Fuera Botnia y ENCE de nuestros ríos y costas

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¡Por la unidad en la lucha de vecinos y trabajadores, argentinos y uruguayos!

¡Por la unidad en la lucha de vecinos y trabajadores, argentinos y uruguayos!

La lucha contra la instalación de Botnia y Ence es una lucha progresista. Es una expresión extraordinaria de movilización y autoorganización popular. Y tiene potencialmente un contenido anticapitalista, contra los negocios de una multinacional que busca producir papel barato al mínimo costo y sin garantías medioambientales para la zona.
Aunque la responsabilidad principal es del gobierno uruguayo que, acicateado por la oposición de derecha, se plegó vergonzosamente a intereses multinacionales, el gobierno de Kirchner no ofrece alternativa. No objeta la instalación de las papeleras pero, con una doble moral, tampoco tiene el valor para decirlo abiertamente a los vecinos. La derecha argentina, al menos, habla claro a favor de las pasteras.
La multinacional española, ENCE, decidió ahora ubicarse cerca de Carmelo, lo que reproduce el problema más al sur.
Debemos superar las debilidades de nuestro movimiento, con una orientación más decidida hacia los vecinos y trabajadores uruguayos, cuyo apoyo a la lucha es decisivo para triunfar. Lamentablemente, los dirigentes sindicales de Uruguay y Argentina, que deberían jugar un papel principal en esto, se lavan las manos.
Estamos a favor de la producción de papel, necesario en cualquier sociedad moderna, pero bajo la condición de contaminación cero en los afluentes hídricos y de que los vecinos decidan si están o no a favor. Por eso el reclamo de la salida de Botnia y ENCE debe ser completado con la exigencia de la expropiación de sus activos para la creación de una pastera estatal, bajo estas condiciones, controlada por los trabajadores y los vecinos de la zona donde se instale. Esta experiencia daría un gran impulso a la lucha  anticapitalista y medioambiental en Argentina, para exigir lo mismo con las pasteras y las demás industrias contaminantes que funcionan en nuestro país.
    

Buenos Aires, 12 de diciembre 2006