Los trabajadores de Brukman (Buenos Aires) derrotan el desalojo policial

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A las 6 de la mañana del domingo 24 de noviembre la policía asaltó la fábrica textil Brukman, ocupada por sus trabajadores desde el 20 de diciembre del pasado año, en pleno "argentinazo". La policía vino acompañada por los antiguos dueños, capataces y supervisores de la empresa con una orden judicial para vaciar la fábrica. En el momento del asalto, 8 trabajadoras y dos trabajadores montaban guardia en su interior, entre ellos una trabajadora con su hija de 9 años. Todos fueron agredidos y detenidos, por "resistencia a la autoridad". Una hora más tarde transcendió la noticia y, poco después, las inmediaciones de la fábrica se fue llenando de trabajadores de Brukman, activistas obreros y militantes de partidos de izquierda. Todo el perímetro alrededor de la fábrica estaba lleno de policías, vallas y furgonetas "antidisturbios". A media mañana se agrupaban ya unas 500 personas que protestaban ruidosamente por el allanamiento policial. Al final, el juez, como luego reconocieron a la prensa algunos policías, dio orden a la policía de que desalojara la fábrica por temor a la protesta popular. Inmediatamente los trabajadores de Brukman retomaron las instalaciones y quedaron en libertad los trabajadores detenidos.

Al ingresar, los trabajadores encontraron un panorama desolador. Además de la rotura vandálica de ventanas, cristales y algunos muebles, los dueños consiguieron llevarse algunas máquinas, mercaderías, computadoras y pertenencias personales de los trabajadores, camuflados en los furgones policiales.

Ya se ha iniciado una campaña de recogida de fondos para ayudar a los trabajadores de Brukman, quienes con su ejemplo y determinación han convertido la ocupación de Brukman en uno de los emblemas del "argentinazo". La mayoría de los trabajadores de Brukman son obreras humildes que, con enorme sacrificio han podido poner en marcha la fábrica, mantener un salario muy justo para una familia obrera pero digno, y proseguir la pelea exigiendo la estatización de la fábrica bajo el control de los trabajadores.

Como ocurrió dos meses antes con los trabajadores de Zanón en Neuquén, la lucha obrera y la solidaridad de clase han resultado determinantes para parar la violencia y el chantaje patronal y policial.

Envía mensajes de solidaridad a: prensabrukman2@yahoo.com.ar