Femicidio de Cecilia Strzyzowski ¡la lógica de un régimen feudal!

Como las réplicas de un terremoto, los asesinatos de mujeres -femicidios- en los feudos de las provincias del norte vinculan sistemáticamente a los hijos del poder.

Las réplicas del terremoto tienen relación con el régimen que nos gobierna y destruye las condiciones de vida de la clase trabajadora, hasta arrebatar la vida de las mujeres y cubrir los femicidios con un manto de impunidad.

La réplica de los femicidios en los regímenes feudales, vienen repitiéndose en estos 40 años de democracia burguesa: María Soledad en Catamarca en 1990, Leyla Bashier Nazar y Patricia Villalba durante los primeros meses del 2004 en Santiago del Estero, Paulina Lebbos en Tucumán en el año 2006. Las réplicas continúan y actualmente Cecilia Strzyzowski en la Provincia del Chaco, un femicidio que conmueve a todo el país, y hace ver las similitudes políticas que llevan al caso de Cecilia al encubrimiento e impunidad.

Las calles de la provincia del Chaco están siendo irrumpidas por miles de personas que marchan clamando justicia a un régimen que intenta seguir encubriendo y resistir bajo el manto de la impunidad de sus integrantes

Los regímenes feudales

Los sistemas conocidos comúnmente como “regímenes feudales” no están relacionados con restos precapitalistas, sino que se caracterizan por tener en el poder a gobernantes que se eternizan en él, habiendo elecciones regulares, estas no son libres ni justas porque el oficialismo tiene ventajas, imponiendo recursos y el aparato estatal, con relaciones clientelares y generando una capa en los de debajo de punteros, siendo casi imposible que pierda en las elecciones. Estas provincias que tienen este tipo de regímenes políticos reciben mucho dinero de transferencias federales para gastar, y recauda una magra cantidad de impuestos. El 90%, de los recursos que reciben por coparticipación es para su subsistencia.

El control sobre la prensa a través de la distribución arbitraria de la pauta oficial o la cooptación del Poder Judicial, es total; donde la libertad de expresión como derecho está suprimida.

La oposición tiene poco margen de maniobra y casi nula participación. Vemos entonces que los llamados “regímenes feudales” son el producto de gobernar las provincias de una manera antidemocrática, a merced de los intereses capitalistas que gobiernan sin división de poderes.

Cuando los asesinatos y/o femicidios ocurren en este tipo de regímenes y llegan a expandirse las voces que aclaman justicia por fuera del feudo, a veces, es, porque otro grupo de poder puja para ocupar el gobierno. En Chaco, Juntos por el Cambio, obtuvo más votos en las últimas elecciones de las PASO, en el mes de junio, cabalgando, de manera hipócrita, sobre un sentimiento genuino de repudio de los de abajo ante el femicidio de Cecilia.

Cecilia ¡un crimen que clama justicia!

Los medios nacionales visibilizan el femicidio de Cecilia Strzyzowski. Un crimen cometido por la familia Sena, enquistada en el poder del Gobierno de Capitanich en la provincia de Chaco.

Mediante engaños e ilusiones por parte de la pareja de Cecilia, Cesar Sena, logra que su pareja vaya a su casa y así entre él y sus padres la asesinan. Luego con ayuda de su chofer y otros cómplices, logran sacar el cuerpo de Cecilia de la casa de los Sena, y llevarla a una chanchería de su propiedad para ser alimento de los cerdos, para luego quemar y esparcir los restos en la ciudad. La investigación realizada hasta este momento logró reconstruir los últimos momentos de vida de la joven, aunque todavía no se saben los resultados de los análisis de ADN efectuados en los restos encontrados.

Similitudes con los otros femicidios

María Soledad Morales una adolescente catamarqueña que desapareció y su cuerpo fue encontrado dos días después en un basural a 7 km de la ciudad. El caso de María Soledad Morales fue emblemático: ese 8 de septiembre fue drogada, violada, asesinada y arrojada en un descampado a la vera de la ruta. Luis «El Flaco» Tula, su novio, un adulto doce años mayor que ella, fue acusado de entregarla a Guillermo Luque -hijo del entonces diputado nacional Ángel Luque-, quien la llevó a una fiesta en la que participaron Pablo y Diego Jalil (sobrinos del Intendente de la ciudad en ese entonces),Arnoldito Saadi (primo del gobernador Ramón Saadi) y Miguel Ferreyra (hijo del jefe de la policía), donde la drogaron con cocaína y abusaron sexualmente de ella varios hombres, todos los implicados en el femicidio tenían parentesco con el gobierno de turno. En 1998, ocho años después, Tula fue condenado a nueve años de prisión por ser partícipe secundario de la violación y asesinato y Guillermo Luque fue condenado a veintiún años de prisión como autor material del crimen.

Leyla Bashier Nazar y Patricia Villalba, 2 jóvenes santiagueñas asesinadas, y sus restos encontrados en un basural. Los huesos de la mano de Leyla Bashier, fueron encontrados en un zoológico privado (en la jaula de los pumas) propiedad que pertenecía a Antonio Mussa Azzar, subsecretario provincial de Informaciones, había sido hombre de inteligencia de la dictadura, curiosamente carcelero de Nina de Juárez la gobernadora justicialista.  Mussa Azzar, fue autor de los crímenes de Lesa Humanidad cometidos en la última dictadura.

Leyla Bashier Nazar, desapareció en enero del 2004, golpeada y asesinada supuestamente por Musita (hijo del subsecretario provincial de informaciones) junto a otros hombres que hasta ahora no se dan a conocer sus nombres, fue descuartizada y arrojada a los animales. Un destino similar tuvo Patricia Villalba, una verdulera que salió con un conocido carnicero, compañero de trabajo, José Lludgar, y éste le comentó sobre Leyla y su descuartizamiento. Para no dejar cabos sueltos, Mussa Azzar , envió a secuestrar y matar a Patricia, y tirar el cuerpo en La Dársena .

Paulina Lebbos, en febrero de 2006 en la provincia de Tucumán se denunciaba la desaparición de la joven estudiante de Comunicación de 24 años. Luego de dos semanas de la denuncia, apareció el cuerpo de Paulina a un costado de la Ruta 341, con evidentes pruebas de que había sido asesinada. Los investigadores del crimen ocultaron pruebas desde un principio. El rumor de que los “hijos del poder” estaban involucrados en el femicidio, creció día a día. Gabriel y Daniel Alperovich (hijos del exgobernador José Alperovich, hoy imputado por abuso sexual a su sobrina) y Sergio Kaleñuk (hijo de Alberto Kaleñuk, exsecretario privado de Alperovich), eran señalados como cómplices del homicidio. Los hijos de Alperovich fueron desvinculados de la causa por falta de prueba.

En los crímenes antes mencionados, como ocurre con el asesinato femicidio de Cecilia, todas las pruebas involucran a gente poderosa, “desaparecían (desaparecen)” a cada instante, otras veces se ocultaban con órdenes que provenían (provienen) de la casa de gobierno de: Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca, ahora Chaco. Se denunció, se denuncia, en cada uno de estos asesinatos, ahora caratulado bajo la Figura de FEMICIDIO, la red de IMPUNIDAD que los encubre.

El femicidio es una figura agravada del homicidio que se caracteriza por poner énfasis en la diferenciación que se hace en función del género del sujeto activo y del sujeto pasivo: se trata de un delito propio que sólo puede cometer un varón contra una mujer.

El termino femicidio se introdujo en la década del 70 por Diana Russel, para visibilizar la violencia en los crímenes cometidos por misoginia en contextos de desigualdad por razones de género y relaciones de poder. En el año 2012, en Argentina a través de la ley 26.791 reformó el artículo 80 del Código Penal para criminalizar de modo agravado los homicidios vinculados con la violencia por razones de género. 

La lucha contra la opresión de la mujer es una lucha de todos los días, la violencia de género, la violencia y acoso laboral, la discriminación que sufren las trabajadoras encuentra un fuerte acompañamiento y complicidad en una justicia de clase, que nada hacen para detener estos males.

Por eso ante esta situación es clave la organización socialista de las trabajadoras de manera independiente del Estado y sus podridas instituciones para desarrollar una política revolucionaria contra la violencia hacia la mujer. Basada en la unidad de mujeres y hombres, de la clase trabajadora, en la lucha de clases.

La lucha de Salta y Jujuy expande sus réplicas al conjunto de la Argentina, a pesar del tabicamiento consiente que hacen de las mismas. Nos encontramos en vísperas de sismos de mayor intensidad. Hay que derrumbar el edificio del capitalismo. La resolución definitiva de los asesinatos femicidios, de la opresión y explotación históricas que viven y padecen las mujeres de nuestra clase, solo podrá lograrse con la derrota definitiva del capitalismo y sus relaciones sociales de producción que resultan la base material de la opresión y la explotación.