Paraná Metal: hay que expropiar la empresa bajo control obrero

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El conflicto en Paraná Metal, ubicada en Villa Constitución, dura ya 3 meses, cuando la empresa suspendió a los 1.600 obreros sin pago de los salarios atrasados y otros ítems. Los trabajadores tercerizados tenían una deuda mayor. Conviene recordar que esta empresa estuvo subsidiada por el gobierno nacional durante un año y medio, cuando tenía récord de producción.

El conflicto en Paraná Metal, ubicada en Villa Constitución, dura ya 3 meses, cuando la empresa suspendió a los 1.600 obreros sin pago de los salarios atrasados y otros ítems. Los trabajadores tercerizados tenían una deuda mayor. Conviene recordar que esta empresa estuvo subsidiada por el gobierno nacional durante un año y medio, cuando tenía récord de producción.

 

Los trabajadores de Paraná Metal enfrentaron más de un mes en una carpa de resistencia frente a la planta mientras algunas de sus esposas buscaron la manera de ir paliando las necesidades surgidas de la crisis. Ya el 19 de diciembre hubo una importante marcha de solidaridad con cerca de 8000 trabajadores, cientos de ellos procedentes de Acindar y TenarisSiat, además de trabajadores y activistas políticos y gremiales provenientes de todo el cordón industrial.

 

Allí se leyó la Declaración del Plenario de Trabajadores de la Zona Sur de Santa Fe, "por una respuesta unificada de los trabajadores frente a la crisis", donde se expresaron los siguientes puntos: "no a los despidos y suspensiones", ""reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario", "fábrica que cierra, fábrica que se pondrá a funcionar por sus trabajadores", "ninguna rebaja salarial".

 

El 15 de enero vuelve a ver otra marcha masiva, que incluyó un corte de ocho horas en Empalme Villa Constitución. También se sumaron otros trabajadores de empresas en conflicto como General Motors e Indugraf y numerosas agrupaciones de izquierda y movimientos de trabajadores desocupados. Esta matcha se dio en el contexto de la declaraciones de la Viceministra santafesina, Ciciliani, cuando aseguró que "Paraná Metal, para subsistir, necesita ajustar". "Ciciliani dijo lo que muchos piensan y callan: pensar con la lógica de las patronales y no con la de la defensa del trabajo", denunció Gustavo Teres, Sec. Adjunto de la CTA Seccional Rosario y Sec. General de AMSAFE Rosario.

 

En los discursos se destacó el secretario general de ATE y dirigente de la CTA, Pablo Micheli, quien afirmó: "No podemos esperar que los empresarios sean solidarios. Hay lucha de clases y el gobierno debe garantizar que nuestros hijos no coman mierda. La CTA ha empezado a construir un paro nacional porque la crisis no la pagan los trabajadores. Que la paguen los que la generaron". Esto es muy correcto, y los dirigentes de la CTA deberían llevar esa propuesta de paro nacional a la CGT para que sea 100% efectivo. Lamentablemente,  desde entonces ni Micheli ni ningún otro dirigente nacional de la CTA volvió a referirse a la convocatoria de ese paro nacional.

 

Luego, la empresa fue adquirida por un empresario K, Cristóbal López (de triste recuerdo para los trabajadores de Casinos de Buenos Aires) y a través de negociaciones con el sindicato y el gobierno se llega un acuerdo aprobado por la mayoría de los trabajadores de aceptar suspensiones sin despidos, y percibiendo el 70 % de su salario. En la práctica fue un chantaje del gobierno y el sindicato nacional que jugaron con la incertidumbre y el miedo a la desocupación y la miseria de las familias obreras. Igual, fue una aceptación resignada, ni mucho menos entusiasta.

 

Finalmente, la empresa incumplió lo acordado -postergación en el pago de la deuda total- y los trabajadores volvieron al paro de actividades, luego se sumaron los contratados y cooperativas que también sufrieron la demora en el pago de la deuda. Cuando finalmente fue efectivizado el pago, la planta retomó sus funciones con un centenar aproximadamente de trabajadores y así sigue hasta el día de hoy. 

 

Pero esto no es más que una débil tregua. Hay que exigir la apertura de los libros de la empresa para que los trabajadores comprueben por sí mismos qué se hizo con la plata en estos años. Y si el empresario se muestra incapaz de encontrar una viabilidad a la empresa, ésta debe ser expropiada por el Estado, quien debería garantizar los salarios y prestaciones y puesta a funcionar bajo control obrero.

 

Para el lunes 16 de marzo, la UOM de Villa Constitución convocó a un plenario ampliado de delegados. Esta debe ser una instancia que hay que aprovechar para discutir un nuevo plan de lucha que asuma la exigencia de expropiación de Paraná Metal sin compensación, bajo control obrero.