Blumberg en su laberinto

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Pasado el escándalo por su posición ante el caso Bordón, donde Blumberg culpó al joven asesinado por la policía por su propia muerte, se llegó a la tercera marcha organizada por el padre de Axel y a un nuevo petitorio. Pasado el escándalo por su posición ante el caso Bordón, donde Blumberg culpó al joven asesinado por la policía por su propia muerte, se llegó a la tercera marcha organizada por el padre de Axel y a un nuevo petitorio.

Pero ya su influencia en la población no es la misma. Ahora se ha reducido geográficamente a la zona norte de Capital y gran Buenos Aires y pudo movilizar a unas 70 mil personas de clase media alta y de la volátil pequeña burguesía, una tercera parte de la primera marcha.

Esa pérdida de influencia comenzó cuando mostró abiertamente su cara reaccionaria. Pedidos de mano dura, mayor poder a la policía, elitismo, racismo, etc. le fueron quitando apoyo y tuvieron un punto de quiebre con el repudio de la asociación ¨madres del dolor¨, familiares de menores asesinados que denunciaron el perfil reaccionario de Blumberg.

Como su poder de convocatoria ya venía cayendo, Blumberg y su retrógrado grupo de apoyo, debieron apelar a los medios de comunicación que convocaron a la marcha y la transmitieron en cadena, y a volcar enormes recursos en carteles, afiches, publicidad y combis para trasladar a los manifestantes. Y en el día previo, a rechazar las acusaciones de nazismo, autodefiniéndose como de ¨centroizquierda¨.

Además se ha involucrado en la interna política del PJ pese a que desde sus diversos sectores lo habían apoyado y aprobaron gran parte de su primer petitorio y que el gobierno destina grandes subsidios a su ¨Fundación Axel¨. Algunos funcionarios del gobierno comienzan a cansarse y muestran su descontento con Blumberg. Pese a que aprovecharon sus iniciativas para implementar medidas represivas, sienten que algunas son demasiado para un gobierno que pretende mantener su máscara "progre".

En el nuevo petitorio se insiste en leyes represivas contra los sectores sociales más débiles, menores, pequeños delincuentes, minorías, etc. y que se fortalezca a la policía y otras fuerzas represivas responsables de crímenes, corrupción y connivencia con sectores mafiosos, traficantes y secuestradores. Además reiteró sus críticas a las organizaciones de DDHH y a los piqueteros.

Como ya lo adelantamos esas leyes que se han ido aprobando (suma de penas hasta acumular 50 años de prisión, limitaciones a la libertad condicional, etc) se implementarán contra los trabajadores y luchadores sociales. Por ejemplo la suma de penas que pretenden aplicar a los manifestantes contra la reforma del código de convivencia. Y nunca se aplican contra poderosos que siguen impunes como Menem, Cavallo, De la Rúa o la duhaldista Nina Juárez, culpable de crímenes varios y hechos de corrupción, que quedó libre de numerosos cargos.