El aumento salarial pactado por los dirigentes del SUTEBA-FEB el pasado mes de agosto no responde en lo más mínimo al nivel alcanzado por la lucha desplegada durante meses por los docentes bonaerenses. El método utilizado por la Celeste, Azul y Blanca para hacer aprobar su acuerdo con Solá fue totalmente antidemocrático y una auténtica burla para los decenas de miles de docentes que fueron con todo a la lucha, sin asambleas en los lugares de trabajo y sin un Congreso provincial de delegados con mandamandato de base, sino por la vía de encuestas individuales presentándole al docente un ultimátum: o lo tomás o lo dejás, tras dejar claro que no pensaban retomar el plan de lucha.
Migajas impuestas con maniobras burocráticas
El aumento salarial pactado por los dirigentes del SUTEBA-FEB el pasado mes de agosto no responde en lo más mínimo al nivel alcanzado por la lucha desplegada durante meses por los docentes bonaerenses.
El método utilizado por la Celeste, Azul y Blanca para hacer aprobar su acuerdo con Solá fue totalmente antidemocrático y una auténtica burla para los decenas de miles de docentes que fueron con todo a la lucha, sin asambleas en los lugares de trabajo y sin un Congreso provincial de delegados con mandato de base, sino por la vía de encuestas individuales presentándole al docente un ultimátum: o lo tomás o lo dejás, tras dejar claro que no pensaban retomar el plan de lucha.
El acuerdo alcanzado por el Frente Gremial Docente con Solá consiste en elevar el básico de cargo testigo (preceptor) de $300 a $364. Pero incluso los $64 de aumento ni siquiera son un aumento efectivo de bolsillo, ya que $40 son blanqueo de presentismo y otros $10 de un adicional no bonificable. Así, lo único que adiciona el acuerdo suscrito con Solá son 14 miserables pesos en la categoría más baja. El básico del maestro de grado sube hasta los $400 muy por debajo de los $800 que reclaman los docentes bonarenses. Para recibir dicho básico habrá que esperar hasta los 12 años de antigüedad. Únicamente para los docentes con mayor antigüedad sí se produce un aumento más sensible, como quienes se desempeñan con una antigüedad de 24 años, que suben de $800 a $1.016.
Además, el gremio se compromete a una cláusula de paz social hasta final de curso, a cambio de lo cual se devolvieron los descuentos por los paros.
A pesar de que según las encuestas la mayoría de los docentes aceptó la propuesta, ésta mereció un rechazo mayoritario en las seccionales opositoras como La Plata, Lomas de Zamora, Bahía Blanca, General Rodríguez, General Sarmiento, Marcos Paz y un amplio rechazo en muchas seccionales controladas por la burocracia Celeste.
Esta lucha pudo haberse ganado. Si la conducción del Frente Gremial hubiera llevado una lucha seria de paros ascendentes, uniendo la lucha con los estatales y, por último, emplazando a la conducción de Ctera y CTA a un plan nacional de lucha unificando los esfuerzos de los docentes y estatales de todo el país. Pero no hubo el menor interés en hacer esto.
Las tareas de la oposición
Luego del acuerdo del oficialismo con el gobierno, la oposición del Suteba debe asegurar la continuidad del grado de unidad antiburocrática y clasista alcanzado, venciendo sectarismos y enfrentamientos electorales. No es momento de bajar los brazos. A pesar de todo, lo poco que se consiguió fue por la presión que pusieron las seccionales opositoras. La lección que debemos sacar es que hay que fortalecer la oposición, extenderla a nuevas seccionales con el objetivo de agrupar a la mayor cantidad posible de compañeros para colocar una nueva conducción combativa y democrática en la dirección del SUTEBA
Es necesario extender las importantes experiencias de coordinación con trabajadores estatales, privados y desocupados, a nivel regional de cada seccional y a nivel provincial y nacional entrando en relación con las corrientes de unidad antiburocrática y clasista, como la planteada en el Encuentro Intersindical del 6 y 7 de agosto en Ingeniería de la UBA. Allí la oposición del Suteba podría mostrar su ejemplo de frente único al resto de los trabajadores.
Algunos sectores se plantean correctamente que la lucha salarial es insuficiente. Pero para encarar con mayor eficacia la lucha en defensa de la educación pública, por la calidad de la educación y por condiciones edilicias y socioeconómicas dignas, se hace necesaria la unidad de acción con los demás trabajadores y con alumnos y familiares. Si bien los docentes son el sector que más conoce y tiene más capacidad sobre estos temas, en soledad será imposible avanzar en esta tarea fundamental.