Carta abierta a los trabajadores y al pueblo

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El movimiento piquetero argentino se dirige a todos los trabajadores y sus organizaciones existentes, sindicatos y centrales obreras sin distinción, para proponer un plan de lucha común, porque entendemos que las luchas por aumento de salario y condiciones de trabajo de los ocupados es la misma lucha que la de los trabajadores desocupados por trabajo, aumento en el monto y universalización de los planes sociales, la lucha contra el plan económico de este gobierno al servicio de las multinacionales yles y el FMI.

2 de agosto: Plan de lucha nacional

Hay una realidad que une a millones de trabajadores desocupados con otros tantos que trabajan en “negro” y con el conjunto de la clase obrera.

El gobierno, los grandes empresarios, la Iglesia, los partidos burgueses, hablan de la pobreza, pero sostienen un plan económico que destina el grueso de los recursos del país a cumplir los compromisos con los bancos internacionales y a subsidiar a las grandes empresas monopólicas, superexplotando a los trabajadores que tienen los salarios más bajos de la historia.

Así mientras las empresas recomponen sus ganancias con la inflación, devaluando los ya miserables salarios existentes, la mayoría de la población no puede acceder a la canasta familiar y ve, mes a mes, disminuir su poder adquisitivo. Con una inflación del 6,1% en el primer semestre del año, a lo que se debe sumar nuevos incrementos en Julio, son cientos de miles de argentinos más que se suman a los que están bajo el nivel de la pobreza. Este motor de la carestía se prolonga ahora en los tarifazos inmediatos y a futuro como resultado de que seguimos siendo rehenes de las privatizadas.

El superávit nacional y provincial destina cifras fabulosas al negociado del canje, al repago de la deuda externa, a las compensaciones de los bancos y subsidios a poderosos grupos exportadores. De esta manera, quienes criticaron al ajuste neoliberal aplican uno más feroz todavía contra los desocupados, los salarios estatales, los fondos de educación y de salud.

Mediante el desempleo masivo, el contrato precario, en negro y la tercerización se busca terminar con las conquistas históricas de la clase trabajadora desvalorizando a toda la fuerza laboral, presionando para que se acepten los salarios de hambre y condiciones flexibilizadas de trabajo. Esto ha sido respondido con importantes luchas por el reencuadramiento gremial, quebrando la división artificial entre trabajadores promovida por la patronal, el gobierno y las burocracias.

El intento de suprimir los subsidios a los desocupados, como la tenaz negativa de aumentarlo responde no sólo a la necesidad de aumentar el superávit fiscal que no sirve más que para pagarle al FMI y las privatizadas, sino que persigue vencer la resistencia de millones a aceptar salarios en negro de 200 o 300 pesos, que hoy son moneda corriente en el agro, la fruta y el citrus, en la construcción e incluso en infinidad de municipios, violentando por completo el salario mínimo vital y móvil. La misma finalidad cumple el pago con Planes Jefes y Jefas para realizar tareas en empresas privadas o públicas en vez de pagar los salarios de convenio.

Por eso la batalla del movimiento piquetero por el aumento a $350 y la universalización de un subsidio para todos los desocupados es de interés estratégico para toda la clase trabajadora argentina.

Esto es un refuerzo a los trabajadores ocupados en sus reclamos salariales que cruzan toda la geografía argentina. También y particularmente a los estatales, docentes y municipales, cuyos salarios están plagados de cifras en negro que sindican al propio estado como el primer delincuente en esta materia.

La mayoría de los jubilados ha visto durante estos años licuarse el poder adquisitivo de sus jubilaciones. Hoy el 70% de nuestros mayores percibe el mínimo de indigencia. El sistema, desquiciado por las AFJP’s, las rebajas de aportes, el trabajo informal y la desocupación masiva condena a su liquidación a las jubilaciones de millones de argentinos.

Las luchas del Subte, de las automotrices, de Foetra Buenos Aires, del Garrahan, pusieron en la mesa la batalla por un salario equivalente a la canasta familiar. Como la pusieron los docentes que fueron a la huelga en Salta, Chaco, en Catamarca, en Río Negro y en tantas provincias, que bregan por la incorporación de todas las cifras negras al básico para defender una carrera, un estatuto, una jubilación y una obra social.

Las centenares de empresas bajo gestión obrera han demostrado que de las entrañas de nuestra clase puede surgir la salida a la quiebra y al vaciamiento. Nosotros hemos apoyado fuertemente a Zanón, al Bauen, a Gatic, a Brukman, a Isaco, a todas, como luchamos contra el vaciamiento de la mina del Turbio, de Zapla, de Parmalat ,de Aerolíneas, o de Lafsa, porque en cada una de estas batallas están involucrados virtuales desocupados y la amenaza de desaparición de puestos de trabajo.

Estas batallas, como la de los sacrificados piquetes y huelgas de los municipales, petroleros y desocupados de la provincia del presidente Kirchner, Santa Cruz, hoy perseguidos y encarcelados, son nuestras propias batallas.

Creemos que la nuestra, la de los desocupados, es también la lucha de todos los sindicatos y de todos los trabajadores argentinos. Somos una sola e indivisible clase obrera a la que se busca fragmentar para explotarnos mejor. Quienes tratan de aislar a los que pugnan por una canasta familiar, buscan también aislar a los que luchamos por un pan en la mesa del desocupado.

Se acusa de “politización” las medidas propuestas por nosotros para terminar con la desocupación como la inversión masiva en la obra pública, el respeto y la reducción de la jornada laboral sin afectar el salario, el fin de la flexibilidad laboral y el trabajo en negro.

Negándolas, el gobierno de Kirchner y Lavagna acusa de vagos a quienes bregamos, en el mientras tanto, por la universalización de los planes de empleo y su aumento a $350.

Moyano y su CGT saludan una parcial recuperación de la economía, cuando en realidad los niveles de producción no exceden los de 1999, planteando a los salarios como “asignatura pendiente” del gobierno, escondiendo que justamente el corazón de la política de Kirchner y Lavagna lo conforman la carestía, el agravamiento de la pobreza, la decadencia de los salarios y la brutal concentración de la riqueza en unas pocas manos.

La tregua de las centrales sindicales con el gobierno no ha servido a la recuperación del salario y de las conquistas sociales si no al contrario, acompaña su confiscación, convalidando un descenso histórico en los ingresos de ocupados, jubilados y desocupados, convalidando el trabajo en negro y la superexplotación obrera. Los triunfos de las grandes luchas de fábricas o gremios, en muchos casos encabezadas por nuevas direcciones obreras, que rompen parcialmente el cepo salarial, coloca la necesidad de un plan de lucha común de toda la clase trabajadora, ocupados y desocupados. Este sería un arma imbatible para realizar todas nuestras reivindicaciones, así como para confluir con otros sectores explotados en lucha, como los estudiantes, ahorristas, deudores hipotecarios, los que resisten desalojos y otros que toman las calles por sus reclamos.

Llevemos juntos los reclamos:

* $350 y universalización de los planes de empleo.
* Prohibición de despidos y suspensiones.
* Incorporación a planta permanente de todos los Jefes y Jefas de Hogar que se desempeñan en la función pública.
* Salario equivalente a la canasta familiar, indexado por la inflación.
* Incorporación al básico de todas las sumas en negro o no remunerativas, tanto en el estado como en las empresas privadas.
* Anulación de la flexibilidad laboral.
* Respeto de la jornada laboral y reducción a 6 horas sin afectar el salario.
* Plan de obras públicas contratando trabajadores desocupados por medio de bolsas de trabajo bajo control de todas las organizaciones de trabajadores.
* Liquidación del trabajo en negro.
* Jubilación del 82% del salario de la actividad.
* Reestatización de las AFJP’s, bajo control de los trabajadores y jubilados, restituyendo los aportes patronales rebajados.
* Libertad a los presos políticos, desprocesamiento a todos los luchadores.

En este camino, el movimiento piquetero argentino, unificado en la coordinación de un plan de lucha por estos objetivos, viene haciendo del apoyo a los conflictos obreros como la movilización de Astilleros Río Santiago, las acciones de los trabajadores aeronáuticos y del Garrahan, para mencionar sólo las últimas, un punto fundamental de nuestra lucha.

El movimiento piquetero argentino se dirige a todos los trabajadores y sus organizaciones existentes, sindicatos y centrales obreras sin distinción, para proponer un plan de lucha común, porque entendemos que las luchas por aumento de salario y condiciones de trabajo de los ocupados es la misma lucha que la de los trabajadores desocupados por trabajo, aumento en el monto y universalización de los planes sociales, la lucha contra el plan económico de este gobierno al servicio de las multinacionales y el FMI.

Venimos de la movilización contra la impunidad en el Puente Pueyrredón que convocó el 26 de Junio a 50.000 piqueteros y luchadores, que es al mismo tiempo la lucha por el desprocesamiento de 5.000 trabajadores encausados por luchar, por la libertad de los presos políticos, para terminar con los atropellos policiales contra la juventud pobre, contra el pueblo. Esta jornada, como en cada paso de nuestro plan de lucha nacional, como en los piquetes en todo el país el lunes 18 de Julio, ratifican las demandas urgentes que sigue levantando el movimiento piquetero, y que debemos llevar a la victoria:

* Aumento a $350 de todos los planes sociales
* Universalización de los subsidios a todos los desocupados.
* No a los aumentos de precios y tarifas.
* Aumento general de salario equivalente a la canasta familiar
* Por puestos genuinos de trabajo. Plan de obras públicas. Respeto a la jornada laboral y reducción a 6 hs.
* Por la libertad de los presos políticos. Desprocesamiento o Amnistía a todos los luchadores. Libertad inmediata de los presos en Santa Cruz, de Raúl Castells, de los presos de la legislatura y de todos los compañeros.

Firman: CCC – Polo Obrero – MTD Aníbal Verón – Frente Popular Darío Santillán – FTC Nacional – MST Teresa Vive – Mov. 29 de Mayo – FTC Mesa Nacional – CUBA-MTR – MTR 12 de abril UTL – MTL – MTR La Dignidad – UTP – Bloque Obrero y Popular – MTL Rebelde – MAR – Mov. C. Almirón – MOTOR – MTD Claypole – MCM