Continuando con su demagogia de arengar a las masas "por izquierda" e implementar políticas "por derecha", el gobierno de Kirchner ya tomó la decisión de privatizar el servicio ferroviario que une la Capital con Mar del Plata, actualmente gestionado por el gobierno de la provincia de Buenos Aires. Así, según Clarín: "La provincia de Buenos Aires lanzará una convocatoria para que inversores privados, cooperativas y compañías ferroviarias presenten proyectos e iniciativas para mejorar los trenes que hoy opera la estatal Ferrobaires, en especial el que va a Mar del Plata … La decisión de abrir un proceso de recepción de ideas y proyectos fue adoptada por el gobernador Felipe Solá ante la presión que había lanzado el Gobierno nacional para que la provincia salga a privatizar de inmediato el servicio a la costa atlántica. (Clarín, 27/02/04. Énfasis nuestro).
Como ocurrió con la línea estatal LAFSA y luego con el Correo, el gobierno de Kirchner está decidido no sólo a no reestatizar ni una sola de las compañías estatales privatizadas durante los años 90 por el menemismo, sino a privatizar las pocas actualmente existentes.
La excusa es, como no podía ser de otra manera, que el Estado no puede asumir el costo de mantenimiento del ramal, la misma excusa que Menem lanzó en su momento y que condujo al desmembramiento y destrucción del sistema ferroviario en la mayor parte del país, dándose la paradoja que el estado sigue aportando al sistema ferroviario la misma cantidad de plata que hace 10 años. La única diferencia es que antes ese dinero iba a mantener un sistema ferroviario que cumplía un fin social importante y que daba trabajo a 70.000 trabajadores, y ahora este dinero va directamente a los bolsillos de los nuevos empresarios ferroviarios que lucran a costa del dinero de las familias trabajadoras mientras mantienen un servicio pésimo y con 58.000 trabajadores ferroviarios menos, que fueron arrojados al pozo del desempleo.
Por supuesto, como en esta vida nada es gratis, el gobierno de la Nación considera conveniente además aumentar los subsidios a los trenes privados de la provincia, igual que hizo con los trenes metropolitanos y el subte: "Un primer paso de la "complementación" ferroviaria acordada entre Buenos Aires y la Nación sería el desembolso de las compensaciones atrasadas" (Clarín, 27/02/04).
Por otro lado, resulta ensordecedor el silencio mantenido hasta el momento por los dirigentes de los sindicatos ferroviarios sobre este tema.
Teniendo en cuenta la experiencia pasada y los desastrosos efectos de las privatizaciones, los trabajadores de Ferrobaires deberían organizar una asamblea para pronunciarse contra la privatización y obligar a sus dirigentes a que convoquen un plan de lucha contra la decisión del Gobierno, apelando además a la solidaridad del conjunto de los trabajadores ferroviarios.