Por un Plan de lucha nacional de todos los empleados públicos

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La Jornada Nacional de Lucha con movilización convocada hoy por CTA, coincidiendo con paros y movilizaciones de empleados estatales, docentes, hospitales y otros sectores, es un paso adelante importante en la unificación de las luchas a nivel nacional, única manera en que podemos avanzar en la satisfacción de nuestros reclamos.
Todos los sectores estatales somos el blanco y las víctimas de la política económica del gobierno de Kirchner y de su ministro Lavagna: ajustes y recortes en los gastos públicos y los salarios de los trabajadores mientras que la plata del  superávit fiscal histórico se derrocha en las transferencias millonarias al FMI, a las privatizadas (aumentos de tarifas y subsidios directos) y en subsidios a las empresas.
 Hay que dotar la jornada de lucha de contenido: que CTA exija claramente incrementos salariales suficientes que cubran la canasta familiar ($1.600), con básicos mínimos mayores a la línea de pobreza ($ 800). Los jubilados, recibir el 100% del salario de los activos, que se blanqueen y efectivicen a los contratados y "en negro", y un aumento drástico en el dinero destinado a educación y salud.
Pero para conseguir esto, hay que cambiar radicalmente de política sindical. No puede ser que cientos de miles de empleados públicos de todo el país, llevemos meses movilizados en días diferentes, por zonas y por sector. Hay que unificar los esfuerzos y las luchas a nivel nacional y convertir la jornada de hoy en el comienzo de un plan de lucha, para que no quede como mera descompresión de la bronca acumulada. Debemos exigir que se comience un plan de paros semanales progresivos (24, 48, 72 hs.) de todos los empleados públicos (estatales, provinciales, docentes, salud, judiciales, sector industrial, etc) convocando los mismos días.
Golpear todos, juntos, los mismos días y al mismo tiempo. Esa es la    manera seria de luchar por nuestros reclamos. 
La CTA también ha convertido esta jornada de lucha en un reclamo para  obtener la personería gremial que el gobierno de Kirchner en complicidad con la burocracia sindical de la CGT le niega. Desde El Militante apoyamos absolutamente este reclamo. No puede ser que el sindicato que engloba al 30% de los trabajadores de nuestro país permanezca en el limbo de la representación gremial legal. Al mismo tiempo que exigimos a la dirección de la CTA el ejercicio y respeto de la más amplia democracia sindical dentro de sus estructuras y que cesen las persecuciones y trabas contra los activistas luchadores y opositores a las actuales conducciones gremiales.

Por un Plan de lucha nacional unificado de todos los empleados públicos.
Ningún trabajador bajo la línea de pobreza.
Por un sistema educativo y de salud público digno, igualitario y gratuito.
Que los dirigentes impulsen la lucha o que dejen paso a los luchadores.