Presupuesto Nacional 2006

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El proyecto de Presupuesto de la Nación para el 2006 está hecho a la medida de los intereses de los empresarios y, particularmente, de los pulpos financieros y usureros que lucran con la deuda pública

A la medida de los empresarios y el FMI

El proyecto de Presupuesto de la Nación para el 2006 está hecho a la medida de los intereses de los empresarios y, particularmente, de los pulpos financieros y usureros que lucran con la deuda pública.

El gobierno proyecta recaudar unos $133.000 millones, un 11,8% más. El IVA sigue siendo el principal impuesto, con una participación cercana al 30%. Este impuesto, que forma parte del precio de todos los productos de consumo, es el más injusto porque pagan lo mismo los ricos que los pobres.

De nuevo, se plantea el congelamiento de los salarios de los empleados públicos y de los $150 de los planes sociales. Tampoco hay previstas subas para las jubilaciones.

El gobierno vuelve a dedicar para el próximo año menos recursos a los planes sociales (principalmente al Plan Jefes y Jefas de Hogar), a pesar del aumento en el costo de vida y de no registrarse mejoras importantes en cuanto a reducción de la pobreza y el desempleo. Mientras en 2004 se asignaron $3.837 millones, en el 2006 esta cifra se reduce a $3.168 millones, un 17% menos.

De nuevo, el gobierno introduce engaños contables para ocultar un pago mayor de la deuda pública. Aunque prevé un superávit (sobrante descontado los gastos estatales) de $19.300 millones, como las cifras reales de inflación y de ingresos del Estado serán mayores a las planteadas por el Gobierno, el superávit será mucho mayor, unos $24.800 millones como prevé el Banco Río (Clarín, 9 octubre), equivalente al 4% del PBI. Este dinero será destinado fundamentalmente al pago de la deuda, y lo que sobre quedará acumulado en una caja para afrontar pagos de la deuda en años posteriores, en previsión de un menor crecimiento de la economía y de los ingresos del Estado, como reconoció el Ministro de Economía, Roberto Lavagna (Clarín, 29 de octubre).

Además hay que tener en cuenta que una parte de la deuda se ajusta de acuerdo a la inflación. De esta manera, a diferencia de lo que sucede con los trabajadores, jubilados y desocupados, el aumento de precios beneficia a los acreedores, generando mayores pagos. La inflación de 2005, en torno al 13%, generará un pago extra de $6.000 millones más de intereses, $300 millones más que el presupuesto de educación y casi 3 veces más que el de salud.

Las declaraciones hipócritas del gobierno contra el Fondo Monetario Internacional, no son otra cosa que un velo que pretende ocultar un ajuste brutal del gasto para que el superávit fiscal se destine a la deuda pública, a costa de las necesidades de los trabajadores y el pueblo pobre.

Otro dato destacado del presupuesto son las exenciones de impuestos otorgadas a las empresas, de manera que el Estado dejará de ingresar por este concepto $4.300 millones en lo que constituye un subsidio para los grandes grupos capitalistas que irá directamente a incrementar sus ganancias multimillonarias.

Una de las cifras más sangrantes y humillantes son los $762 millones previstos para la compra de combustible y gas a otros países ante el faltante de gas y petróleo, en un país netamente exportador de ambos recursos, permitiendo a las multinacionales petroleras mantener sus ganancias multimillonarias, a costa de exportar los recursos energéticos limitados que deberían estar en manos del Estado para el desarrollo de la sociedad y las necesidades de las familias trabajadoras.

En definitiva, se reafirma la actual política económica del gobierno, con mayores pagos de deuda y subsidios a las grandes empresas, y menos recursos para los trabajadores, desocupados, jubilados, y para el avance y desarrollo económico y social de nuestro país.