La batalla de Oaxaca

En el quinto día de la ocupación militar en Oaxaca la burguesía mandó a sus esbirros a intentar ocupar el bastión de la resistencia, la ciudad universitaria, desde la cual el movimiento tiene informada a la población por medio de Radio Universidad. Las masas insurrectas dieron una lección al ejército, disfrazado de Policía Federal el cual tuvo que huir como ya tuvo que hacerlo ante los heroicos obreros de Lázaro Cardenas Michoacán. En el quinto día de la ocupación militar en Oaxaca la burguesía mandó a sus esbirros a intentar ocupar el bastión de la resistencia, la ciudad universitaria, desde la cual el movimiento tiene informada a la población por medio de Radio Universidad. Emplearon todo, gases lacrimógenos, chorros de agua con químicos, etc.

Seguramente mil 500 soldados equipados hasta los dientes apoyados por helicópteros hubiera sido suficiente en el caso de un grupúsculo de revoltosos, pero el movimiento dirigido por la APPO no es eso sino un pueblo insurrecto cansado de tanta vejación y burla, la respuesta al llamado a defender CU fue la llegada de miles de trabajadores armados con lo que podían y en un momento dado los atacantes quedaron rodeados, en lugar de pensar como ocupar CU tuvieron que reflexionar en ver como escapar del cerco. Las masas insurrectas dieron una lección al ejército, disfrazado de Policía Federal el cual tuvo que huir como ya tuvo que hacerlo ante los heroicos obreros de Lázaro Cardenas Michoacán.
La APPO inmediatamente llamó a la ofensiva proponiendo a la población de las siete regiones de Oaxaca concentrarse el domingo en la ciudad. Lo cual es totalmente correcto y debe ser secundado con acciones a nivel nacional e internacional como hemos señalado en otros artículos en Militante.

De todas las ciudades del país se están organizando en pequeños y grandes grupos de trabajadores, colonos, campesinos, estudiantes para participar en la batalla de Oaxaca. La barricada jugó su papel, hoy la batalla va más allá de la barricada, hoy se trata de preparar la ofensiva que haga retirar a la PFP de Oaxaca y que el gobierno y el gobernador entiendan que quién manda es el pueblo insurrecto, dirigido en el caso de Oaxaca por la APPO, representante de un poder alternativo que con todos sus aciertos y errores es mil veces más democrático que cualquier parlamento burgués.

Hoy los dirigentes del movimiento sólo tienen el privilegio de permanecer en el frente de la batalla y responder a las necesidades de la lucha, en caso contrario el movimiento mismo se ve en la necesidad de buscar otros.

Después de la humillación que el ejercito sufrió ayer es preciso prepararse, los caminos a Oaxaca están bloqueados, el ejercito controla las carreteras y detiene a quien osa integrarse a los insurrectos, las masas por su lado buscan , -y encontraran-, otros caminos para llegar a apoyar a sus compañeros y es preciso ser organizados y disciplinados para evitar facilitarles la tarea a las fuerzas represivas del Estado y lograr contar con la mayoría númerica necesaria para ganar definitivamente esta batalla.

Hay quién señala que el perdedor de la batalla del 2 de noviembre fue Vicente Fox, eso es falso, ese pobre diablo no sabe ni comprende lo que pasa. Podríamos decir que el primer acto de gobierno de Calderón ha sido el intento de toma de Oaxaca así que también podríamos señalar que esta es su primera derrota, la lucha de Oaxaca es ahora la punta de lanza de la lucha por derrocar a Calderón e, el cual al haber surgido del fraude sólo se puede sostener a partir del apoyo de las fuerzas represivas.

La derrota que debe sufrir en Oaxaca debe ser un primer paso para un movimiento que impida que tome posesión formalmente.

Gloria al bravo pueblo que al yugo enfrenta!

Viva la revolución mexicana!

Crear una, dos, tres Oaxacas!

Todos a unirnos a la insurrección primero en Oaxaca y luego por doquier!