Bolivia: UPEA, la oposición instrumentaliza y el gobierno también

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El Alto está en paro. La canica que mató al joven universitario alteño Jonathan Quispe salió de una escopeta de la policía y el dialogo con la UPEA no ha sido instalado.

Después del arresto del subteniente de la policía que disparó a Jonathan la UPEA ha invocado la medida de presión a la cual se han adherido la Central Obrera Regional, movilizando principalmente a sus afiliados del comercio, la Alcaldía, por resolución de la misma alcaldesa de UN Soledad Chapetón, y dos FEJUVEs paralelas, una de las cuales dirigida por el MAS, bajo el verificado esquema que la identidad regional se impone a cualquier otra.

La UPEA ha establecido que dialogará solo con Evo. Pide también la renuncia de los ministros: de gobierno, Carlos Romero, de economía, Mario Guillén y su viceministro de presupuesto Jaime Duran; y la aprobación de una reforma de la ley de coparticipación tributaria para resolver de manera estructural los problemas económicos de la universidad pública alteña. Además han declarado personas no gratas a la ministra de cultura Wilma Alanoca y al ministro de la presidencia Alfredo Rada.

El gobierno ha decidido instalar el dialogo con la FEJUVE y la COR afines al MAS y dejar la puerta abierta para la UPEA. Representan el gobierno los ministros: Rada, Guillén y Alanoca, acompañados por el ministro de educación Roberto Aguilar y desarrollo productivo Eugenio Rojas. Un equipo negociador que es percibido como una provocación, y que tal vez con la excepción de Guillén, no tiene nada que aportar a los problemas planteados por la UPEA.

Alanoca, ex concejala del MAS en El Alto, Aguilar y Rojas están presentes solo por sus responsabilidades políticas en el MAS de La Paz y con el interés de no perjudicar la relación con “su base”, o, tal vez, de cuidarse el uno del otro. Rojas suponemos que esté también por ser de la provincia Omasuyo, lugar de origen suyo, de la familia de Jonathan y de los Ponchos Rojos de 24 cantones que lo han desconocido en febrero de este año por promover con métodos divisionistas una candidatura afín al MAS en el congreso campesino de esta región.

Es decir: la oposición al gobierno, desde la Alcaldía de El Alto y las FEJUVEs que apoyan a Chapetón, está instrumentalizando la lucha de la UPEA. El gobierno y sus ministros también. El Sistema de la Universidad Pública no se queda atrás. Después de haber marginalizado por años la UPEA por el voto universal, paritario entre docente y estudiantes, ahora le piden “coordinar” porque los problemas de presupuesto no son exclusivos de ninguna universidad.

La culpa de la UPEA es de haber aprovechado la bonanza para aumentar la matrícula y la oferta formativa superior para la juventud alteña. Que esto ha servido o no a roscas docentes para consolidarse en su poder “comprando” el apoyo estudiantil, es asunto sobre el cual el gobierno no tiene más derecho a decir nada, después de haber expuesto la UPEA como el mal ejemplo absoluto en el manejo de recursos, como sostienen las roscas de las demás universidades. La UPEA en cambio y según una investigación publicada por Pagina 7, es la universidad con el presupuesto por estudiante más bajo de Bolivia.

La culpa de la UPEA es de haber comprobado con testimonios, videos y una investigación propia que Jonathan fue asesinado por la policía, frenando los intentos de despistaje camuflados de “hipótesis investigativas”. La tesis del “acto individual” de un policía perturbado por experiencias previas de represión es simplemente ridícula. Las armas salen del arsenal de la policía al momento requerido: la cadena de responsabilidades es larga como la del mando.

Además existen directrices políticas claras y comprobadas en cada conflicto a que cualquier dialogo se instale sin presión y a las condiciones del gobierno. Desde Chaparina hasta Jonathan hay una larga lista demostrando la intención del gobierno de confrontar los conflictos depurándolos de sus elementos de vanguardia con la fuerza o la presión mediática, la misma con la cual nos querían hacer creer a la “canica de Samuel Doria Medina en el petardo”.

La única diferencia, de no poca importancia, entre Romero y sus predecesores, es que el actual ministro de gobierno ha puesto el monopolio de la fuerza de Estado a servicio de una paz social a su vez utilizada para perfilarse como el mediador con los sectores empresariales del Oriente que lo siguen apoyando, junto a una corrupta dirigencia obrera departamental. Por mucho menos, la fuga del prófugo peruano Belaúnde, Hugo Moldíz renunció.

La única manera a disposición de los estudiantes de la UPEA para moverse entre los intentos de instrumentalización de la oposición y del propio gobierno es confiando en sí mismos y en la clase trabajadora alteña que son sus padres. Por esto pensamos sea necesario ir conformando comités de lucha mixtos, estudiantes y vecinos, y llevar la voz de los estudiantes a todos los barrios de la ciudad. Y por esto luchamos por levantar la alternativa política revolucionaria a esta política sin escrúpulos ni fin social.