El capitalismo mundial está en su crisis más profunda de los últimos cien años. Esta crisis aterrizó con particular brutalidad en la Argentina, un país con una economía pequeña, débil y atrasada resultante de una clase dominante que llegó tarde a la formación del mercado mundial y que producto de sus propios límites, adquiridos desde su nacimiento, puso en pie un Estado sobrecargado e insolvente. Esta realidad hizo imposible que gobiernos ‘progresistas’, o reformistas burgueses, pudieran conciliar los intereses opuestos entre las clases: manteniendo las ganancias de los capitalistas, por un lado, y concediendo reformas a la clase trabajadora, por el otro. En vez de esto, ocurrió lo que siempre ocurre en la sociedad capitalista en épocas de profunda crisis: que los pobres tienen que pagar la crisis. Esto no solo explica el fracaso del gobierno de Macri primero y de Alberto y Cristina después, sino porque existe una base para que un demagogo de la extrema derecha como Milei pueda acceder al poder con un plan de motosierra.
Pero estas condiciones políticas no suceden sin producir ningún efecto, sino que, por el contrario,dejan una marca profunda en la conciencia de la clase trabajadora. Frente al agotamiento de las fuerzas políticas tradicionales y el brutal ataque a las condiciones de vida de la clase trabajadora, la misma se ve obligada a entrar en la escena política y presentar lucha. Solo a través de la organización y la lucha la clase trabajadora podrá pararse frente al hambre y la desocupación y torcer el rumbo. Es por eso que decimos que la época que transitamos es de revoluciones, contrarrevoluciones y guerras. Ya hemos visto evidencia de todas estas tendencias en Ucrania y en Gaza, en Sri Lanka y en Sudán. Todas estas tendencias solo se van a profundizar.
Esto tampoco representa una perspectiva momentánea, sino de un tiempo prolongado. Después de la situación revolucionaria de 2001, provocada por la crisis económica de los ‘90 en la Argentina, el sistema capitalista pudo recomponerse y restablecer la gobernabilidad con el gobierno de los Kirchner, gracias a la expansión del mercado para exportaciones derivado del crecimiento de la economía china. Hoy el panorama económico es totalmente distinto al de hace 20 años . Todos los principales países capitalistas, además de China, están entrando en crisis, resultado de contradicciones económicas que vienen acumulando desde 2008 y antes. Frente al colapso de 2008 y la pandemia del COVID-19 en 2020, todos los gobiernos capitalistas emitieron enormes cantidades de dinero, que no tenían, para evitar el colapso económico. Pero además de no resolver los profundos problemas del sistema, esto produjo una ola de inflación que apretó los bolsillos de las familias trabajadoras y generó pánico en las bolsas de valores a nivel global. Ningún país tiene una perspectiva de fuerte crecimiento, muchos seguirán a Argentina hacia recesiones o depresiones.
Estas condiciones económicas, los ataques del gobierno ultra-reacionario de Milei, la bancarrota del reformismo y la creciente lucha de clases se siente antes que nada en las capas más sensibles de la clase trabajadora: la vanguardia, la juventud, las y los estudiantes y las bases militantes sindicales. Estas capas están buscando verdaderas respuestas a esta situación. Los más avanzados reconocen que el sistema capitalista no les ofrece una salida y están reclamando el comunismo. Los miembros de la Corriente Socialista Militante hemos decidido dar el paso necesario para estar a la altura de este momento histórico, para conectar con estos jóvenes y trabajadores y lanzar una nueva organización: la Organización Comunista Militante.
Esta decisión fue votada en un plenario nacional de toda la militancia el 25 de mayo, que fue precedido por discusiones políticas en todos los grupos de base a lo largo del país. Acordamos que el momento político es adecuado para este paso adelante. Queremos dar una lucha política para recuperar las verdaderas ideas del comunismo: las ideas de Marx, Engels, Lenin y de Trotsky, las banderas del Bolchevismo.
Nuestra intención es construir una organización para todos y todas las que han llegado a esas conclusiones comunistas, los que desean entender nuestra realidad y dedicarse a la militancia para construir el arma de lucha más consecuente en la guerra de clases: el Partido Marxista. Hemos visto abundantemente que la energía y sacrificio de las masas trabajadoras es más que suficiente para llevar a cabo una revolución que rompa con el poder de la burguesía y su Estado. Pero sin un Partido Revolucionario que pueda ganar la dirección de la clase para mostrar el camino hacia la victoria de esta revolución, la energía será gastada y se disipará como vapor sin caja de pistón. El planteo de Trotsky acerca de que la principal crisis de la clase trabajadora es la crisis histórica de la dirección del proletariado se ha mostrado correcta una y otra vez. Pero esta dirección no puede ser construida en el calor de una revolución, sino a través del trabajo determinado de años de organización, preparación y fortalecimiento.
El comunismo es internacional o no es nada. La Organización Comunista Militante es nada más que la sección en Argentina de la Internacional Comunista Revolucionaria, la única organización internacional revolucionaria digna de este nombre. La ICR es producto de años de preparación política de sus secciones oficiales en más de 40 países en los cinco continentes, y sus grupos en más de 20 países. Esta internacional se lanzará en una conferencia mundial el 10 de junio, y se votará el Manifiesto de la Internacional Comunista Revolucionaria. Esta conferencia será presenciada por miles de militantes comunistas reunidos en todo el mundo, y será acompañada de una Escuela Mundial de Comunismo del 10 al 15 de junio que se transmitirá en vivo a todo el mundo con traducción simultánea. Esta escuela cuenta con más de 20 sesiones sobre todos los aspectos del marxismo, desde los fundamentos de la dialéctica, el materialismo histórico, la economía del marxismo y lecciones del Bolchevismo, a las cuestiones más vigentes de hoy, como son el imperialismo y la guerra.
Si sos comunista, asistí a la Escuela Mundial de Comunismo, y sumate a construir la Organización Comunista Militante para tirar abajo el capitalismo y construir una sociedad verdaderamente humana. Una sociedad Comunista
La única solución es la revolución.