Balance del 8º Congreso de la CTA: “El abajo que se mueve”

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El 4 y 5 de diciembre, sesionaron en el Hotel recuperado Bauen más de 500 delegados de todo el país, que representan las diversas instancias de debates precongresales por secciones llevados adelante por 6500 delegados, todos ellos elegidos por voto secreto y directo. Los discursos de apertura, a cargo de Hugo Yasky, y de cierre, Pablo Micheli, expresan claramente la presión que viene soportando la dirección de la CTA desde sus afiliados y activistas. Estos discursos, más que expresar el verdadero objo objetivo de estos dirigentes, expresan las necesidades de los trabajadores de encontrar en la CTA un canal de expresión, no sólo de las reivindicaciones salariales sino también de organización política. El 4 y 5 de diciembre, sesionaron en el Hotel recuperado Bauen más de 500 delegados de todo el país, que representan las diversas instancias de debates precongresales por secciones llevados adelante por 6500 delegados, todos ellos elegidos por voto secreto y directo.

Los discursos de apertura, a cargo de Hugo Yasky, y de cierre, Pablo Micheli, expresan claramente la presión que viene soportando la dirección de la CTA desde sus afiliados y activistas.

Decimos esto porque entre las palabras y la acción debe haber una clara coherencia, ya que –sólo por mencionar- el propio Yasky se abstuvo en la votación de las Paritarias Nacionales y le puso –en acuerdo con Filmus- techo al salario docente. A pesar que el mismo Yasky en el discurso de apertura del congreso sostuvo: “Nos gusta que lo que decimos frente a nuestros compañeros aparezca publicado porque creemos que existe una larga y nefasta tradición de doble discurso y nosotros queremos que lo que aquí se diga, quede reflejado en la práctica cotidiana”.

Por eso, creemos que los discursos más que expresar el verdadero objetivo de estos dirigentes, expresan las necesidades de los trabajadores de encontrar en la CTA un canal de expresión, no sólo de las reivindicaciones salariales sino también de organización política.

Este 8º Congreso ratificó los postulados de la CTA en relación a la autonomía frente a los partidos políticos, frente al gobierno, al poder económico. En ese sentido, la lucha por la personería gremial, democracia y libertad sindical fue uno de los ejes de debate. Yasky, acertadamente, prevé el incremento de las tensiones sociales y el intento por parte del gobierno de ponerle límites a las demandas de los trabajadores. Por ello sostuvo que: “Para nosotros la personería gremial es libertad sindical. Es que cuando un trabajador se para frente al patrón, no lo puedan echar; es que cuando un trabajador quiere hacer una lista de oposición, entonces no funcione la lista negra y el despido.” Asimismo sostuvo que, si “hay un movimiento obrero, trabajadores con las manos libres para poder luchar, organizarse, demandar, no hay forma de parar los reclamos y las demandas. Si queremos en serio que en la Argentina se distribuya la riqueza, entonces basta de hipocresía. Hay que desatarles las manos a los trabajadores. Hay que darle la Personería Gremial a la Central de Trabajadores de la Argentina y hay que hacer que haya Libertad Sindical”.

En este sentido, la secretaria de la Juventud del CTA, Belén Rodríguez, sostuvo: “por eso cuando peleamos por la libertad sindical no sólo pedimos la personería gremial, sino que también estamos disputando una ideología sindical que es la democracia, la democracia, la participación, la libre opción de los trabajadores de cómo organizarse y creo que ahí esta el quid del por qué hasta hoy no nos dan la personería gremial y no es como creen, como dice la CGT, que vamos a dividir al movimiento obrero, lo que pasa es que ponemos en discusión a nivel de disputa ideológica, una disputa política y nosotros estamos disputando la clase trabajadora y la clase trabajadora, obviamente, exigirá democracia”.

Nosotros entendemos que este debate se debe dar por la base, por cada trabajador y cada trabajadora; donde el eje no sea la disputa de a cuál central sindical pertenecer, en una clara política de rapiña, sino cómo se unifican ambas centrales para potenciar las reivindicaciones y organización de los trabajadores.

Creemos que la potenciación de la CTA a través del logro de la personería se dará en relación directa con una clara política de unidad de acción con los trabajadores afiliados a la CGT, que en muchos lugares de trabajo compartimos las desgracias (salarios, condiciones de trabajo, flexibilización laboral) pero que luchamos separados. Parafraseando a Micheli: “tenemos un desafió fundamental que es ir a buscar a millones que no son nosotros. Como decía el Che Guevara: `lo revolucionario no es conducir a los que pensamos igual, lo revolucionario es conducir a los que no piensan como nosotros”.

Por ello es necesario tener una clara posición frente al Pacto Social que quiere imponer el gobierno y que la CGT ha aceptado de pie juntillas. En este sentido, Pablo Micheli, en el discurso de cierre del Congreso sostuvo: “no nos van a arriar a ningún Pacto si no se resuelven los problemas estructurales de nuestro país. No nos van a arriar de las narices porque ahí es donde se defiende la autonomía. La autonomía se defiende de los partidos políticos, de los patrones y del Gobierno. Nosotros somos autónomos de estas expresiones y lo vamos a demostrar en la calle. Nos vamos a sentar cuando nos llamen pero con nuestros principios y nuestros mandatos de toda la lucha de todo el país. No nos van a llevar con promesas falsas de `capitalismo en serio’. No vamos negar ni esconder la sangre de nuestros compañeros derramada, no vamos a traicionar el mandato de todos los compañeros de todo el país y mucho menos la memoria colectiva de todos los compañeros desaparecidos y los luchadores caídos. Este es nuestro compromiso como Central”. Como alternativa al techo salarial, a la flexibilización, a la falta de democracia sindical, la CTA lanzó la Paritaria Social en concordancia con la Constituyente Social. Ambos procesos de acumulación, desde la perspectiva reivindicativa y desde la perspectiva política se basan principalmente en el fortalecimiento de la CTA y la unidad con otros sectores en lucha.

En palabras de De Gennaro: “es imprescindible la construcción de la CTA, porque no habrá Movimiento Político Social y Cultural de Liberación sin una clase obrera organizada y concientemente.

La Paritaria Social es, para los dirigentes de la CTA, construir un entramado de fuerzas que dé la disputa en todos los planos en los que se exprese la posibilidad de la distribución de la riqueza. Y no solamente en la discusión del salario. No es solamente en la discusión de las condiciones de trabajo, poner en discusión reformas estructurales que son claves. Paritaria Social es el ir siendo del movimiento popular. El ir siendo tiene que desencadenar la discusión del será. El será que queremos. No el será que nos impongan los grupos dominantes o los que estén enfrente. El será que queremos los trabajadores, los sectores populares, aquellos que soñamos con un país sin exclusiones.

En este sentido Como así también Horacio Fernández, secretario general de la CTA Neuquén “Tenemos que ser capaces de construir una fuerza organizada para transformar la realidad. Está claro que la teoría del derrame es una mentira: el crecimiento de la economía ni siquiera nos salpicó. La justa distribución de la riqueza sólo la conquistaremos los trabajadores y el campo popular organizado. Pero para eso no alcanza con la declamación, hace falta fuerza política organizada, hace falta construir poder. Y esa construcción no la podemos delegar, tenemos que hacernos cargo nosotros”.

Yasky enfatizó: “La Argentina no puede seguir creciendo y distribuyendo a cuentagotas. La historia de que la copa en algún momento se derrama, sabemos que no existe. La copa derrama cuando se la inclina. Y para que la copa se incline, hay una fuerza organizada que es la que tiene que intervenir en la disputa, y esa es la fuerza de la clase trabajadora. Por supuesto, esta no es una tarea que podamos ni debamos desarrollar solos. Necesitamos construir alianzas. Alianzas de clase, con sectores que históricamente han compartido con nosotros la lucha por las demandas populares y democráticas”.

Este discurso ambiguo, trae por lo menos algunas dudas sobre los canales de unidad sobre los que pretende construirse no sólo la Paritaria Social sino sobre todo la Constituyente Social y el Movimiento Político Social y Cultural de Liberación. Si es a partir de la unidad de los que producimos las riquezas o sobre la unidad con quienes nos explotan, por más que sean “nacionales”.

Micheli cerró en 8 Congreso diciendo: “En esta sociedad capitalista nuestros hijos viven peor que los padres. Porque sí es una utopía que en esta sociedad se puede vivir. En esta sociedad se puede sobrevivir, para vivir hay que construir una nueva sociedad. Para mí se llama socialismo. Para otros compañeros tendrá otro nombre o habrá que inventarlo pero no vamos a hacer un problema por eso. Hay muchas cosas que nos unen más que el nombre….
… Vamos a proponerles a todos los que tengas ganas de construir una nueva sociedad, que se puede volver a soñar que haya una Argentina gobernada para los argentinos y no para las transnacionales. Que haya una propuesta que pueda plantearse para que se pueda decir: ‘También podemos disputar el gobierno de nuestro país’. Vamos compañeras y compañeros, por la victoria. Porque como decía un poeta cubano ‘no importa cuando rompen, sí cuando rompe, están rompiendo lo imposible’ “.