El fútbol en crisis

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Ha terminado el campeonato. En el medio se discutieron sólo con mucho ruido, medidas accesorias. El decreto de Grondona dio continuidad a que el fútbol siguiera y terminara así, patéticamente, con el tufillo de siempre respecto del “incentivo”. Y de fútbol nada.

Palos y palo$ sobre el fútbol

Ha terminado el campeonato. En el medio se discutieron sólo con mucho ruido, medidas accesorias.
El decreto de Grondona dio continuidad a que el fútbol siguiera y terminara así, patéticamente, con el tufillo de siempre respecto del "incentivo". Y de fútbol nada.
De un lado reparten palos los barrabravas, y del otro se reparten palos verdes los dirigentes del fútbol y las empresas. Pero en verdad trabajan juntos, los primeros a sueldo de los últimos y de los políticos.
Esta violencia patoteril es un subproducto de una violencia mas general que se vuelca contra los de abajo, contra los que luchan y que adicionalmente impone la cultura de la violencia patoteril.
Este es el fútbol "profesional" que nos quieren imponer Grondona y la AFA, TyC y otros multimedios, Agremiados, presidentes empresarios como Macri o Muñoz.
El fútbol S.A. dónde los periodistas se comportan como barrabravas del micrófono; los técnicos hacen de periodistas; los jugadores se comportan como estrellas de rock; y los barrabravas mercenarios, lùmpenes y enajenados, hacen (porque no lo son) de hinchas.
Y los dirigentes-empresarios declaman todo el tiempo que el fútbol no puede más. "Denuncian" que la mayoría de los clubes están arruinados y necesitan ayuda del Estado y por otro lado, los movimientos multimillonarios de dinero, van y vienen con pasmosa regularidad.
Y estos pocos que se apropian de la palabra fútbol, lucran con todo, pese a que estatutariamente la mayoría de los clubes son asociaciones civiles sin fines de lucro.
Y el modelo a implantar es el fútbol europeo, el centro financiero (y más corrupto) del fútbol mundial.
Pretenden importar ese modelo con mucho dinero… y violencia. Esto haría que las canchas fueran sólo para una élite dispuesta a pagar abonos caros aumentando el número de abonados, no necesariamente socios, y aumentando las televisaciones imponiendo el sistema PPV (pagar para ver).
También, con una ayudita violenta, otros vivos se nutren de la degeneración del fútbol: es la seguridad cara e inútil manejada por la policía y las empresas de seguridad. Con tan gran negocio, bienvenida la barrabrava, mientras sea de utilidad.
¿Pero cómo podía el fútbol, generador de expresiones masivas, y por ende susceptible de grandes ganancias, no caer bajo la lógica del lucro incesante e inescrupuloso del capitalismo con su secuela de violencia?
Esa lógica es la que hace que pibes de 10 ó 12 años estén firmando contratos. Esa lógica transforma un deporte y su adhesión popular en un megashow alienante, y además impone esa idiotez de "el aguante": un duelo feroz e irracional, que nada tiene que ver con el espíritu deportivo del fútbol.
Pero si los dirigentes dicen que los clubes están arruinados y no pueden frenar las barra bravas, entonces que se vayan y que los socios manejen sus clubes.
El llamado fútbol profesional, entonces, tal vez vuelva a ser amateur. No debería ser de otra manera y no perdería su esencia.
El fútbol refleja lo que pasa en la sociedad. Cambiando ésta, también lo hará el fútbol. Gestionar nuestros clubes es una necesidad imperiosa y puede servir como un paso para que los trabajadores tomemos conciencia de la necesidad de llevar las riendas de la sociedad para terminar con la explotación, las injusticias y todo tipo de violencia que padecemos por la opresión de una minoría.
En ese marco, seguro que también podrán recuperarse, totalmente y de manera sana para el pueblo, muchas de sus expresiones populares, como esa fiesta llamada fútbol.