La crisis del capitalismo y las tareas de los marxistas

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breadline_fdr_th.jpgEn la Escuela Internacional de la Corriente Marxista Internacional celebrada a finales de julio de este año, Alan Woods habló sobre la naturaleza de la crisis actual del capitalismo, trató la relación entre el ciclo económico y la lucha de clases, también analiza el tipo de recuperación que podemos esperar, considerando las enormes contradicciones que se han acumulado dentro del sistema.

En la Escuela Internacional de la Corriente Marxista Internacional celebrada a finales de julio de este año, Alan Woods habló sobre la naturaleza de la crisis actual del capitalismo, trató la relación entre el ciclo económico y la lucha de clases, también analiza el tipo de recuperación que podemos esperar, considerando las enormes contradicciones que se han acumulado dentro del sistema.

El ciclo económico y la lucha de clases

El mundo está experimentando la crisis más profunda desde los años treinta. Trotsky señaló que una de las tareas más difíciles y complicadas a la que se enfrentan los marxistas es responder a la pregunta: “¿Qué fase estamos pasando?”

breadline_fdr.jpgNo existe la crisis final del capitalismo. El ciclo boom-recesión ha sido una característica constante del capitalismo durante casi doscientos años. El sistema capitalista finalmente siempre consigue salir de incluso la crisis más profunda del sistema y será así hasta que sea derrocado por la clase obrera.

Esto es evidente. Pero la pregunta concreta es: ¿Cómo saldrán de la crisis y a qué coste? Y la segunda pregunta es: ¿cuál es la relación entre el ciclo económico y la conciencia de la clase obrera? Trotsky explicó en muchas ocasiones que la relación entre el ciclo económico y la conciencia no es una relación automática. Está condicionado por muchos factores, que deben ser analizados en concreto.

Hay dos maravillosos artículos de Trotsky que tratan esta cuestión: ‘Flujos y reflujos’, que se encuentra en ‘Los cinco primeros años de la Internacional Comunista’. El otro artículo de importancia fundamental fue escrito en 1932, es decir, durante la crisis profunda que siguió al crack de 1932. Se llama ‘El tercer período de los errores de la Comintern’ (8 de enero de 1930). Estos dos artículos merecen ser discutidos minuciosamente.

Es una proposición elemental del materialismo dialéctico que la conciencia humana es innatamente conservadora. A la mayoría de las personas no les gusta el cambio. Se resisten a las nuevas ideas. Se aferrarán a las formas e ideas existentes de la sociedad hasta que se vean obligados a abandonar estas ideas sobre la base los grandes martillazos de los acontecimientos.

La situación actual del capitalismo mundial recuerda a lo que dijo Trotsky en 1938: “Objetivamente hablando, las condiciones para la revolución socialista mundial no sólo están maduras y a punto, ¡sino que están podridas!” La situación ha revelado su bancarrota desde un punto de vista histórico. Eso está claro para todo el mundo. Y aquí llegamos a una contradicción, a una paradoja. Si esto es cierto, ¿por qué las fuerzas del marxismo aún siguen siendo una minúscula minoría?

La respuesta a esta pregunta es muy simple. La conciencia va muy rezagada de la situación objetiva. Las organizaciones de masas de la clase obrera están muy por detrás de la situación real. Sobre todo, la dirección del proletariado está muy por detrás de la situación objetiva.

Estos factores no caen del cielo, sino que han sido condicionados por décadas y generaciones de auge económico capitalista, de pleno empleo, relativas mejoras de los niveles de vida. Esta ha sido la situación, particularmente en las naciones capitalistas desarrolladas, no durante un período breve, sino a lo largo de un período de cincuenta años. Eso es lo que condiciona la conciencia de la clase obrera en Gran Bretaña, Francia, España y en EEUU. Por supuesto las condiciones en el llamado ‘tercer mundo’ son diferentes.

La conciencia de la clase obrera

Es un error muy serio para los revolucionarios confundir lo que nosotros comprendemos con cómo las masas ven las cosas. La mayoría de los trabajadores, debéis entender, las masas, no tienen la misma conciencia que los marxistas. El primer efecto de una crisis profunda, de una recesión profunda, y esta es una crisis profunda, en cuanto concierne a las masas, es una conmoción. Los trabajadores están aturdidos, traumatizados y no comprenden lo que está sucediendo.

La mayoría de ellos creen que la crisis será temporal. Sacan la conclusión de que si se ajustan los cinturones, hacen más sacrificios, agachan la cabeza, finalmente las cosas irán mejor y regresarán a las condiciones anteriores. Desde el punto de vista de la gente más corriente, esa es una suposición bastante lógica. Esta crisis parece ser algo anormal, algo fuera de lo corriente. Y la gente quiere regresar a los “buenos y viejos días”.

Los “dirigentes” de la clase obrera, los dirigentes sindicales, los líderes socialdemócratas, los antiguos comunistas, los dirigentes bolivarianos, todos estimulan la idea de que esta crisis es algo temporal. Imaginan que pueden resolver la situación haciendo algunos ajustes al sistema existente. Y cuando hablamos del factor subjetivo, la dirección, debemos también comprender que para nosotros la dirección de estas organizaciones no es un factor subjetivo. Es una parte importante de la situación objetiva, que durante un tiempo puede retener el proceso.

economy-green_shoots.jpgPor supuesto, esta idea de los reformistas, que todo lo necesario es más control y regulación, que podemos regresar a las condiciones anteriores, es falsa. Esta crisis no es una crisis normal, no es temporal. Marca una ruptura fundamental en el proceso. Eso no significa que pueda existir una recuperación temporal del ciclo comercial. Eso es inevitable en determinado momento.

En este momento de tiempo, los economistas y políticos burgueses, y por encima de todo, los reformistas, están buscando desesperadamente algún tipo de revitalización para salir de esta crisis. Miran hacia la recuperación del ciclo comercial en busca de salvación. Constantemente hablan de “brotes verdes” de recuperación. Pero esos “brotes verdes” son muy débiles y casi invisibles.

Las medidas que han adoptado todos los gobiernos capitalistas en el mundo, desde un punto de vista de la economía capitalista ortodoxa, son completamente irresponsables. La única explicación para estas medidas es el pánico. La clase dominante está aterrorizada ante las repercusiones sociales y políticas de la crisis económica. Por eso están inyectando grandes sumas de dinero a la economía y están creando unos niveles de endeudamiento sin precedentes. Todos reconocen que tarde o temprano las deudas se deben pagar, eso en sí mismo es una receta para una crisis gigantesca en el futuro.

¿Qué tipo de “recuperación”?

Es absolutamente claro que en determinado momento es inevitable algún tipo de recuperación en el ciclo comercial. Pero es igualmente claro que no resolverá ninguno de los problemas a los que se enfrenta el capitalismo. Todo lo contrario, preparará una nueva crisis económica más profunda, y sobre todo una profunda crisis social y política. La burguesía intenta desesperadamente recuperar el equilibrio económico, que ha quedado destrozado por el colapso de los últimos dieciocho meses. El problema al que se enfrentan es que todas las medidas que han adoptado para restaurar el equilibrio económico destruirán completamente el equilibrio social y político.

Hay un interesante artículo escrito por Trotsky en 1932, en el punto más bajo de la crisis económica, llamado: ‘Perspectivas de recuperación’, donde trata los efectos de la crisis económica sobre la conciencia de las masas. Él dice lo siguiente:

“El descontento, el deseo de escapar de la pobreza, el odio a los explotadores y a su sistema, todas estas emociones, ahora reprimidas y suprimidas por el terrible desempleo y la represión gubernamental, se expresarán con energía redoblada en cuanto asomen los primeros síntomas reales de resurgimiento industrial”.

Es una cuestión muy concreta. Los trabajadores ven que se cierran fábricas, que sus empleos están en riesgo, que sus familias están en riesgo, que los dirigentes sindicales no ofrecen ninguna alternativa. Así que esta situación tiene un efecto de contener temporalmente las huelgas. Pero cuando llega una recuperación incluso pequeña, y ven que los empresarios ya no despiden sino que contratan trabajadores y comienzan a llegar pedidos, eso puede actuar como un poderoso estímulo de la lucha económica.

Por ejemplo, existe sobreproducción de acero. Hay “demasiado acero” (para los límites del sistema capitalista). Eso está relacionado con una caída profunda de la producción de automóviles. Hay aproximadamente un 30 por ciento de exceso de capacidad en el sector del automóvil mundial. Y el exceso de capacidad es sólo otra manera de decir sobreproducción. Los manufactureros de automóviles están liquidando sus excedentes de mercancías, cerrando fábricas y despidiendo trabajadores. Pero cuando finalmente liquiden las existencias, habrá una pequeña mejoría, que servirá para animar a los trabajadores del automóvil para entrar en acción.

Tomemos un ejemplo histórico. En EEUU, desde 1929 a 1933, no hubo huelgas. Ni un movimiento, excepto revueltas de parados. Pero cuando hubo una pequeña recuperación, en 1933-1934, se dio el principio de una enorme oleada de huelgas y ocupaciones de fábrica, incluida la huelga de Minneapolis que fue dirigida por los trotskistas.

Eso tuvo un efecto inmediato en las organizaciones de masas en EEUU. Llevó a la creación del CIO, el Congreso de Organizaciones Industriales, que era una ruptura con los viejos sindicatos artesanales, la Federación Norteamericana del Trabajo. El CIO era un sindicato muy radical que organizaba anteriormente a los sectores no organizados de los trabajadores. Y veremos el mismo proceso de nuevo.

En el mismo artículo Trotsky escribe que un revolucionario debe ser paciente. La impaciencia es la madre del oportunismo y también del ultraizquierdismo. También escribe que cada militante del partido está obligado a afiliarse a los sindicatos. Insiste en la necesidad de que los revolucionarios establezcan vínculos estrechos con las organizaciones de masas, sobre todo los sindicatos. Eso no es casualidad. En una crisis, los trabajadores sienten la necesidad de entrar en las organizaciones de masas para defender sus intereses, y estas organizaciones se verán afectadas por la crisis.

La ceguera de la burguesía

Trotsky decía en El programa de transición que la burguesía se deslizaba hacia el desastre con los ojos cerrados. Estas palabras podrían haberse escrito ayer. La burguesía no entiende nada, no sabe lo que está sucediendo. Está en estado de pánico. Por eso toman medidas irresponsables. Es un síntoma de desesperación.

Eso una vez más no es casualidad. Lenin decía que un hombre al borde de un precipicio no razona, no piensa con racionalidad. Y el sector más ignorante y estúpido de los capitalistas son los economistas burgueses. Durante los últimos veinte años se jactaron y alardearon de que ya no habría más boom y recesión, que se había eliminado el ciclo. Es un hecho real que en todo el período anterior, durante décadas, los economistas burgueses nunca predijeron ni un solo boom y jamás pronosticaron una sola recesión.

Podría añadir que lo mismo se aplica a los economistas marxistas. Durante años he escuchado muchas teorías maravillosas planteadas por economistas muy inteligentes que pretendían ser capaces de saber cómo predecir el ciclo. Y os diré algo: deseo que tuvieran razón y que me dijeran en privado la fórmula. Podría hacer mucho dinero. Pero lamentablemente, tengo que decir que por lo que yo recuerdo, nuestras propias conjeturas de los movimientos específicos del ciclo económico la mayoría de las veces estuvieron equivocadas.

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Paul Krugman
Paul KrugmanEso no es casualidad. La economía no es una ciencia exacta. Nunca lo ha sido ni lo será. Todo lo que puede hacer es explicar los procesos subyacentes generales y hacer una conjetura sobre el ritmo de los acontecimientos. Sin embargo, sí que debemos reírnos un poco de los economistas burgueses. Elaboraron una maravillosa nueva teoría llamada la “hipótesis del mercado eficiente”. En realidad, es una teoría muy vieja, no hay nada nuevo en ella. Es la vieja idea de que “dejado a sí mismo el mercado resolverá todo. Él se equilibrará. Mientras el gobierno no interfiera, no distorsione este maravilloso mecanismo del mercado, tarde o temprano todo irá bien”. A lo que John Maynard Keynes respondía con una frase muy célebre: “Tarde o temprano todos estaremos muertos”.

No puedo resistirme a dar dos citas de destacados economistas burgueses que son una confesión de la bancarrota. Barry Eichengreen, un prominente historiador económico, que ahora escribe: “La crisis ha arrojado muchas dudas sobre lo que pensábamos sobre la economía”. Y Paul Kraugman, que recibió en 2008 el Premio Nobel de Economía: “Durante los últimos treinta años la teoría macroeconómica ha sido en el mejor de los casos espectacularmente inútil, y en el peor positivamente perjudicial”. Es decir, confiesan que no tienen la más mínima idea de economía.

Todo el sistema se resquebraja. Ahora intentan y se tranquilizan hablando de los “brotes verdes” de recuperación. Si se miran las cifras vemos que la economía norteamericana continúa su declive, especialmente el sector industrial. Aunque la caída parece menos abrupta de lo que era.

La deuda

Aquí tengo los datos del FMI que ha pronosticado una recuperación para el 2010. Es una conjetura, probablemente se equivocará, pero mencionaré de todas maneras los cálculos. Aquí está la maravillosa perspectiva para el próximo año: EEUU crecerá un 0,8 por ciento; Japón un 1,7 por ciento (que si se conoce la historia de Japón es muy pobre); China (que ha inyectado una gran cantidad de recursos para estimular la demanda) un 8,5 por ciento y la Unión Europea una caída del 0,1 por ciento.

Así que nos enfrentamos en el mejor de los casos a una recuperación muy débil, que irá acompañada, no de una mejora de los niveles de vida, sino de ataques feroces a los niveles de vida, recortes del gasto público y un aumento de los impuestos que recaerá sobre la clase obrera y clase media. ¿Es un escenario de paz social e inestabilidad? Una recuperación con estas características servirá para enfurecer a la clase obrera y eso irá acompañado por una oleada de huelgas y huelgas generales, podéis estar seguros de ello.

Tratemos ahora la cuestión de la deuda. La realidad es que la burguesía, particularmente en EEUU, está aterrorizada de los efectos de una recesión profunda que ha ido inyectando dinero y recursos en un intento desesperado de evitar una recesión aún mayor. Según el FMI, la deuda pública bruta de las diez naciones más ricas para el año 2010 será un 106 por ciento del PIB. En 2007 era un 78 por ciento. Eso significa un aumento de la deuda extra, en tres años, superior a nueve billones de dólares. Eso es increíble, no tiene precedentes en la historia. Y no se puede sostener.

En los años treinta Hitler recurrió a una política similar mediante un programa masivo de gasto armamentístico. En EEUU, Roosevelt recurrió al New Deal, que, a propósito, no resolvió la crisis en EEUU. Lo que resolvió el problema del desempleo en EEUU no fue el New Deal sino la Segunda Guerra Mundial. Lo mismo se aplica a Alemania. Hitler tuvo que ir a la guerra en 1938, sino lo hubiera hecho Alemania habría colapsado. Esa fue la razón fundamental de la Segunda Guerra Mundial: la necesidad imperativa del capitalismo alemán de resolver sus problemas a costa de Europa.

Hitler resolvió el problema con el expediente simple de invadir Europa y tomar toda la riqueza de Francia y sus otros rivales imperialistas. Sin embargo, la perspectiva de la guerra ahora está descartada. Hoy en día, los capitalistas europeos compiten con EEUU. ¿Quién va a luchar contra EEUU? La idea por sí sola es un chiste. En estas circunstancias no puede haber una guerra mundial. Por supuesto, habrá pequeñas guerras en todo momento. Iraq fue una guerra pequeña. Afganistán es una guerra pequeña. Hay una guerra pequeña en Somalia. Pero una guerra importante entre potencias imperialistas está descartada.

Hablaba de las cifras de deuda sin precedentes, pero tendría que decir que no tienen precedentes en tiempos de paz. La guerra es algo diferente. Después de la Segunda Guerra Mundial la deuda pública de Gran Bretaña era del 250 por ciento de su Producto Interior Bruto. Pero resolvieron estas deudas gracias al enorme auge económico posterior a 1945. No voy a entrar aquí en las razones que ya hemos tratado en documentos anteriores.

El auge de la posguerra duró unos treinta años (hasta 1974). Pero eso ya no está en el orden del día. Nada sugiere esta perspectiva. Los economistas burgueses están todos de acuerdo en que será un proceso largo y doloroso la salida del caos en el que ahora se encuentran. Y como no pueden ir a la guerra, entonces todas las contradicciones se reflejan internamente en una lucha de clases feroz. Esa es la perspectiva real para el próximo período.

La enorme acumulación de deuda significa ayos y décadas de profundos recortes y un régimen de austeridad permanente. Podemos expresar esto como una ecuación: la clase dominante de todos los países no puede mantener las concesiones que dio durante los últimos cincuenta a años pero la clase obrera no puede permitir más recortes de sus niveles de vida. Esa es una receta acabada para el enfrentamiento de clase en todas partes. En los países capitalistas desarrollados (incluidos países como Suecia, Suiza, Austria) la lucha de clases está en el orden del día. Esta perspectiva es la mejor desde nuestro punto de vista.

Todo un período de austeridad

Durante un período de cincuenta años, gracias al auge económico, en los países capitalistas desarrollados (Europa, EEUU, Japón, Australia, etc.,), la clase obrera y sus organizaciones pudieron conquistar al menos unas condiciones de existencia semi-civilizadas. Consideraban que estas condiciones eran normales porque nunca habían conocido otras. Pero los últimos cincuenta años no fueron normales en absoluto. Fue una excepción histórica, no la situación normal bajo el capitalismo.

Tomemos el ejemplo de las pensiones. El primer hombre que introdujo las pensiones fue Bismarck. Era un bonapartista reaccionario que introdujo las pensiones para todos los que tuviesen más de 70 años. En ese momento en Alemania la esperanza media de vida era de 45 años. ¡Bismarck era un hombre realmente inteligente! Hoy en día los trabajadores en muchos países consideran un derecho que cuando dejan de trabajar a los 60 o 65 años de edad tengan derecho a recibir algo de dinero del Estado. Piensan que es normal, un derecho automático. Pero no es normal ni automático.

Ahora la burguesía dice públicamente: no podemos ofrecer eso. No podemos permitirnos mantener a tantos viejos y personas improductivas. El problema es que la población vive demasiado tiempo. ¡Deberían hacernos un favor y morirse un poco antes! Citaremos una editorial de The Economist del 27 de junio: “Nos guste o no, estamos regresando al mundo pre-bismarckiano donde el trabajo no tenía un final formal”. En otras palabras, trabajar hasta caer muerto.

Atacarán las pensiones, empezando por EEUU. El presidente Obama representa la máscara sonriente del capitalismo. El hombre lleva una permanente sonrisa que parece un anuncio de pasta de dientes. Pero esta máscara sonriente y razonable se caerá muy rápidamente, detrás de la máscara sonriente la gente podrá ver la cara real, brutal, salvaje y fea del capitalismo. No es una cuestión de estupidez, ni que sean violentos (aunque algunos lo son), es una cuestión de absoluta necesidad. Desde un punto de vista capitalista no tienen otra opción.

Cuando dicen que no pueden ofrecer estas reformas, desde el punto de vista de la economía de mercado, están diciendo la verdad: deben recortar, recortar una vez más, incluso cuando hay un boom. British Airways recientemente pidió a los trabajadores que trabajaran a cambio de nada. “No podemos pagaros los salarios”, les dicen. En enero los camioneros, un sector poderoso de la clase obrera en EEUU, aceptaron una reducción salarial del diez por ciento.

¿Qué conclusiones se sacan de esto? ¿Qué hay bajo nivel de conciencia, que los trabajadores no son revolucionarios, las estupideces habituales que escuchamos a los revisionistas y las sectas? ¡No! No sacamos esa conclusión. Cosas como estas son una consecuencia inevitable de la fase actual que estamos pasando, la transición de un período a otro período muy diferente.

Fermento en la sociedad

Lo que hemos descrito no es un proceso simple ni uniforme. Incluso ahora se están produciendo algunas huelgas duras. Ha habido ocupaciones de fábrica, no sólo en América del Sur, sino incluso en Gran Gretaña ha habido algunas. Hace una semana hubo una ocupación en la Isla de White. No sé si los compañeros han oído hablar de la Isla de White. Es una pequeña isla en la costa sur de Inglaterra donde los ricos atracan sus yates, donde van de vacaciones, donde el Partido Conservador siempre gana con gran mayoría. Para los compañeros venezolanos sería como la Isla de Margarita, excepto que llueve todo el tiempo. Si no fuera así sería muy agradable.

Hace una semana hubo una ocupación de fábrica en la isla de White. Es un hecho significativo pero debemos tener cuidado con ello. Si dijéramos que ese es el cuadro general de los trabajadores en Gran Bretaña sería falso, no es el cuadro general, en esta etapa. Eso llegará después, pero aún no es el caso. Sin embargo, no se puede hacer un paralelismo automático entre las huelgas y la radicalización, que se puede expresar de muchas maneras. En una crisis profunda los marxistas no deben esperar inmediatamente mucha actividad huelguística, sería totalmente irreal. Hay un nivel de huelgas muy bajo en Gran Bretaña, Italia, Francia y EEUU. Pero eso no agota la cuestión.

En la sociedad hay un enorme fermento, el nivel de extensión del cuestionamiento del sistema capitalista no ha existido antes. Ese es nuestro terreno, un terreno en el cual nuestras ideas pueden tener un gran impacto. Eso representa un cambio y es importante. Debe crear unas condiciones favorables para el desarrollo de la corriente marxista. Ya dije que en EEUU desde 1929 a 1933 no hubo casi huelgas, pero el Partido Comunista Norteamericano creció muy rápidamente en aquella época, entre los parados y negros en particular.

El “Tercer Mundo”

Lo que es cierto para los países capitalistas desarrollado lo es diez vez más para el llamado “tercer mundo”. No me gusta la expresión “tercer mundo”, creo que es una expresión acientífica pero no tengo una alternativa. Nosotros hacemos referencia a las zonas de Asia, América Latina, Oriente Medio y África.

Cuando Marx dijo que la elección para la humanidad era socialismo o barbarie, eso es literalmente verdad. El África Subsahariana vive una pesadilla absoluta, incluso durante el boom, un terrible genocidio en Ruanda, una horrible guerra civil en El Congo de la que nadie habla, en la que han muerto masacradas entre cinco y seis millones de personas. Ahora se está produciendo una guerra espantosa en Somalia. Recientemente un estratega estadounidense dijo: “todos están preocupados pro Afganistán, pero deberían preocuparse más por Pakistán y Somalia donde se pueden tener acontecimientos similares”.

Pero incluso en África hay países claves donde existe una clase obrera poderosa: Nigeria, Egipto, donde ha habido grandes huelgas. Pero el país clave en el África negra es Sudáfrica. El ANC llegó al poder sobre la base de una traición, una rendición absoluta. Las masas de trabajadores negros apenas han conseguido nada. Todo lo que ha sucedido es la existencia de una burguesía negra y una clase media negra que se han fusionado con los explotadores blancos, con un sector burgués del ANC encabezado por Thabo Mbeki. Él era un estalinista que se ha convertido en burgués y eso ha producido una escisión abierta en el ANC.

Sudáfrica se ha visto seriamente afectada por la crisis económica, aunque no tuvo crisis durante 17 años. Ahora está en profunda recesión, la tasa oficial de desempleo es del 23,5 por ciento, la real es mucho más elevada. Zuma ha sustituido a Mbeki y está claro que los trabajadores negros pensaban que Zuma representaba un giro a la izquierda, que iba a defender sus intereses. Pero la semana pasado una gran huelga en Sudáfrica. Comenzó con los trabajadores de autobuses, pero el lunes y el martes de esta semana hubo grades huelgas en todas las ciudades importantes de Sudáfrica, no sólo de autobuses, sino también de clínicas, vigilantes del tráfico, bibliotecas, parques, el sector público en general. El sindicato de trabajadores municipales está exigiendo un aumento salarial del 15 por ciento. Hubo enfrentamientos con la policía, levantaron barricadas y quemaron neumáticos, la policía disparó balas de goma. Al menos 12 trabajadores resultaron heridos en estos enfrentamientos y eso continúa. Así que el movimiento revolucionario se está extendiendo al país clave de África, que es Sudáfrica.

No hablaré mucho de América Latina porque hemos discutido ya bastante. Sigue, por supuesto, siendo un sector clave de la revolución mundial. En Venezuela la revolución dura ya más de diez años, es una situación increíble, no se conoce en la historia una situación que haya durado tanto. Pero está el problema de la dirección. Chávez es un hombre muy valiente y honesto, pero se comporta de manera empírica, improvisa, conformando el programa según avanza. Intenta equilibrarse entre la clase obrera y la burguesía, eso es imposible, no se puede mantener esa situación.

Fue capaz de mantener esa situación durante tanto tiempo debido a la situación económica. Como decía Lenin, la política es economía concentrada. El alto precio del petróleo le ha salvado. Pudo hacer concesiones, reformas, las misiones y otras cosas por el estilo, pero eso se ha terminado. Los precios del petróleo han caído. Se han recuperado un poco pero no suficiente. Según los datos que he visto, la inflación es aproximadamente de un 30 por ciento, por lo tanto, se ha producido una caída de los salarios reales. Muchos de los plantes de bienestar social se han recortado y el desempleo está aumentando.

No dudo de que los trabajadores venezolanos aún son leales a Chávez, pero tampoco tengo ninguna duda de que muchos trabajadores, incluso chavistas convencidos, están diciendo y pensando: ¿qué tipo de revolución es esta? ¿Qué tipo de socialismo es este? ¿Va a resolver nuestros problemas o no? Y eso debe tener un reflejo dentro del Partido Socialista, el PSUV, que celebra su congreso este otoño.

El partido está muy burocratizado y la dirección está dominada por los reformistas, pero llegará la presión desde abajo. Hay una profunda polarización entre izquierda y derecha dentro de Venezuela y esta polarización se debe reflejar también dentro del movimiento bolivariano. Y eso sería una condición muy favorable para la corriente marxista.

Podemos que teníamos razón cuando insistíamos persistentemente en el papel central de las organizaciones de masas. En Sudáfrica dijimos que el movimiento debía pasar por el ANC y el Partido Comunista Sudafricano y, por supuesto, los sindicatos, el COSATU. Con un poco de retraso, en general los procesos se han retrasado debido a la situación económica. Debemos ser pacientes. Pero en Sudáfrica nuestras perspectivas se están reproduciendo ante nuestros ojos.

Y en Venezuela ocurrirá igual, porque los compañeros han hecho un maravilloso trabajo en Venezuela, combinando la firmeza teórica con la flexibilidad táctica necesaria, siempre insistiendo en el papel del movimiento bolivariano y el PSUV. En los próximos dos años creo que se creará la base para una oposición de izquierdas de masas dentro del PSUV, donde participaremos, por supuesto, abonándola con las ideas del marxismo.

En México, otra vez, vemos la importancia de la dirección. En 2006, López Obrador con sólo levantar un dedo podría haber conseguido el éxito de la revolución socialista en México, cuando millones de personas habían salido a las calles. Pero como López Obrador es quién es, creo que tenía más miedo al movimiento que incluso a Calderón, intentó frenar el movimiento. Y, por lo tanto, lógicamente la gente se desanimó En las últimas elecciones el PRD sufrió una derrota y el viejo PRI consiguió un gran apoyo.

¿Significa eso que los trabajadores mexicanos son reaccionarios o que de repente se han vuelto conservadores? Debemos entender la psicología de los trabajadores mexicanos. Apoyaron al PRD, apoyaron a López Obrador, pero hay una crisis económica muy seria en México. Zonas enteras de México dependen del trabajo de los emigrantes en EEUU (incluso es más cierto en América Central, como vimos en Honduras o El Salvador). Cuando estos trabajadores emigrantes son despedidos ya no pueden enviar dinero a sus familias. Es una catástrofe. Eso explica las convulsiones en Honduras. Habrá convulsiones similares en todos los países de Centroamérica.

Pero los trabajadores son muy prácticos. Un trabajador mexicano mira al PRD y a sus dirigentes y dice: “Estas personas son inútiles, no hacen nada. Necesito comer. Necesito un empleo. Cuando el PRI estaba en el poder sabíamos que eran gánsteres, pero al menos me daban algo de comer, tenía un empleo”. Así que muchos votaron al PRI para ver si hacía algo por ellos. No lo hará y el PRI pronto se desacreditará. El PRD se recuperará sobre la base de un nuevo movimiento a la izquierda.

¿Amenaza de fascismo?

En esta situación, una situación transicional en la que tendremos todo tipo de contradicciones, no sólo en América del Sur, sino también en Europa y en general. En las recientes elecciones europeas los socialdemócratas han sufrido una dura derrota y en algunos países ha ganado apoyo la ultraizquierda. Sabemos que las sectas ultraizquierdistas tienen serios problemas psicológicos. Sufren de un tic nervioso y allí donde los partidos de ultraderecha ganan unos cuantos votos, inmediatamente comienzan a hacer sonar el tambor y gritan: “¡Fascismo, fascismo, fascismo!”

Esta es una locura sinsentido. La correlación de fuerzas de clase en todos los países descarta la posibilidad del fascismo en este momento. Antes de la guerra, en países como Italia, Alemania e incluso España, la clase obrera era una minoría. Incluso en Alemania existía un enorme campesinado que fácilmente podía ser reclutado por los argumentos demagógicos de los partidos de extrema derecha y fascistas. Incluso en Francia esa era la situación antes de la guerra. Ahora todo eso ha terminado. El campesinado casi ha desaparecido en la mayoría de países europeos y la clase obrera es una mayoría decisiva de la sociedad.

En los años treinta los estudiantes en todos los países eran los hijos (entonces había muy pocas mujeres en las universidades) de los ricos. La mayoría eran conservadores y un gran número eran fascistas y nazis. En Gran Bretaña en 1926 los estudiantes eran los rompehuelgas. En Alemania, Italia y Austria la mayoría eran fascistas. ¿Esa es ahora la situación? Decidme un país en el mundo donde los fascistas controlen a los estudiantes. Al contrario, en casi todos los países los estudiantes son de izquierdas o incluso revolucionarios.

Por tanto, es ridículo hablar del fascismo en los mismos términos que en los años treinta. Allí donde existen, los fascistas son pequeñas organizaciones. Pueden ser particularmente violentas y realizar provocaciones, pero en ningún momento existe la posibilidad de que lleguen al poder. En cualquier caso, la clase dominante sólo recurrirá a la reacción desnuda después de que la clase obrera haya sufrido una serie de duras derrotas. Eso sucedió en Alemania, también en Italia y en España en el período de 1919-1939. Por tanto, mucho antes de que se plantee la cuestión de la reacción, los trabajadores en Europa y América Latina intentarán una y otra vez llegar al poder. Esa es la situación real.

En Bolivia se podría decir que hay un movimiento fascista. Al menos hay fascistas implicados en el movimiento opositor de derechas. La heroica clase obrera boliviana en los últimos años, al menos en dos ocasiones, podía haber tomado fácilmente el poder. Si no llegaron al poder no fue su fallo, sino la confusión y una dirección inadecuada. Los trabajadores bolivianos protagonizaron dos insurrecciones. Derrocaron a dos gobiernos y os pregunto: ¿qué más se les puede pedir a los trabajadores bolivianos? ¿Qué más se espera que hagan? Pero fracasaron debido a la dirección que no tenía una perspectiva de tomar el poder.

Por lo tanto la situación llevó al gobierno reformismo de Evo Morales. Eso ha abierto un período de profunda lucha de clases en Bolivia que aún no se ha resuelto. Depende de la capacidad de los marxistas bolivianos en la construcción de una dirección y estoy contento con anunciar que la CMI acaba de aprobar la afiliación de dos secciones muy importantes: la sección boliviana y la marroquí.

Relaciones Mundiales

La situación mundial ahora es similar a las aguas inexploradas. Ahora los norteamericanos intentan salir de Iraq. Obama es un “hombre de paz” y quiere sacar al as tropas de Iraq y enviarlas a Afganistán. Si yo fuera un soldado norteamericano en Bagdad creo que preferiría quedarme ahí. No pueden ganar la guerra en Afganistán y han desestabilizado Pakistán.

afghanistan-latuff-afghanistan_obama.gifEn el CEI hemos tenido una discusión sobre Hundirás y está muy claro que la clase dominante estadounidenses está dividida. Está claro que la CIA y esta mafia reaccionaria ha estado implicada en el golpe de Honduras. Pero eso no conviene a Obama. Quiere una política exterior diferente, una política exterior más “inteligente” que la de su predecesor. George Bush era un representante particularmente estúpido del capitalismo norteamericano. Creo que ni siquiera ha leído un libro, excepto quizá la Biblia, no creo que haya pasado más allá del primer capítulo del Génesis. Si pudiésemos acercarnos a George Bush y examinar su oído, sería capaces de ver la luz al otro lado. Representa al sector más estúpido y reaccionario de la clase dominante estadounidense, la mafia texana. Aún es muy influyente

Bush quería probar misiles nucleares en la República Checa y en Polonia, algo que no gustó mucho a los rusos. ¡Por alguna razón pensaban que estos misiles iban dirigidos contra ellos George Bush dijo, no, no, no, no van dirigidos contra Rusia, no os preocupéis, van dirigidos contra Irán. ¡Así que puso misiles en Polonia apuntando directamente a Irán! Eso es una locura y los rusos no se lo creyeron. Dijeron que ya bastaba. Lo hicieron de una manera elocuente, invadiendo Georgia. Y dijeron a los norteamericanos: “¡basta ya!”

Obama fue a visitar al presidente ruso Medvedev y llevó con él su sonrisa de pasta de dientes. Por supuesto, no trató nada con Medvedev sino con Putin, el primero es su títere. Así que intentó utilizar su sonrisa pero no tuvo ningún efecto. Putin dijo que no le importaba la sonrisa del presidente y que sacara los misiles de Polonia. Eso es todo lo que tenían que hacer. Esto demuestra los límites del poder del imperialismo norteamericano.

Oriente Medio demuestra la idiotez de la política de Bush. Lo único que consiguieron es desestabilizar toda la región. Todos los regímenes pro-occidentales penden de un hilo. Arabia Saudí pende de un hilo, Egipto, Líbano, Jordania y Marruecos también. Las elites dominantes estaban aterrorizadas con las manifestaciones que se produjeron durante la guerra de Gaza.

En enero escribí un artículo sobre la guerra en Gaza. Eso fue antes de que Obama fuera elegido. En ese artículo pronostiqué que Obama inmediatamente intentaría llegar a un acuerdo con Siria e Irán, tan pronto como saliera elegido, para salir de Iraq. Eso es precisamente lo que ha sucedido. Como expliqué, parte de la razón de la invasión de Gaza era una advertencia de los israelíes a Obama, le dijeron: “no olvides que estamos aquí. No pienses que puedes llegar a un acuerdo a nuestras espaldas”, porque Irán y Siria pedirán ciertas cosas a cambio por la colaboración con EEUU. “No puedes hacer nada en Oriente Medio sin nuestro permiso”. Y esa es la realidad.

A Obama le gustaría llegar a un acuerdo con los palestinos, eso ayudaría a sus amigos en Oriente Medio, sería muy útil para él. Pero los imperialistas israelíes tienen sus propios intereses y no están dispuestos a llegar a un acuerdo. Nentayahu dice: “sí, aceptamos el acuerdo” pero pone condiciones que los palestinos nunca podrán aceptar. Deben ser desarmados, en realidad, deben aceptar el control de Israel.

¿Qué tipo de Estado es ese? ¿Qué tipo de independencia es esa? Eso me recuerda a la famosa frase de Marlon Brando en la película El Padrino. “Le hice una oferta que no podía rechazar!” Claro que Netanyahu dice lo mismo: “Le hice una oferta que no podía rechazar!” Todos son mafiosos. Pero así es la diplomacia burguesa. Y repito lo que hemos dicho en muchas ocasiones: no hay solución al problema palestino sobre la base del capitalismo.

Irán

Lo que sucedió en Irán pilló a muchos por sorpresa. Parecía como un relámpago en un cielo azul claro. Pero los cambios bruscos y repentinos de este tipo están implícitos en la situación. En realidad estos acontecimientos ya los pronosticó esta Internacional, no ahora, sino hace diez años, cuando estalló el primer movimiento estudiantil.

Y en aquel momento yo escribí un artículo titulado: Los primeros disparos de la revolución iraní. Y ahora vemos el segundo capítulo. Compañeros, ¡qué maravilloso movimiento estamos viendo! Fue una inspiración. Después de treinta años de la dictadura más salvaje y brutal, un régimen monstruos, basado en una combinación de extrema reacción y fanatismo religioso, utilizando la represión, el asesinato, secuestro, tortura, vimos la explosiva entrada de las masas en la escena de la historia.

Esta es la respuesta final a todos los cobardes y escépticos, a los cínicos, ex – marxistas, ex – comunistas y a todos los demás que cuestionaron la posibilidad de los movimientos revolucionarios en la época actual. A pesar de toda la represión terrible millones salieron a las calles de Teherán, quizá dos millones. Fue un movimiento revolucionario asombroso. Y aún los presuntos “izquierdistas”, los supuestos marxistas, como James Petras, que sólo han cometido un pequeño error: no son capaces de ver la diferencia entre revolución y contrarrevolución.

Lenin explicó las cuatro condiciones para la revolución. Antes las hemos mencionado pero lo haremos de nuevo. La primera es una división por arriba, una división en la clase dominante, que la clase dominante no se capaz de gobernar con los métodos del pasado. Durante treinta años la población de Irán ha languidecido bajo este gobierno violento, que es opresivo hasta en los más mínimos detalles de la vida cotidiana. Los mulás intentan controlar cómo piensa la población, cómo vive, qué hacen, qué llevan puesto. Irán es un país muy joven, es un país muy grande y el 70 por ciento de la población tiene menos de 30 años de edad, no han conocido otro régimen. Y después de treinta años las masas están hartas de los mulás.

El ayatolá Jomeini presentaba la imagen de Mister Limpio, frente a la ostentosa corrupción del Sha y su banda pro-imperialista. A propósito, que hedor, disgusto e hipocresía de los presuntos demócratas de occidente. En 1953, cuando había un gobierno democrático burgués, la única vez en la historia de Irán que ha habido un gobierno de este tipo, encabezado por el liberal Mosaddeq, estos gánsteres imperialistas quería controlar la riqueza petrolera del país. Los británicos, los norteamericanos, la CIA, derrocaron a Mosaddeq e impuso la dictadura brutal del Sha, que fue una de las dictaduras más sangrientas conocidas en el siglo XX.

El régimen del Sha era corrupto. La población en este país rico petrolero pasaba hambre y el Sha protagonizaba espectáculos públicos caracterizados por el lujo más obsceno. El Sha tenía un enorme aparato represor, uno de los ejércitos más grandes del mundo, la policía secreta era conocida como la Savak, que tenía el control de cada uno de los aspectos de la vida cotidiana, era muy eficiente, como la Gestapo. Tenía la costumbre de quemar a la gente hasta que moría con descargas eléctricas. Esa era el régimen impuesto por los británicos y norteamericanos, apoyado hasta el final por ellos.

Eso terminó con en la revolución de 1979, donde los trabajadores iraníes jugaron un papel clave. Se enfrentaron en las calles al aparato represor. No se conoce mucho que los trabajadores iraníes crearon soviets, conocidos como shoras. El poder estuvo al alcance de la clase obrera, desgraciadamente, el Partido Comunista Iraní no quiso tomar el poder. Ayudaron a los gánsteres de Jomeini a tomar el poder. Y Jomeini dijo, gracias e ilegalizó a los comunistas y los metió en prisión.

El precio pagado por el pueblo iraní fue monstruoso, la dictadura fundamentalista dura ya treinta años. Pero ahora este régimen está acabado. Lo único que lo mantiene es el miedo y como veis este miedo está desapareciendo. Siempre hay una parte cómica en la política, la política tiene una parte asombrosa. Y aquí la vemos. Es asombroso lo que ha sucedido. Kamenei, el Líder Supremo, estaba tan confiado que permitió una campaña electoral relativamente libre. Confiaba porque había amañado las lecciones. Los mulás revisaron los candidatos y eliminaron a 400, los cuatro que dejaron eran todos hombres del régimen, no había problema. O eso parecía…

Pero después sucedió algo extraño. Hegel decía, y Hegel lo repetía, que la necesidad se expresa a través del accidente. Este Mousavi era una figura accidental, parte el régimen. Fue el primer ministro durante la guerra con Iraq. Pero después hubo algunos debates en televisión y se planteó la cuestión de la economía, y esa es la base de la situación de Irán, ya que el precio del petróleo ha caído. Había mucho descontento y los debates despertaron mucho interés.

A propósito, es cierto que Ahmadineyad hizo algunas reformas. Pudo hacerlas, porque tenía el dinero del petróleo. Dio subvenciones, sobre todo a los campesinos pobres en las aldeas, así que tiene cierto apoyo entre estos sectores. Pero ese apoyo se ha erosionado cada vez más, las condiciones de las masas han empeorado y ha habido una oleada de huelgas en Irán. Por lo tanto, sucedió algo extraño en la campaña electoral. En el pasado la población no tenía interés en las elecciones, la mayoría ni se molestaba en ir a votar. Pero en estas elecciones hubo grandes mítines en Teherán. Este hecho de por sí ya indicaba un cambio de ambiente entre las masas.

Aunque Mousavi no representa una oposición real, fue visto por las masas como el candidato de la oposición y por tanto se vio como una oportunidad de dar una patada al régimen. La mayoría de los observadores estaban convencidos de que Mousavi ganaría las elecciones. Es imposible decir los datos, nunca los sabremos, pero el régimen se equivocó. Ahmadineyad inmediatamente salió en televisión y anunció que había ganado por una gran mayoría. Incluso en un país capitalistas desarrollado se tarda tiempo antes de dar los resultados finales, Irán es un país muy grande con una infraestructura primitiva en las zonas rurales. ¿Cómo se pudo anunciar tan rápidamente?

Si hubiera dicho: “Gané por un margen pequeño”, quizá algunos se lo hubiesen creído. Pero en su lugar, anunció una gran mayoría y la gente no se lo creía. Hubo una reacción inmediata. La gente salió a las calles: estudiantes (al principio fueron principalmente estudiantes), también clases medias, profesores, gente que en el pasado apoyaba al régimen. Las mujeres jugaron un gran papel, porque las mujeres son las principales víctimas del régimen.

Recordaremos las condiciones planteadas por Lenin, las cuatro condiciones para la revolución:

1.- Que el régimen esté dividido, existe una crisis en el régimen.

2.- La clase media oscilando entre las fuerzas revolucionarias y la clase dominante.

3.- La clase obrera dispuesta a luchar y hacer grandes sacrificios.

4.- La existencia de un partido y dirección revolucionarios.

El régimen en Irán está dividido de arriba abajo. Eso siempre sucede al principio de cualquier revolución en toda la historia. Sucedió en Francia en 1789 y en Rusia en febrero de 1917. Cuando el régimen entra en un callejón sin salida, se refleja en dos fracciones por arriba. Una fracción dice debemos reformar por arriba para evitar una revolución por abajo. Y la otra dice no, si reformamos desde arriba estallará una revolución desde abajo, las dos cosas son verdad. Y ambas fracciones tienen razón.

En cuanto al segundo punto, la clase media no está oscilando, sino que está realmente de parte de la revolución. Hubo alguna participación de trabajadores, como los conductores de autobuses de Teherán, incluso se habló de huelga general, pero no se materializó, precisamente debido a la ausencia del último factor: un partido y dirección revolucionaria.

Fueron los movimientos e masas más grandes desde 1979. Pillaron al régimen por sorpresa. Pillaron a Mousavi por sorpresa. Sorprendieron a los estadounidenses. El argumento de que la CIA es responsable de este movimiento es una monstruosa invención. Mousavi hizo todo lo que estaba en su poder para bloquear este movimiento. Cada día decía: “no salgáis a las calles, os matarán. Quiero salvar vuestra vida”. Cada día decía esto y cada día salía más gente a las calles. No sólo estudiantes sino también capas medias.

The Economist describía a las personas que participaban en estas manifestaciones: una mezcla de estudiantes, clase media, mujeres, muchas mujeres, pero también pobres de los barrios pobres de Teherán, mujeres vestidas con un pañuelo en la cabeza y pobres, incluso mulás. Fue un movimiento colosal. Es el tipo de movimiento que se espera al principio de una verdadera revolución que sacude los cimientos de la sociedad. Las autoridades intentaron la represión, los basiji golpearon a la población. Hubo golpes, detenidos y algunos muertos. Pero nada los detuvo. En determinado momento hubo incluso síntomas de fisuras dentro de la policía.

Estas manifestaciones fueron extraordinarias porque nadie las organizó. Supongo que se puede utilizar el argumento del anarquismo. Fueron espontáneas, el boca a boca. La juventud utilizó los teléfonos móviles y toda la otra tecnología moderna que ahora está disponible.

El régimen intentó bloquear Internet y la red de telefonía móvil. ¿Cómo se puede detener un movimiento cuando no hay dirección ni a quien detener? Por eso no podían parar el movimiento. Los anarquistas sin duda estarían encantados con esa situación. Pero debemos señalar a los anarquistas que aunque había falta de dirección en un sentido era un punto fuerte, pero también un punto débil.

Al final el movimiento no consiguió sus objetivos. Debemos preguntarnos por qué. Este movimiento tenía dos debilidades fatales. En primer lugar, precisamente la debilidad que representa la espontaneidad. No había dirección, ni planificación ni estrategia. Es imposible mantener a las masas en las calles sin un plan. Finalmente el movimiento se disipará, como el vapor se disipa en el aire a menos que lo tengas concentrado en una caja de pistones.

Sobre todo no había participación de los trabajadores organizados. Esa era la segunda debilidad y decisiva. Eso de nuevo demuestra los límites de los dirigentes obreros en Irán. Ha habido muchas huelgas en el último período, pero en el momento decisivo ¿dónde estaba la dirección? Desgraciadamente, la presunta vanguardia obrera no apoyó el movimiento y no pidió a los trabajadores que se uniesen a él.

Tengo la impresión de que la supuesta vanguardia obrera son bien ex – estalinistas, desmoralizados o elementos de la vieja generación que están bajo la influencia de las ideas estalinistas. Quienquiera que sean, se comportaron muy mal. En 1930 Trotsky escribió un maravilloso artículo que se puede aplicar directamente a lo que está sucediendo en Irán. Se llama: La revolución española y la tarea de los comunistas. En aquel momento había grandes manifestantes estudiantiles y Trotsky insistía en que los trabajadores y comunistas español debían apoyar estas manifestaciones y plantear reivindicaciones democráticas y revolucionarias.

Desgraciadamente, los dirigentes obreros en Irán boicotearon las elecciones y también este movimiento, ese es un mal comportamiento. Una huelga general indefinida habría acabado con este régimen, especialmente si hubiera ido acompañada de la creación de soviets, o shoras, por utilizar la palabra farsi. La idea de una huelga general flotaba en el aire, incluso Mousavi tuvo que hacer referencia vagas a esa idea. Todo lo que se necesitaba era una fecha y eso habría bastado. Pero esa demanda nunca llegó.

Sobre la superficie parece que el régimen ha recuperado el control pero no es así. Nada se ha solucionado y las divisiones en el régimen ahora son abiertas. Ha habido escisiones por la izquierda (si se quiere llamar así a los reformistas) y también por la derecha. Particularmente interesante es el comportamiento de Rafsanjani, que es uno de los principales gánsteres del régimen, muy rico e inteligente. Ahora se ha pasado a la oposición.

Rafsanjani hace diez días asistió a la oración del viernes en una de las principales mezquitas de Teherán. Eso no es nada nuevo, lo hacen con frecuencia todos los líderes iraníes. Ahmadinejad también lo hizo recientemente, fue una reunión muy grande (para lo que suele ser)), congregó a más de 50.000 personas. ¿Cuántos fueron a la oración de Rafsanjani? ¡Un millón de personas! Quizá es que de repente un millón de personas tienen un interés ardiente de rezar a Alá. Es posible, pero no lo creo. Fue una manifestación política de masas. Y este mismo gánster, Rafsanjani, en la mezquita pronunció un discurso muy combativo.

Creo que no habló mucho sobre Alá, lo que hizo fue defender la democracia y dijo que las elecciones habían estado amañadas, dijo que era impermisible el uso de la violencia contra la población de Irán y pidió la liberación de todos los detenidos. Es asombroso. Incluso más interesante fue que contaba con el apoyo de destacados clérigos de la ciudad de Qom, que es el principal centro religioso de Irán. Creo que al menos cuatro de los cinco grandes ayatolás apoyaron a Rafsanjani. Eso significa una escisión abierta y parece que Jamenei está perdiendo el control.

Jamenei es el líder supremo, no sólo de las cuestiones religiosas, también es el líder supremo del Estado, controla el ejército, la policía, la judicatura, Rafsanjani le ha desafiado públicamente. Incluso más significativo, la noche antes de esa reunión, la noche del jueves, 24 altos mandos del ejército fueron detenidos. Dos de ellos eran generales. ¿Por qué les arrestaron? Iban a asistir a la oración del viernes con uniforme y eso representa un acto serio de rebelión.

Por lo tanto, todas las condiciones planteadas por Lenin para la revolución están presentes en Irán, excepto una, o para ser más exactos, una y media, porque el proletariado, de nuevo por la ausencia de dirección, no ha jugado el papel de dirección que debería jugar. Lenin escribió en 1905 que en una situación como esa, el proletariado debe ponerse a la cabeza de la nación. El proletariado y su partido deben luchar por las reivindicaciones democráticas revolucionarias más avanzadas, haciendo un llamamiento no sólo a los trabajadores, sino también a la clase media, estudiantes, jóvenes y mujeres.

Estas demandas democráticas se pueden resumir en una consigna, por una huelga general estatal y la creación de soviets (Shoras). Si lo hubieran hecho este régimen estaría acabado. Pensad en lo que eso significa. Imaginad el efecto de una revolución en Irán, imaginad el efecto que tendría en todos los países en esa zona, regímenes como Egipto, Jordania, Arabia Saudí, caerían una tras otro. ¿Por qué pensáis que los imperialistas han estado tan callados con lo que está sucediendo en Irán?

Os preguntaréis ¿qué forma tendría el nuevo gobierno? Y respondo: si existiera un Partido Bolchevique (incluso un partido de 8.000, como los bolcheviques en febrero de 1917), hablaríamos de una revolución proletaria clásica en Irán. Pero no existe ese partido. Por tanto es casi seguro que la revolución iraní pasará por una fase de un régimen parlamentario burgués de algún tipo, como sucedió en España después de 1931. Pero en condiciones de crisis económica, esa no será una receta para la paz, como sucedió en 1931 en España.

El derrocamiento del régimen sólo se ha pospuesto hasta la próxima crisis, que podría ser dentro de seis, doce meses o dos años. Pero es inevitable. Y eso abrirá un nuevo período tormentoso en Irán. No podemos precisar la naturaleza del régimen que surgirá. Pero os diré lo que no será: no puede ser otro régimen fundamentalista iraní, no después de los últimos treinta años. Eso se terminó. Y por lo tanto la revolución iraní, por primera vez, dejará a un lado toda esta locura del fundamentalismo que actualmente existe en Oriente Medio.

Perspectivas y tareas

Estamos entrando en un período revolucionario que dura ya algunos años, con alzas y bajas, como sucedió en España desde 1930 a 1937, pero en estas condiciones las masas aprenderán rápidamente. Nuestras ideas ya han encontrado un eco importante dentro del mismo Irán y en el próximo período aumentará.

Está claro que los estudiantes están sacando conclusiones. Pueden ver los límites de Mousavi y los reformistas. El hecho de que la web iraní de la CMI haya recibido cientos de visitas de estudiantes preguntando por el socialismo y el marxismo tiene un gran significado. Creo que la Corriente Marxista Internacional actuó muy rápidamente con relación a los acontecimientos en Irán. Puedo deciros que nuestros artículos fueron traducidos inmediatamente al farsi, el mismo día, fueron distribuidos en Irán y según nuestras noticias, han tenido una respuesta excelente.

De cualquier manera compañeros, no tengo tiempo para tocar los puntos más explosivos de la política mundial y no tengo tiempo para desarrollar estos puntos más. En conclusión, me gustaría decir lo siguiente: Lenin escribió un artículo titulado: Material inflamable en la política mundial. Compañeros, en todas partes hay material inflamable y están madurando las condiciones para la revolución.

Por supuesto, no debemos exagerar: aún está en sus primeras fases. Como decía Trotsky, necesitamos ser pacientes. Pero hay dos cosas claras: podemos ver al menos el principio del cambio de la conciencia de las masas. Millones de personas están cada vez más abiertas a las ideas del marxismo a un nivel no visto antes. Han paso casi cincuenta años desde que Ted Grant fundara esta tendencia y hemos visto antes grandes movimientos. Pero nunca hemos visto una situación como esta y no podemos pensar en ningún paralelismo con lo que ahora sucede.

El segundo punto y el último es el papel de esta Internacional. Nuestras fuerzas aún son muy pequeñas, estamos luchando por la construcción de los primeros núcleos de la CMI en muchos países, pero estamos iniciando el desarrollo. Y ahora no somos meros observadores, somos parte activa del movimiento en algunos países importantes. Por lo tanto, podemos tener mucha confianza en el futuro, tenemos las ideas correctas, las profundas y maravillosas ideas del marxismo. Tenemos las tácticas y métodos correctos, y sobre todo estamos decididos a vincular estas ideas con las organizaciones de masas de la clase obrera.

¡Compañeros! Podemos avanzar con absoluta confianza en las ideas del marxismo, confianza absoluta en el papel revolucionario de la clase obrera, absoluta confianza en nosotros mismos y absoluta confianza en la victoria de la Corriente Marxista Internacional.

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