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Los docentes bonaerenses frente al comienzo de clases

La continuidad marca el comienzo del nuevo año escolar. El gobierno provincial sigue con sus ataques a las condiciones materiales y laborales en el área educativa como parte de su política de recortes y limitaciones que hace pagar la crisis a los sectores más desprotegidos, con el congelamiento salarial de los empleados estatales y el deterioro de la educación y la salud públicas.

Si bien a fines del año pasado, tras una durísima lucha, se volvió a hablar de incremento salarial para los docentes después de 12 años, los aumentos concedidos son una burla. En la provincia de Buenos Aires recibirán por cargo entre $ 44 y $ 69 de aumento, según el ciclo de EGB. Pero esa cifra es no bonificable, o sea que no cuenta para la antigüedad. Y además el descuento para la obra social IOMA se duplica del 2 al 4 % del salario. El gobierno nacional por otra parte prometió aumentar el incentivo en $ 45, escalonadamente de a $ 15 por mes. Pero como el pago está muy atrasado, si este año se pagara ese incentivo en fecha, con los aumentos y todo, sólo equivaldría a una puesta al día de lo adeudado. Con esta miserable política salarial la inmensa mayoría de los docentes continuará por debajo de la línea de pobreza.

También siguen los ataques a las conquistas históricas de los docentes establecidas en su estatuto, como la escala de antigüedad y el régimen de licencias. Y con el nuevo mecanismo de designación de cargos se ha generado una gran incertidumbre sobre la estabilidad de decenas de miles de docentes provisionales y suplentes. Todo el Plan educativo 2004-2007 del gobernador Solá apunta a la flexibilización de la actividad docente, para poder subordinarla a las necesidades políticas o presupuestarias. La descentralización se suma incrementando el poder de los municipios, empresas regionales y punteros políticos en las escuelas.

Asimismo se observa continuidad en la política del oficialismo de los sindicatos docentes con su tendencia a conciliar y negociar con el gobierno. Ya han mostrado su conformidad con estos aumentos y también su falta de voluntad en impulsar un plan de lucha.

La oposición de izquierda mientras tanto sigue apoyando los reclamos de los docentes:

-Aumento de emergencia de $250, pedido al que se ha sumado el SADOP (sindicato de docentes privados, que no los recibió pese al decreto presidencial, y que amenaza con un plan de lucha).
-Pago en término de incentivo.
-Devolución de adicionales no pagados en la emergencia.
-Defensa de estatuto docente.
-Mejoras de condiciones de trabajo: no más de 25 alumnos por aula.
-Reparación de edificios.
-Atención de la situación sanitaria de la comunidad educativa y de la extrema pobreza de alumnos y barrios donde se encuentran las escuelas.

Se pueden prever semanas movidas en este comienzo de año lectivo ya que no hay cambios significativos con respecto a la situación del 2003.