Sobre la construcción de un Partido de Izquierda Unificado y la segunda carta del PTS

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Desde que lanzo su convocatoria a un Partido Unificado de Izquierda, en el acto del microestadio de Argentinos Juniors, el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) ha publicado dos cartas delineando una serie de ideas acerca de cómo debería estructurarse ese partido. También anuncio una serie de reuniones con las organizaciones con las que comparte el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) de las cuales aún no se han conocido las conclusiones. Esto es todo lo que se ha avanzado desde el 6 de octubre a la fecha.  

Desde la Corriente Socialista Militante (Sección argentina de la Corriente Marxista Internacional), recogimos el guante ante esta iniciativa. En un primer lugar respondimos tras el discurso de Nicolás del Caño, anunciando la propuesta, con nuestra carta: Acto en Argentinos Juniors del Partido de los Trabajadores Socialistas ¡Decimos sí a la conformación de un gran partido de la izquierda unificado!   En la misma manifestamos nuestro acuerdo con la iniciativa y señalamos: “Esperando que tal convocatoria comience con los pasos necesarios y firmes para su materialización, les decimos compañeros ¡de las palabras a los hechos!”.  

Como mencionamos, luego del lanzamiento de la propuesta el PTS publico dos artículos. El primero el sábado 13 de octubre: Avancemos hacia un partido unificado de la izquierda, la clase trabajadora y socialista.  

Al que respondimos con nuestra carta: Respuesta a la convocatoria del PTS a la formación de un Partido de la izquierda unificado  

En la misma planteamos una serie de puntos que consideramos importantes debatir. Como ser la participación de los parlamentariios del FIT en el parlamento de la democracia burguesa donde señalamos: “Estamos convencidos de la necesidad de poner en discusión el papel que deben jugar los parlamentarios revolucionarios. Debemos poner como prioridad, que, en cada episodio de los diputados de izquierda, sus intervenciones, desnuden el carácter de clase de las instituciones burguesas y sus políticos funcionales al gran capital”.

También planteamos debatir la mejor táctica para conectar con las masas que aún no se sienten contenidas por el programa revolucionario. Y en ese sentido hicimos una serie de señalamientos sobre la táctica del Frente Único, así como una serie de señalamientos en relación al concepto de “independencia de clase”.  

En cuanto al Frente Único desde nuestro espacio señalamos que: “La pregunta compañeros, entonces, es cómo llegar a los cientos de miles de obreros y jóvenes que no se sienten contenidos en nuestras organizaciones de izquierda, cómo establecemos lazos comunes y de esta manera materializamos el programa revolucionario con los millones que no nos ven como una alternativa.” y agregamos: “Es un error y una manipulación del concepto de “independencia de clase” convocar movilizaciones apelando solamente a aquellos que se identifican con lo que podemos denominar “la izquierda”, dejando afuera a organizaciones políticas y sindicales que organizan a cientos de miles de trabajadores y jóvenes”.  

Creemos que estas son cuestiones centrales que deben abordarse de manera ineludible ya que como señalamos: “La capacidad de la izquierda para crecer y transformarse en una alternativa que pueda disputar el poder a los capitalistas depende justamente de la capacidad de esa izquierda para ganar a las bases de las organizaciones reformistas de masas.”   A su vez cerramos nuestra carta planteando nuestro desacuerdo con la consigna “Asamblea Constituyente Soberana y democrática” que forma parte de un debate con otros sectores de la izquierda que viene desde el año 2002.   Compartimos aquí su contenido.  

Desde el PTS se señala que la consigna por una Asamblea Constituyente permitiría acelerar la experiencia con la democracia burguesa de aquellos sectores que aún se ven representados por la misma permitiéndoles llegar a conclusiones revolucionarias.  

La pregunta que surge es: ¿De que manera sucedería esto? Ya que en todo caso la izquierda agrupada en torno al FIT no posee la suficiente fuerza para convocar esta asamblea y mucho menos para controlarla. Si contase con fuerza suficiente para imponerle a la clase dominante una asamblea de este tipo y avanzar desde ahí contra el sistema capitalista y su democracia, significaría que concentran todo el poder en sus manos para aplastar la resistencia de los banqueros y los capitalistas. Por lo tanto no seria necesaria una Asamblea Constituyente sino un Gobierno de los Trabajadores que avance en la expropiación del latifundismo y el capitalismo.  

Y si la Izquierda no tiene fuerza suficiente para convocar tal Constituyente, ¿cual seria el sentido de plantear que la salida es un nuevo parlamento dentro de los marcos de la democracia representativa del capitalismo? O más bien  ¿Quién convocará la asamblea constituyente? ¿Los partido patronales del régimen?  

Y en todo caso si tuviese éxito en convocarla pero no tuviera fuerza para controlarla: ¿Quién tendría el control sobre ese organismo? ¿Los partidos burgueses?   En este sentido consideramos que la consigna “Por un Partido de Trabajadores” “Por un Gobierno de los Trabajadores” cobra mayor importancia al mostrar una salida concreta por fuera de la democracia heredara del Estado Liberal.  

Nosotros consideramos que el programa y las consignas del partido se deben basar en una perspectiva clara de la revolución socialista.  

Una segunda carta  

FIT PIU

El 18 de noviembre los compañeros del PTS publicaron una nueva carta: “¿Seremos capaces de construir un partido unificado de la izquierda revolucionaria y socialista?” En donde desarrollan 12 puntos en donde amplían sus fundamentos en relación al Partido Unificado de la Izquierda.  

En la misma plantean: “Pero ante los desafíos que tenemos por delante es claro que un frente como el FIT, por más progresivo que sea y por más buenos resultados electorales que consiga, es absolutamente insuficiente. Sin la existencia de un fuerte partido revolucionario de la vanguardia obrera ninguna lucha decisiva podrá llegar a la victoria.” En este punto estamos totalmente de acuerdo y de ahí nuestro apoyo a la propuesta de un Partido Unificado. Pero para contar con la existencia de ese Partido Revolucionario no solo basta con proclamarlo sino la cuestión vital y la que en ultima instancia decidirá la suerte de ese futuro partido es como llegar a las masas con un planteo revolucionario, anticapitalista que señale la necesidad de la Revolución socialista como única salida. Consideramos que esta cuestión es central para avanzar.   En cuanto a la necesidad del partido los compañeros señalan que existe una serie de limitaciones en el ámbito estudiantil como en el sindical (rutina, organismos  vaciados, separación de toda perspectiva de lucha por el poder político limitándose a lucha sindical, etc.)   Concretamente plantean:  “Hay que superar la separación entre la necesaria agitación política en base a un programa obrero y socialista, y una práctica en los sindicatos y centros de estudiantes limitada a luchas parciales y a la rutina corporativa de organizaciones vaciadas de participación”. A continuación los compañeros señalan que estamos ante acontecimientos similares a los del 2001.  

Coincidimos con el diagnostico en relación al periodo que se abre (aunque los tiempos estarán estrechamente vinculados a la crisis económica mundial y los ritmos de su profundización), pero sostenemos que la necesidad de construir un Partido Unificado de la Izquierda esta vinculado a la actual fase de la crisis capitalista mundial y la bancarrota de las variantes reformistas. Pero también es verdad que de no aparecer un alternativa por izquierda que conecte con las masas, las variantes reformistas se reciclaran y volverán a presentarse como una alternativa ante millones de jóvenes y trabajadores que deberán hacer una experiencia con esos Gobiernos.  

De ahí creemos que surge la necesidad de poner en pie un Partido Unificado de la Izquierda que contraponga un programa revolucionario, pero por sobre todas las cosas que tenga llegada a las masas ya que los marxistas somos solo una pequeña tendencia dentro del movimiento.  

Para esto es vital como señalábamos la correcta aplicación de la táctica del Frente Único. Por lo tanto el “golpear juntos” y “marchar separados” no puede quedar reducido solo a los sindicatos o centros de estudiantes como señalan los camaradas del PTS en su carta. Sino que este debe traducirse también en plano político si realmente queremos disputarle su base social al nacionalismo burgués.  

Debemos decir, en este sentido, que no nos parece la política que Ustedes han llevado adelante en tanto táctica de Frente Único ante la base de seguidores kirchneristas, que guste o no aún representa una fuerza de millones de trabajadores y sectores populares.   El PTS señala en su carta que: “… fuimos una oposición por izquierda a los gobiernos kirchneristas, sin mezclar nuestras banderas con la oposición derechista…” Pero la realidad muestra lo contrario.  

En general los grupos políticos que integran el FIT han llevado adelante una política de poner en un mismo plano al Kirchnerismo con los sectores más rancios de la burguesía. Lo cual llevo a mezclar las banderas de sectores de la Izquierda con las banderas de la Sociedad Rural.  

O también podemos señalar la adhesión, en varias oportunidades, a losParos patronales  que la burocracia sindical utilizaba para golpear por derecha al Gobierno Kirchnerista y que contaban con el apoyo de la Patronales de la industria y el campo.   Esto es una muestra de la manera incorrecta en que los grupos mayoritarios de la izquierda, entre ellos el PTS, entienden la consigna del frente único y por sobre todo la incomprensión de los movimientos nacionales en oposición a los regímenes de la oligarquía.  

Creemos entonces que estas cuestiones, para no volver a caer en los mismos errores, deben ser sometidas a la crítica como manera a contribuir a la formación de este Partido de Izquierda Unificado.  

Así mismo queremos señalar que no nos parece acertado plantear la construcción desde la negativa a la existencia de tendencias como manera de contraponerlo al centralismo democrático.  

Consideramos que esa posición de impedir tendencias solo llevara a que los partidos más grandes fagociten a los más chicos. Es términos concretos esto significaría que todos engordamos el Partido pero el PTS o el FIT lo dirige.  

Cuarta

Por ultimo consideramos que si queremos un partido unificado, con perspectivas internacionalistas, es incorrecto plantear que la tarea es la reconstrucción de la Cuarta Internacional en los términos de fortalecer laCoordinadora por la Refundación de la Cuarta Internacional (CRCI).  

Si bien el programa de la Cuarta sigue absolutamente vigente, hoy la llamada IV Internacional (o los que hablan en su nombre) no son el embrión de una Internacional revolucionaria, de un partido unificado de la revolución mundial, sino un reducido numero de grupos locales que no están regidos por el principio del centralismo democrático, con un programa, un método y una perspectiva comunes, sino que están constituidos como una coalición diplomática de grupos nacionales que repitenmuchos de los errores de los grupos protagonistas de la degeneración y disolución de la Cuarta Internacional.  

Expulsado y exiliado Trotsky intento reagrupar a las pequeñas fuerzas que se mantenían fieles a al programa bolchevique y la Revolución de Octubre. Pero el asesinato del propio León Trotsky en 1940, a manos de un mercenario de Stalin, fue un golpe letal para el movimiento.  

Los dirigentes de la Cuarta Internacional quedaron absolutamente desorientados tras la Segunda Guerra Mundial y esto dio lugar al abandono de las ideas de Marxismo genuino. No es casual que la fragmentación del movimiento Trotskista se desata en ese periodo histórico.  

No es posible entrar en este articulo en una descripción detallada de los errores de las direcciones de aquel entonces. Pero si señalar que tras el asesinato de Trotsky y ladegeneración en manos de los dirigentes revisionistas del legado revolucionario, llevo a la vanguardia a tomar caminos que desembocaron en políticas equivocadas y que fueron llevadas adelante en nombre del Trotskismo.  

Entendemos que la construcción de una Internacional Revolucionaria, es decir el Partido Socialista de la Revolución Mundial es absolutamente vital para triunfar. Pero la tarea de los marxistas no es proclamar la Internacional a viva voz sino construirla en la practica.   Para esto es necesario por un lado la lucha por la teoría revolucionaria y la educación de cuadros marxistas y por otro una irme orientación hacia la clase obrera y sus organizaciones.  

La nueva Internacional no será construida solamente con proclamarla, sino que se construirá sobre la base de los acontecimientos. La crisis capitalista mundial esta poniendo estos acontecimientos a la orden del día, permitiendo a los Revolucionarios explicar pacientemente la necesidad de una transformación revolucionaria de la sociedad. Pero además de los acontecimientos necesitamos crear una organización con ideas claras y sobretodo con raíces solidas en las masas a nivel mundial.  

En 1878, Marx afirmó que pese a que la Primera Internacional fue disuelta, ésta no había fracasado, sino que “se ha desarrollado de un nivel a otro más alto”.  

La Segunda Internacional surgió de la degeneraciónreformista que quedo plasmada obscenamente en el voto a los créditos de guerra para la carniceríaque se avecinaba en 1914. Asífue que un grupo de cuarenta y dos revolucionarios se reunieron en septiembre de 1915 en la aldea suiza de Zimmerwald. Éste sería el embrión de la Tercera Internacional creada en 1919.  

El 9 de marzo de 1943, en plena Segunda Guerra Mundial, el rumbo de la Internacional Comunista estaba estrechamente vinculado a la política desarrollada por la cada vez más fortalecida burocracia de la URSS y asifue que el vicepresidente de Estados Unidos, Henry Wallace, lanza un ultimátum a Stalin: “La guerra sería inevitable si Rusia adoptara de nuevo la idea trotskista de fomentar la revolución mundial”. La respuesta de Stalin a la exigencia de su aliado imperialista es contundente. El 15 de mayo de 1943, el secretariado del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista aprueba una resolución en la que se propone “disolver la Internacional Comunista como centro dirigente del movimiento obrero internacional”.   

El 3 de septiembre de 1938 se celebró en París la Conferencia Fundacional de la Cuarta Internacional. Participaron 26 delegados en representación de 11 secciones nacionales, de 29 que conformaban la nueva Internacional.  

Como señalamos mas arriba, privada del consejo de Trotsky tras su asesinato, la dirección de la entonces “Cuarta Internacional” quedó totalmente desorientada, y eso marcó el principio del fin de la organización.  

Pero la razón principal del aislamiento de la Cuarta Internacional fue la propia situación objetiva abierta tras la Segunda Guerra y el posterior “boom” económico más grande de la historia del capitalismo y el otorgamiento de enormes concesiones a las masas, al menos en los países capitalistas más desarrollados, que suavizaron la lucha de clases en estos países durante un período histórico.  

Vemos asi que las diferentes Internacionales correspondieron a diferentes momentos históricos. Hoy cuando el capitalismo se encuentra atravesando la crisis mas aguda de su historia, la tarea de los Revolucionarios es poner en pie una nueva Internacional.  

La crisis actual expone el papel absolutamente reaccionario del capitalismo y pone sobre la mesa la necesidad de la reconstrucción del Socialismo internacional. Lo que se necesita entonces no es volver a recaer en los mismo vicios sectarios que mancharon la bandera del Trotskismo. Para resolver la crisis de dirección a la que se reduce la crisis de la humanidad es necesario avanzar en la construcción de un nuevo Partido de la Revolución mundial que luchando codo a codo con el resto de nuestra clase se arme teórica y programáticamentepara ganar a los mas elementos mas conscientes y activos de la vanguardia obrera y juvenil a las ideas del Marxismo.  

Lo que se requiere es una Internacional Revolucionaria que sea capaz de dar una expresion organizada y una dirección política  a la lucha contra el capitalismo por el Socialismo.