa al candidato de la burguesía y el camarada Hugo Chávez, en comparación con las elecciones del 2006 se puede observar un acercamiento. En el 2006 Hugo Chávez obtuvo 62,85 %, en contra del 36,91%, en estas elecciones el presidente obtuvo 55.01% y el candidato burgués 44.39% esto significa una pérdida de votos para Chávez de casi 8%, ¿Por qué esta diferencia?, sin duda alguna las causas de esta diferencia es multifactorial. Los medios de comunicación burgueses,, la gran cantidad de productos que se encuentran en el mercado venezolano que solo estimulan el fetichismo, la iglesia católica que continuamente está agitando en contra del gobierno.

¿Qué se puede hacer?

Pero sin duda alguna el aspecto más importante para esta diferencia debemos encontrarlo en la economía del país. Todavía no hemos podido resolver todos los problemas que aquejan a la población, existe una gran inflación, y la producción del país no se ha desarrollado como lo exige el consumo del pueblo. Estos problemas económicos nunca se podrán resolver mientras las palancas más importantes de la economía estén en manos de la burguesía y grandes cantidades de tierras fértiles las posean algunos terratenientes. Solo con una economía planificada y bajo el control obrero estos graves problemas comenzaran a resolverse definitivamente.

En estos precisos momentos tenemos a una oposición desmoralizada y un pueblo revolucionario alegre y con la frente muy en alto. Esto le da un apoyo contundente al presidente ahora mismo, la correlación de fuerzas es muy favorable para la revolución. Sin duda alguna se pudieran tomar nuevas medidas para acabar con el latifundio y los monopolios en Venezuela sin esperar una gran respuesta por parte de la burguesía y sus seguidores ¡Esta es una nueva oportunidad para el avance de la revolución! Por eso en estos momentos es más peligroso hablar de “unión y reconciliación” con la burguesía, lo único que se está haciendo es dándole tiempo para que se recuperen y organicen de nuevo.

Las nuevas posibilidades para los marxistas en Venezuela

En estos momentos se abren nuevas oportunidades para los marxistas en Venezuela, el ánimo y la fe en la revolución por parte del pueblo han sido renovados. Otra vez la clase obrera a lo largo de todos estos años ha entrado en movimiento y ratificado para donde quiere seguir marchando, esto trae consigo un nuevo interés por las ideas de Marx, Engels, Lenin y Trotsky que no debemos dejar escapar. Hablando con un camarada nos contaba que quería tener más material marxista y unirse a la Corriente Marxista Internacional. Decía: “hemos ganado, pero debemos intervenir más en la política, debemos resolver los problemas de la revolución, esa es la única garantía para el futuro”.

¡Vivan la clase obrera y los campesinos de Venezuela, los verdaderos actores de la revolución!


Fuente: Lucha de Clases (Venezuela)