El MIC debe aspirar a convertirse en una fuerte Corriente sindical clasista y antiburocrática dentro de los sindicatos con el objetivo de disputar la dirección del movimiento obrero a la burocracia sindical. Debemos abrir las puertas a la construcción colectiva del MIC y sus regionales. Pero para poder realizar sistemáticamente este tipo de actividades y extenderlas a las distintas zonas deben dejar de ser sólo fruto de la iniciativa y sacrificio de unos pocos activistas y convertirse en parte de a de a de actividades planificadas.
Debemos avanzar más y mejor en la organización de la clase
Este Plenario del MIC se celebra tras el nuevo auge de luchas que vivimos en las últimas semanas.
En este sentido, es de resaltar que el importante trabajo de apoyo que dio la Mesa del MIC a las luchas docentes de distintas provincias, lo que ha permitido acercar a sus principales dirigentes a nuestro movimiento. Igualmente, debemos destacar el avance en la conformación de una corriente sindical docente del MIC unificada a nivel nacional, al interior de la CTERA.
También es importante señalar el papel del MIC en el armado de una lista unificada y amplia del activismo combativo (la Lista Multicolor) en las elecciones de ATE que tuvo un gran desempeño en muchas zonas. Lo mismo que haber sacado el primer número de una publicación propia, que tuvo una importante difusión en las marchas del 1º de mayo.
Debemos rescatar, además, la buena la experiencia de las actividades realizadas en algunas regionales, con volanteadas, radios abiertas, pegatinas, programas de radio, talleres de formación, charlas, etc.
El funcionamiento del MIC
No obstante, debemos reconocer que estos pasos adelante son muy modestos frente al gran potencial que el MIC tiene ante sí.
Esto está vinculado a la falta de claridad política de algunos compañeros que durante muchos años se acostumbraron a remar a contracorriente, y quedaron descolocados ante el cambio favorable en la situación que se ha dado en el movimiento obrero de nuestro país.
A esto se le suma el accionar equivocado de algunos miembros de la Mesa, que han llevado políticas contrarias a las de la mayoría, creando confusión en las bases con su teoría de ¨difundir el clasismo desde espacios acordados con la burocracia¨. Todo esto en base a considerar un supuesto ¨bajo nivel de conciencia de los trabajadores y una gran fortaleza de la burocracia¨.
Todo esto dificulta la aparición del MIC como herramienta alternativa para la gran masa de trabajadores que han salido a luchar, con alzas y bajas, por salarios y contra la precariedad, durante estos meses. El MIC, por ejemplo, no ha jugado ningún rol en la convocatoria a paritarias, donde podría haber impulsado una campaña pública contra el Pacto Social, defendiendo la elección de delegados paritarios en asambleas de base, y tratando de instalar la necesidad de un salario equivalente a la canasta familiar contra el techo impuesto por la patronal. Igualmente, la Mesa Nacional del MIC tuvo una actitud muy pasiva en los paros nacionales de la CTA y ATE, los días 9 de abril y 11 de mayo, respectivamente. Ni siquiera editó un volante en ambos paros para que fuera repartido masivamente en las marchas, dando su punto de vista sobre la situación y proponiendo una alternativa de lucha. Esto habría permitido dar a conocer el movimiento a decenas de miles de trabajadores y captar la atención y la organización en el MIC de cientos de ellos.
Creemos que es el momento de arriesgar y disputar a los sectores burocráticos la dirección de las organizaciones sindicales y no de permanecer defendiendo nuestras pequeñas quintitas.
Abrir canales de participación
El MIC debe aspirar a convertirse en una fuerte Corriente sindical clasista y antiburocrática dentro de los sindicatos con el objetivo de disputar la dirección del movimiento obrero a la burocracia sindical.
Debemos abrir las puertas a la construcción colectiva del MIC y sus regionales. Pero para poder realizar sistemáticamente este tipo de actividades y extenderlas a las distintas zonas deben dejar de ser sólo fruto de la iniciativa y sacrificio de unos pocos activistas y convertirse en parte de actividades planificadas.
Para eso es indispensable que se realice un empadronamiento de todos los adherentes al MIC, con la obligación de participar en las actividades de cada región.
Necesitamos una Mesa más resolutiva, con reuniones semanales, que siga más de cerca los conflictos y que rinda cuentas de su accionar ante los plenarios. Y que trate de asegurar la presencia del MIC, con banderas, volantes e intervenciones públicas, en movilizaciones, marchas, paros, en los medios, etc. Por supuesto que esto exige del esfuerzo financiero y militante de todos los integrantes organizados.
Democracia sindical
El primer punto constitutivo de los 14 del MIC habla de ¨promover el desarrollo de métodos democráticos¨ y consecuentemente los integrantes del MIC lo hemos defendido en los lugares de trabajo y organizaciones sindicales. Debemos continuar demandando elección y revocabilidad de los dirigentes sindicales por las bases, rentas iguales a salarios promedio, congresos regulares y democráticos, apertura de libros contables de los sindicatos, desarrollo de cuerpos de delegados, soberanía de las asambleas de trabajadores para toda decisión, rechazo a los pactos sociales, etc.
Pero además, si queremos aparecer como alternativa a la burocracia que domina en los sindicatos, debemos extender los métodos democráticos a la organización y funcionamiento interno del MIC. En primer lugar, respetando las decisiones mayoritarias de los integrantes del MIC. Para esto es necesario regularizar el funcionamiento comenzando por hacer un padrón de los que integramos el MIC, determinando los derechos, deberes y competencias de cada uno y de los distintos organismos (plenarios, mesas regionales, mesa nacional, corrientes por sindicatos, etc.) Y terminar con la provisionalidad de la Mesa Nacional, que pase a estar conformada por los compañeros que más compromiso han mostrado, con integrantes elegibles y removibles en los plenarios.
Es necesario convocar más regularmente los plenarios (que podrían ser trimestrales). Éstos deben ser soberanos evitando actitudes, como ocurrió en el plenario anterior, donde una parte de la Mesa Provisoria acordó los límites de la discusión y, ante la disconformidad de gran parte del plenario, se agitó el fantasma de la ruptura del MIC si no se aprobaba ese acuerdo.
El MIC tiene un gran futuro por delante, pero debe resolver las deficiencias políticas y organizativas que aún arrastra, para que se haga realidad.