Es necesario un plan de lucha por salarios y condiciones laborales dignas

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En respuesta al profundo malestar de los docentes de todo el país, que vienen soportando salarios miserables y condiciones de trabajo sórdidas, el gobierno nacional fijó un salario mínimo docente de $1.040 y un parámetro de $200 de incremento salarial por cargo para todo el escalafón. Esperaba así evitar una oleada de medidas de fuerza en todas las provincias. Pero gran parte de los gobernadores se niegan a otorgarlo alegando problemas presupuestarios.

Docentes de la provincia de Buenos Aires

En respuesta al profundo malestar de los docentes de todo el país, que vienen soportando salarios miserables y condiciones de trabajo sórdidas, el gobierno nacional fijó un salario mínimo docente de $1.040 y un parámetro de $200 de incremento salarial por cargo para todo el escalafón. Esperaba así evitar una oleada de medidas de fuerza en todas las provincias. Pero gran parte de los gobernadores se niegan a otorgarlo alegando problemas presupuestarios.

En la provincia de Bs.As., donde el Frente Gremial venía pidiendo $310 de aumento (pasar de $840 a $1150 en el salario inicial) y la incorporación al básico de $225 (de $455 a $680), el gobierno de Solá acepta llegar a $1040 de inicial, pero ni un solo peso de aumento para los cargos que superen esa cifra (directivos o con más de 16 años de antigüedad), y un blanqueo insignificante ($60) de las sumas en negro. Gran parte de esto mediante sumas adicionales que le transferiría el estado nacional.

El acuerdo entre la nación y el sindicato nacional CTERA reavivó la puja por la coparticipación entre provincias y con la nación, con protagonismo de la provincia de Bs.As., cuyas autoridades ocultan la prioridad que le dan a la deuda externa provincial, a la estatizacion de la deuda privada con el Bco Pcia., al despilfarro burocrático, la corrupción, etc.

La dirigencia sindical provincial debería convocar a asambleas por escuela, trazando un plan de lucha por aumento salarial en blanco, apuntando a llegar a la canasta familiar de $2400 y por mejoras en las condiciones laborales (alumnos por aulas, mejoras edilicias, materiales didácticos, etc.)

Y la oposición de izquierda debe no sólo reclamar más salario y más blanqueo sino presionar a la dirigencia con mayor participacion de los docentes, mayor afiliación y organización de los docentes, planteando un plan de lucha por los reclamos de las bases y defender mecanismos de democracia sindical contra las maniobras de la dirigencia, acostumbrada a los acuerdos por arriba con el gobierno.