Iniciativa política y realidad

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salario-minimo-2012-03La Presidenta Cristina Fernández ha implementado desde hace tiempo una serie de medidas que apuntan a contrarrestar los efectos de la crisis mundial que de una manera u otra golpean a la economía del país.

Pocas veces se ha visto, en la sucesión de gobiernos que transitaron nuestra historia, una resistencia tan tenaz por defender lo conquistado en estos últimos años.

La lectura negativa de los resultados de las elecciones del 2013, hizo que el gobierno asumiera posiciones que lo alejaban de su base social; pero ante el proceso de descomposición del sistema capitalista a nivel mundial que sacude a la economía nacional, éste fue empujado a asumir la iniciativa política para contrarrestar la crisis.

Y no sólo en clave económica, sino fundamentalmente en lo político. Esto se ve reflejado en la campaña contra la definición del Juez Thomas Griessa, que ha jugado como un elemento aglutinante, de un sin número de países ahogados, agobiados por las recetas fondomonetaristas y puntualmente por las políticas implementadas por el imperialismo yankee, dándole al kirchnerismo un protagonismo a nivel mundial.

El Comandante Hugo Chávez, de manera valiente agitaba las ideas del Socialismo, afirmando que resulta imposible implementar reformas al capitalismo, o sencillamente que no hay un capitalismo bueno. Mientras que el kirchenrismo, agita la posibilidad de un capitalismo diferente, con cara humanizada, impulsando un programa que en la práctica se muestra utópico y sobre el cual debemos reflexionar para comprender sus límites y superarlos.

Los datos

Los índices de la economía mundial son claros y contundentes: Federico Kucher (Pagina 12) dice, “La Organización Mundial del Comercio corrigió esta semana a la baja la tasa de crecimiento del intercambio de bienes a nivel global, para pasar de 4,7% a 3,1% en 2014. La cifra adquiere relevancia si se tiene en cuenta que se ubica por debajo del promedio del 5,3% registrado durante los últimos veinte años (1993-2013). Esta debilidad del comercio mundial impactó en las exportaciones argentinas, las cuales registraron en el segundo trimestre una merma del 7,4%, la mayor contracción entre los bloques que componen la demanda agregada. El flojo desempeño del consumo privado y de la inversión fueron los otros componentes que desaceleraron el movimiento de la economía. En el informe del Indec se precisó que el comercio mayorista y minorista retrocedió en el segundo trimestre 4,2% respecto del mismo período del año pasado, mientras que las edificaciones lo hicieron al 2,3% interanual. Las tensiones cambiarias de los primeros meses del año fueron centrales para frenar las decisiones de consumo e inversión del sector privado. Por caso, la compra de maquinaria (equipo durable de producción) computó una caída del 7,4%, cuando en el segundo trimestre de 2013 avanzaba 11,7%. En tanto, la inversión bruta bajó 3,7% por ciento. Las distorsiones del tipo de cambio no afectaron a todas las actividades, puesto que el negocio de la intermediación financiera (bancos) creció 11,7%.”

La conducta del empresariado, ¿existe una burguesía pujante?

El puñado de empresas que monopolizan la economía del país, como los Urquía, Vicentín y Navilli (aceites y harinas), Mastellone (lácteos), Ledesma (azúcar y derivados), Arcor (golosinas y alimentos), Roggio (construcción y servicios públicos), BGH (electrodomésticos y electrónica de consumo), OSDE (medicina prepaga), Braun (actividades comerciales), Sadesa (productor de cueros) y Pescarmona (maquinarias y grandes obras de infraestructura). Techint, Clarín y Madanes (Aluar) mantuvieron su peso entre los grupos locales de la cúpula (las 200 firmas líderes), en el orden del 17% de las ventas de ese conjunto. Y su conducta expresó el crecimiento de la economía que le siguió a la crisis de 2001.

Hoy cuando nos encontramos, no, ante un “fin de ciclo” sino ante una crisis orgánica del sistema capitalista, estos sectores vienen presionando para derrotar al gobierno de Cristina Fernández al que ven como una molestia debido a que ha sido el propio Kirchnerismo el que ha limitado a los sectores más depredadores del gran capital.

Los bancos ¿Cuál es su rentabilidad, cuál es su negocio?

En mayo, las utilidades nominales por los intereses cobrados menos intereses pagados del sistema financiero fue de 4786 millones de pesos (5,4 por ciento del activo neteado), en junio subió a 5063 millones de pesos (5,5) y en julio siguió creciendo hasta los 5445 millones de pesos (5,9). En los siete meses del año, ese rubro acumula 35.331 millones de pesos, 7487 millones más que en igual período de 2013. En los últimos doce meses (julio 2013-julio 2014), último dato del Informe sobre Bancos, la utilidad nominal acumulada ascendió a 57.822 millones de pesos (5,8 por ciento del activo neteado).

El negocio de los bancos: toman el dinero de ahorristas pagando 20 por ciento anual, y luego lo prestan al Banco Central, vía Lebac, recibiendo una tasa de hasta el 29 por ciento, o al consumo o por prendas, a una tasa del 40 al 50 por ciento. Esa diferencia del 20 al 29 o al 50 por ciento es el margen que contabilizan los bancos. Es una ganancia del 45 al 150 por ciento por la intermediación del dinero.

Toman dinero a bajo costo y venden a un costo altísimos, resulta el negocio más fácil ya que lo que media el negocio no son créditos a incentivar la industria, sino al Estado y al consumo.

La burguesía “industrial”, por el contrario a lo que pretende el gobierno, considera que con la capacidad industrial instalada le alcanza y no es de su interés un desarrollo más extenso del proceso industrial ya que no se realizan las mercancías. Su fundamento es que “nos encontramos ante una crisis de consumo”, como si no existieran necesidades por parte de los sectores populares. Al contrario, lo que sobran son productos y necesidades de las masas

Basta ver la conducta de los grandes pool de siembras para respondernos. ¿Acaso no fueron los sectores que desabastecieron a las grandes ciudades, y sostuvieron los piquetes de la abundancia en diferentes puntos del país, en protesta con la implementación de una serie de medidas que apuntaban a transformar en fuerza de Ley las retenciones segmentadas al campo?

El interrogante que se desprende luego de reflexionar acerca del comportamiento de la burguesía industrial, los sectores financieros, y la oligarquía terrateniente es:

¿Sobre qué experiencia satisfactoria podemos suponer que es posible limitar la codicia de esta clase social parasitaria? La realidad es concreta y nos muestra que no está en su horizonte, desarrollar e invertir en la industria, desarrollar ciencia, tecnología aplicada para lograr un desarrollo pleno en el país.

¿Acaso no son boicoteadas las medidas que se han implementado, como un marco legal para limitar los aumentos abusivos de precios sobre la canasta básica, como es la Ley de regulación de las relaciones de producción y consumo, que es resistida por el sector burgués?

El horizonte de los capitalistas es simplemente las ganancias y si deben fugarse a otros lugares más propicios y rentables así lo hacen. Y para que esto no suceda, hay que implementar medidas que sean efectivas ya que son más de U$$ 150.000- millones los que se fugaron. Son los empresarios, banqueros y terratenientes los que juegan en paralelo a desestabilizar la moneda, auspiciando las corridas cambiarias de los últimos tiempos. Propiciando debilitar las reservas en dólares que mantiene el Banco Central.

¿Qué hacer? Las tareas del Socialismo

Siempre resulta auspicioso y saludable preguntarse ¿qué hacer?, ante situaciones tan convulsionadas como las que suceden en el mundo y en nuestro país, donde este sistema de podredumbre muestra las más detestables calamidades para la humanidad.

Con la irrupción de la rebelión popular en diciembre de 2001, literalmente se quebró la gobernabilidad. El ¡¡que se vayan todos!! resultaba una oportunidad única para la vanguardia obrera y juvenil. Lamentablemente fue una experiencia frustrada, dado la política de la izquierda partidaria que no supo conectar con el movimiento de masas al llevar como bandera sus políticas sectarias y de aparato.

Así surge, el kirchnerismo como resultado de esta situación de rebelión popular, siendo un subproducto de la misma, resultando un movimiento que respiró el ambiente de aquella gesta histórica que tuvo como protagonistas a los trabajadores y el pueblo pobre.

Recompuso la gobernabilidad, y además colocó en agenda institucional, lo que por años se defendió en los tiempos del neo liberalismo, con movilizaciones callejeras y otras medidas, hablamos de las reivindicaciones de los sectores populares, que habían sido diezmadas, destruidas en los ’90.

No es nuestra intensión en este material señalar una por una, las medidas que beneficiaron a la clase obrera y la juventud, que por cierto fueron muchas. Aplaudimos las conquistas del pueblo trabajador en los últimos diez años del kirchnerismo, pero reconocemos que es el resultado de una constante lucha de los sectores populares, iniciada el 19 y 20 de diciembre de 2001.

Solo los necios opositores de todo el arco político, persisten en negar los logros que de manera contradictoria se dieron en los años posteriores al Argentinazo.

Sólo la mentira imperialista en política exterior muestra una Argentina defolteada, al borde del precipicio.

Resulta inédito para nuestra historia la cobertura social a la que se ha llegado, no solo los miles y miles que accedieron a la jubilación, la Asignación Universal por Hijo, el Pro.Cre.Ar , etc. lo muestran.

Se trata de defender y profundizar lo que logramos con nuestras luchas, con nuestras marchas, etc.

El ¿qué hacer? supone debatir hacia dónde debemos dirigirnos, de manera certera, segura, estable, para que pueda avanzar el país, para que tengamos pleno empleo, salud y educación pública de calidad para todos.

Es momento de defender las conquistas logradas e ir por más.

Para el que quiera ver, que vea. Desde y con los capitalistas ¡¡nada podemos esperar!!

La Corriente Socialista Militante, apoya todas las medidas progresistas del gobierno y se posiciona firmemente contra esta arremetida del imperialismo yankee y sus socios en el país, -bancos, pool de siembra, automotrices- y el amplio espectro político opositor de derecha, que se hace eco de de los plateos de Griesa y la Casa Blanca!! conformando un frente único, con un solo objetivo batir al gobierno de Cristina Fernandez.

Debemos comprender que nos encontramos en un momento histórico. Ya que la crisis capitalista mundial es mucho más prolongada de lo que los propios capitalistas suponen, sabemos que no hay crisis final y esto no contradice el análisis general de un capitalismo enfermo y decadente, causando miseria creciente.

Necesitamos conformar un polo de izquierda, Socialista, que contribuya con debates y programas, que conecte con el movimiento de masas, que recoja lo mejor del kirchnerismo.

Pero que además delimite, aporte. Sólo en líneas de clase podremos trasnformar la realidad y para que esto suceda debemos dotarnos de espacios de debate y acción de manera conjunta.

Convocando a sostener en las calles la lucha contra todo el arco opositor de derechas, afuera y adentro del movimiento kirchnerista. Nada podemos avanzar, con los Scioli, Capitanich, Urtubey, etc. Nada podemos avanzar con los capitalistas que pretenden arrebatar las conquistas logradas.

Para los Socialistas Revolucionarios una cuestión crucial es nuestro análisis internacional de la economía política y de los sucesos de la lucha de clases. El desempleo a escala planetaria es uno de las variables que se ha instalado de manera estructural y no episódico. Guerra, descomposición social en términos de barbarie es el presente continuo.

Tenemos grandes reservas en el país y en el mundo ya que así lo demostraron las movilizaciones en España, Brasil y Grecia, Italia, Francia, la Primavera Árabe, que contó con ¡17 millones! de personas movilizadas contra Mubarak y la Hermandad Musulmana. Para los agoreros de cabotaje que pregonan, “la situación no da” ahí tenemos las dos convocatorias del Movimiento Evita y de La Campora, que movilizaron a casi 100.000 jóvenes que buscan un camino para profundizar el actual proceso político. Tenemos las 700.000 personas que colmaron la Plaza de mayo más de una vez. Y la lista sigue.

Se trata de anteponer una política de corte Socialista y que emprendamos el debate y la acción con los miles de trabajadores y jóvenes que apoyan al gobierno de Cristina Fernández. Fortaleciendo un polo que levante un programa cuya finalidad sea superar el capitalismo, un polo anticapitalista que ponga bien en alto las banderas del Socialismo como única manera de avanzar y profundizar lo conseguido.

El futuro está ahora y para siempre en nuestras manos, pongámoslas a la obra.