Chávez: “Es necesario superar el capitalismo a través del socialismo”

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Hace varias semanas, el presidente venezolano Chávez dio un discurso en el Estadio Gigantinho durante la sesión de clausura del Foro Social Mundial de Porto Alegre, en Brasil. En este discurso, el presidente Chávez dio nuevas pruebas de la direcciónen la que se está movimiento la revolución bolivariana. Hace varias semanas, el presidente venezolano Chávez dio un discurso en el Estadio Gigantinho durante la sesión de clausura del Foro Social Mundial de Porto Alegre, en Brasil. En este discurso, el presidente Chávez dio nuevas pruebas de la dirección en la que se está movimiento la revolución bolivariana.

"El capitalismo debe ser superado"

La parte más interesante de su discurso fue cuando planteó la necesidad de pasar de las tareas democrático nacionales a la transformación socialista de la sociedad:

"Cada día estoy más convencido, sin ninguna duda en mi mente y como han dicho muchos intelectuales, de que es necesario superar el capitalismo. Pero el capitalismo no se puede superar desde dentro del propio capitalismo, sino a través del socialismo, el verdadero socialismo, con igualdad y justicia. Pero también estoy convencido de que es posible hacerlo bajo la democracia, pero no el tipo de democracia impuesta desde Washington".

Estas palabras marcan la primera indicación clara de un giro decisivo en la revolución bolivariana. Hasta ahora, Chávez nunca había sugerido rebasar los límites del capitalismo. Pero la marcha real de los acontecimientos ha planteado la cuestión con mayor claridad: es imposible el triunfo de la revolución democrático nacional si no se hacen incursiones profundas en la propiedad privada, si no se dan pasos decisivos hacia la expropiación de los terratenientes, banqueros y capitalistas.

La única esperanza de la revolución bolivariana es transformarse en una revolución socialista. Pero el modelo del llamado "socialismo real" que colapsó en la Unión Soviética no tiene atractivo para las masas de Venezuela, imbuidas por el espíritu de la democracia. Lo que hace falta es regresar a las tradiciones democráticas de la Revolución de Octubre, al programa de Lenin y Trotsky. ¡Sólo esto puede garantizar el éxito!

Lucha parlamentaria y extra-parlamentaria

La revolución bolivariana comenzó en el plano electoral y ha dado un golpe tras otro a los contrarrevolucionarios, culminando en la magnífica victoria en agosto de 2004 en el referéndum revocatorio. A través de estos medios ha conseguido reunir tras de sí a las masas. Pero la lucha no acaba aquí. Es una ley dialéctica que la lucha en el parlamento finalmente debe resolverse fuera del parlamento.

Las masas están presionando desde abajo. Quieren que la revolución avance, golpear a sus enemigos, tomar el poder. Los trabajadores reclaman la nacionalización de las fábricas, los campesinos quieren poner fin al latifundismo. ¡Esto es un hecho decisivo! La revolución no ha terminado, como pretenden los reformistas dentro del movimiento bolivariano ¡Apenas ha comenzado!

Independientemente de las limitaciones del movimiento bolivariano, sus vacilaciones e inconsistencias, su ambigüedad y su falta de un programa claro, sin duda tiene el mérito de haber levantado a las masas para luchar, las ha movilizado, inspirado y organizado millones de oprimidos que nunca antes se habían organizado. ¡Esa es una conquista tremenda!

¡Por una Federación Socialista de América Latina!

Por supuesto hay algunos elementos del discurso de Chávez en los que no estamos de acuerdo los marxistas. Defendió al presidente brasileño "Lula", que ha sido profundamente criticado por la izquierda latinoamericana. Chávez naturalmente ve a dirigentes como Lula en Brasil o Kirchner en Argentina, o los nuevos dirigentes de Uruguay, como aliados potenciales en la lucha contra el imperialismo norteamericano. Esto también explica su referencia favorable al presidente Putin de Rusia.

No hay nada equivocado en intentar hacer uso de cada resquicio, no importa lo pequeño que sea, en el frente diplomático que pueda ayudar a romper el muro del aislamiento diplomático que Washington está intentando construir alrededor de Venezuela. Pero no puede haber una dependencia firme de estos puntos de apoyo diplomáticos. Estos supuestos puntos de apoyo pueden colapsar, o incluso convertirse en su contrario, en sólo 24 horas.

El único punto de apoyo fiable para la revolución bolivariana son los millones de trabajadores y campesinos oprimidos de América Latina y el movimiento obrero de todo el mundo. La revolución bolivariana ya cuenta con la simpatía de millones de personas. Si demuestra que es capaz de dar el paso decisivo de romper el dominio completo del Capital y acabar con la esclavitud capitalista de una vez por todas, la simpatía pasiva se transformará inmediatamente en acción militante. El imperialismo estadounidense quedaría paralizado e incapaz de intervenir porque se enfrentaría a insurrecciones en todas partes, un movimiento de masas dentro de sus propias fronteras.

La unidad de América Latina se convertirá en realidad sólo cuando los trabajadores de Venezuela y toda América Latina tomen el poder en sus manos. Lo que hace falta es una dirección audaz armada con una política y un programa correctos.