Frente a la trampa del acuerdo precios-salarios: No al Pacto Social

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Lo sorprendente no es que se hayan producido mejoras en los índices sociales. La actividad económica está creciendo a una tasa del 9% cada año, situándose el nivel de creación de riqueza por encima del que existía antes de la última crisis, en 1998.Lo realmente llamativo es que estas mejoras hayan sido tan mezquinas, manteniéndose las condiciones de vida y de trabajo de la población muy por debajo de las existentes en aquel año.

Editorial de El Militante nro. 19

En los últimos 3 años, la economía Argentina ha estado creciendo a tasas anuales del 9%, una cifra muy elevada. El gobierno de Kirchner dice que ahora se abre la lucha por la redistribución de la riqueza ¿Debemos darle crédito? Es indudable que en los últimos dos años, en general, hubo una cierta mejora en el empleo y los salarios, como indica el siguiente cuadro:

Año…….Desempleo……..Empleo en negro Salario promedio ($)…Índice de pobreza
(% pobl.activa)……(% trabajadores)………………………………………………. (% población)

2004………..16,5 %………………….48,5 %……………………………$685……….. ……….. ………..42,5 %
2006………..12,5 %………………….46,1 %……………………………$800……….. ……….. ………..34,5 %

Fuente: INDEC

No podía ser de otra manera ya que estamos en el pico más alto del auge económico pero, sobre todo, se lo debemos a las grandes luchas de los trabajadores por mejorar sus condiciones de vida.
Lo sorprendente no es que se hayan producido mejoras en los índices sociales. La actividad económica está creciendo a una tasa del 9% cada año, situándose el nivel de creación de riqueza por encima del que existía antes de la última crisis, en 1998. Lo realmente llamativo es que estas mejoras hayan sido tan mezquinas, manteniéndose las condiciones de vida y de trabajo de la población muy por debajo de las existentes en aquel año.

Aumentó la desigualdad social

En términos reales; es decir, tomando en cuenta el efecto de la inflación, el salario promedio en 1998 era de $1.008, frente a los $800 de ahora.
Mientras que el 46,1% de los trabajadores están "en negro" (4,83 millones), en 1998 "sólo" lo estaban el 37,4%; es decir había 1 millón de trabajadores menos "en negro".
Mientras que el índice de pobreza afecta al 34,5% de la población (13,1 millones), en 1998 "sólo" afectaba al 28,8%; o sea, había 2,1 millones de pobres menos.
Todavía el 62% de la población no tiene cloacas y el 33% carece de agua potable (Clarín, 8/01/06). Y el 40% de las embarazadas lleguen al parto con anemia por falta de hierro, transmitiendo una anemia endémica a sus bebés recién nacidos. (Clarín, 2/12/05).
Lo que esto quiere decir, y Kirchner no lo explica, es que la burguesía argentina pretende eternizar el modelo de relaciones laborales de los últimos años con bajos salarios y condiciones laborales precarias. Por su carácter parásito, codicioso y rapaz necesita de estas condiciones laborales para abaratar sus costos, en lugar de invertir masivamente en modernizar sus instalaciones y tecnología. La codicia es la fuerza moral más importante del capitalismo, y nuestros capitalistas son muy codiciosos. Así, mientras que en los años 70 los ingresos del 10% más rico de la sociedad argentina eran 12 veces más grandes que los del 10% más pobre, ahora lo son 31 veces más grandes (INDEC. Clarín, 9 febrero).
Las luchas de los trabajadores para salir de la pobreza y de la precariedad laboral van contra estos intereses de la burguesía argentina que Kirchner dice querer reconstruir. Pero la política del gobierno también se posiciona contra sus supuestos deseos de justicia social. Tras cancelar la deuda con el FMI pagando 10.000 millones de dólares, este año se destinarán otros 12.000 millones al resto de los acreedores de la deuda pública, con nuevos ajustes en los gastos sociales y congelamiento de sueldos públicos y jubilaciones.

Un acuerdo “trampa” para frenar las luchas

Desde hace dos años se viene registrando un auge espectacular en las luchas del movimiento obrero en nuestro país. En el cuadro siguiente, podemos apreciar la evolución del movimiento huelguístico en los últimos años:

Año…………………………2001………….2002………..2003………………2004………..2005
Nº paros y conflictos…358………….285………….122………………….249…………..820

Fuente: Estudio Nueva Mayoría

Vemos claramente que existe una vinculación entre el movimiento huelguístico y el ciclo económico. Esta situación no es necesariamente mala, como imaginan los ultraizquierdistas. Después de años de postración y retrocesos, este auge en la economía está ayudando a fortalecer a la clase obrera, numérica y psicológicamente, está atizando sus luchas y aumentando su confianza en sí misma. En 2005 se triplicaron los paros y conflictos laborales con respecto al año 2004, la mayor conflictividad laboral de los últimos 15 años.
La perspectiva es que la lucha sindical mantenga su curso ascendente este año. La preocupación del gobierno y la patronal es evidente. Por eso están buscando incansablemente algún tipo de pacto social que modere los reclamos salariales.
La política gobierno-patronal en materia de precios es un chantaje para depositar sobre la clase obrera la responsabilidad por la suba de precios. El reciente acuerdo para mantener congelados 351 productos básicos durante un año es una trampa, porque no incluye los productos y marcas usualmente consumidos por las masas, no hay verdaderos mecanismos de control sobre el mismo y, además, incluye una cláusula que permitiría a los empresarios subir los precios "si aumentaran sus costos" (entiéndase: si aumentaran los salarios). Lo escandaloso es que los empresarios no arriesgan nada. Ya se aseguraron sus ganancias subiendo los precios en el último año, y lo siguen haciendo, y nos vuelven a pedir a cambio que los trabajadores nos apretemos el cinturón.
Por supuesto, la burocracia sindical estaría dispuesta a llegar a un acuerdo. Lo último que pretende es encabezar un proceso de luchas. Pero necesita algunas migajas a cambio. Y parece que Kirchner está dispuesto a ofrecérselas. Probablemente hará algunas concesiones en el impuesto a las ganancias para los sueldos de más de $1.800, subiendo la base imponible hasta $2.500 ó $3.000. Puede que también haya algunas migajas para los jubilados, como en la reforma de los planes sociales y el seguro de desempleo, elevando en algunas monedas estas prestaciones.
Hay que estar preparados para una campaña macartista en aquellas luchas dirigidas por el activismo obrero que tienda a romper este “pacto social”, como les ocurrió a los petroleros de Las Heras o a los trabajadores del Garrahan el año pasado.
Pero el "pacto social" es una apuesta arriesgada y no está claro que los trabajadores acaten un acuerdo a sus espaldas que no dará satisfacción a sus reclamos y necesidades. Además, la cuestión salarial no es lo único que inquieta a los trabajadores. Las condiciones de trabajo precarias, las largas jornadas de trabajo, las mil y una humillaciones cotidianas que están obligados a soportar en su centro de trabajo también añaden más vapor a la bronca acumulada. Los dirigentes sindicales están montados a lomos de un tigre. El malestar social va más allá de los reclamos laborales, como lo demuestran la pueblada de Las Heras y los cortes de ruta contra las subas de los impuestos municipales y los cortes de luz en numerosas localidades, o contra las papeleras en Entre Ríos.

Las tareas del activismo obrero

Por eso el activismo obrero y combativo, como el agrupado en el Movimiento Intersindical Clasista (MIC), tiene una oportunidad para emerger en los próximos meses como un referente incuestionable en capas más amplias de los trabajadores. Debe salir públicamente a denunciar la trampa de los acuerdos de precios entre el gobierno y las patronales. Frente al "pacto social", debe emplazar abiertamente a la dirigencia sindical para que unifique las luchas exigiendo salarios equivalentes a la canasta familiar ($1.800), la escala móvil precios-salarios, el blanqueo de todos los empleos, la reducción del IVA al 10,5% en los productos de la canasta familiar, y la jubilación con el 82% móvil. Debe advertir contra cualquier intento de las cúpulas sindicales por dividir, limitar o parar la luchas obreras. Una actitud activa y decidida del MIC acelerará su desarrollo e influencia en el seno del movimiento obrero.