Notas desde Haifa (Israel)

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Por el momento no está claro cuales son los objetivos de Israel, pero una cosa está clara: están provocando un daño serio al Líbano y parece lejana la marcha atrás. Ya han conseguido parcialmente este objetivo y la situación empeorará en los próximos días. Haifa, 17 de julio, 12 del mediodía.

Por el momento no está claro cuales son los objetivos de Israel, pero una cosa está clara: están provocando un daño serio al Líbano y parece lejana la marcha atrás. Ya han conseguido parcialmente este objetivo y la situación empeorará en los próximos días.

Su objetivo principal es aplastar a Hezbolá, pero su campaña de bombardeos también tiene otros objetivos no relacionados con Hezbolá. Por ejemplo, también han atacado ciudades y aldeas cristianas.

He estado escuchando a Nasrallah, el líder de Hezbolá. Claramente es un reaccionario, pero si se puede decir algo sobre él, es que ha hecho lo que ha dicho. Sus amenazas se deben tomar en serio.

Lo que hemos comprendido es esto: a pesar de ser un reaccionario, Nasrallah cuenta con el apoyo de la población normal, sobre todo en el sur del Líbano. Y la derecha pro estaunidense lo ataca. Esto lo hace aún más popular.

El jueves por la tarde atacó Haifa. No está claro todavía con qué fue, pero parece que fue con un misil muy pequeño. Nasrallah ha negado que ese misil en concreto fuera disparado por Hezbolá. Lo que sí está clara es la reacción inmediata del ejército israelí que empezó a bombardear el sur de Beirut en un intento de alcanzar a Nasrallah. Bush apoya el intento de Israel de asesinar a este hombre.

Nasrallah, hablando desde su bunker, hizo una declaración en la que decía: “Os advertimos, ahora veréis lo que puedo hacer…”. Poco después Hezbolá atacó un barco israelí, dañándolo seriamente. La respuesta inmediata del ejército israelí se expresó a través de los medios de comunicación que se intentaron reír de estas amenazas. Pero murieron cuatro soldados israelíes y el barco tuvo que regresar al puerto israelí.

Nasrallah también hizo otra advertencia. Dijo lo siguiente: “No me obliguéis a atacar la zona industrial de Haifa…” Esta zona industrial contiene muchos productos químicos, gasolina, etc. y si la atacaran sería un desastre importante.

Hezbolá cuenta ahora con misiles sofisticados que pueden garantizar un objetivo preciso. Creo que es cuestión de días antes de que Haifa sea atacada de nuevo y de una manera seria. Ayer murieron 8 civiles en el ataque a Haifa. Este llegó después de que los generales israelíes estuvieran diciendo que Hezbolá no era capaz de hacer esto.

En la actualidad, las autoridades israelíes están llevando a cabo una especie de guerra psicológica contra la población israelí. Se envían mensajes contradictorios. Esto está provocando un cierto escepticismo en la población que comienza a no creer ni a confiar en lo que le dicen las autoridades. La mayoría de la gente ya no le cree al gobierno, pero por supuesto odian a Hezbolá. El principal sentimiento es de miedo e inseguridad.

Hoy, por ejemplo, es la tercera mañana seguida en que me he despertado a las 6 de la mañana con las sirenas, en todas fue una falsa alarma. Israel ha prometido a la población civil que utilizará misiles Patriot para detener los misiles de Hezbolá. En realidad Israel no estaba preparado para estos ataques.

La realidad es que Hezbolá es más poderosa de lo que se podría pensar. Tiene unos 10.000 soldados y armamento moderno a su disposición. No es una tarea fácil destruir Hezbolá como fuerza e incluso si Israel lo intentara se encontraría con una tarea muy difícil de realizar.

El objetivo de Israel es destruir la capacidad de lucha de Hezbolá. Para hacer esto creo que necesitarían ocupar zonas del Líbano. Ellos quieren obligar al ejército libanés a que haga retroceder a Hezbolá. Pero el ejército libanés no puede hacer esto. Hezbolá es muy poderosa. Una idea que ellos tienen es provocar tal preocupación internacional que los europeos tengan que intervenir bajo el paraguas de la UNIFIL, creando una especia de zona de seguridad en la frontera israelí-libanesa. Pero incluso la UNIFIL no sería capaz de echar a Hezbolá. Podrían hacerlos retroceder unos kilómetros de la frontera israelí, pero no habría una diferencia fundamental desde el punto de vista militar. En cualquier caso, la UNIFIL no cuenta con la confianza de la población libanesa, como demuestra el caso de la familia que murió asesinada cuanto intentaban huir hacia Siria. La ONU se negó a llevarlos y muchos culpan a la ONU de sus muertes.

Es difícil saber cuando durará esta guerra. Puede durar uno o dos semanas, o más. En la ecuación hay una serie de elementos desconocidos. La primera pregunta que debemos hacernos es: ¿Intervendrán Siria e Irán? Siria intenta mantenerse apartada del conflicto e Israel parece estar preocupado por no abrir un tercer frente. Siria ha negado que misiles israelíes hayan caída en territorio sirio, pero esto es dudoso. Cuánto tiempo podrá mantenerse esta situación, no está claro. Si la población siria comienza a presionar al régimen, éste puede sufrir una enorme presión para que haga algo y se puede ver implicado en la guerra.

Por otro lado, el imperialismo no hace nada para detener a Israel. El imperialismo estadounidense en particular está apoyando de facto a Israel. Si miramos el número de bajas en ambos lados, vemos un enorme desequilibrio. Por el lado israelí hay unos 20 muertos, tanto civiles como militares, y unos 100 heridos. Pero por el lado libanés hay más de 100 muertos y unos 300 heridos. Sólo hoy las fuerzas aéreas israelíes han realizado 1.200 incursiones sobre el Líbano. Este es un ataque serio y a una escala muy elevada si se compara con guerras anteriores.

Cómo se van a desarrollar las cosas es algo que sólo podremos ver en las próximas semanas. Una cosa está clara, esta guerra es muy cara, enormemente cara. Está costando ya a Israel miles de millones de dólares. Dentro de Israel la mayoría de los afectados son civiles normales, muchos no tendrán compensación. Cuando acabe esta guerra el ambiente será de amargura. Políticamente hablando, Israel ya ha perdido. Ahora estamos en el sexto día de bombardeos y el final no está a la vista, y todo esto contra un ejército de 10.000 hombres. En las anteriores guerras el ejército israelí habría avanzado muy rápidamente y con éxitos espectaculares. Esto no está ocurriendo ahora y dejará su sello en la mente de la población.

Dentro del Líbano vemos ahora que la mayoría del gobierno pro-estadounidense está acusando a Hezbolá de destruir el país, pero puede hacer muy poco. Por ejemplo, las fuerzas israelíes bombardearon a algunos policías libaneses, pero el ejército libanés no hizo nada. En realidad recibieron órdenes de retroceder. El gobierno libanés está intentando desesperadamente eludir la guerra. El problema es que no tienen en sus manos todas las palancas del poder.

Los gobiernos árabes, por otro lado, no están haciendo nada para ayudar al Líbano. Están permitiendo que Israel masacre el país. La ironía es que Arabia Saudí es uno de los principales inversores en la reconstrucción del país después de la guerra civil.

Como dije antes, todavía no sabemos cuánto durará esto y cuál será el resultado. La lucha continuará durante un tiempo. Habrá mucha destrucción y después se llegará a algún tipo de alto el fuego. Siria sigue siendo un gran interrogante. Han bombardeado y destruido carreteras en Siria. La realidad es que la mayoría de la población siria apoya a Nasrallah. ¿Cuánto tiempo podrá resistir la presión el régimen? Aún no lo sabemos.

Una cosa importante es que los generales israelíes sienten que están perdiendo influencia en el proceso de toma de decisiones y quieren recuperar su papel del pasado en la política israelí.

Creo que es improbable que se adentren en el sur del Líbano. Si lo hacen, morirán muchos soldados y la población tiene aún en la memoria la salida de los soldados israelíes del Líbano hace unos años. En el año 2000, Israel tuvo que salir del país debido a dos factores principales. Uno fue la capacidad de combate de Hezbolá que provocó muchas bajas al ejército israelí. El otro fue el ambiente que se creó en casa entre la población civil que ya no estaba dispuesta a tolerar la situación.

Eso es lo que hace más difícil la opción de enviar tropas al Líbano. Pero por supuesto, pueden cometer de nuevo algún tipo de error. Lo han hecho ya antes. Lo principal es entender el ambiente que existe entre la población que no quiere repetir la última ocupación del Líbano. Creo que ellos piensan que serán capaces de hacer retroceder uno o dos kilómetros a Hezbolá y presentarlo como una victoria.

Otro elemento en la situación es que Hezbolá está atacando objetivos civiles dentro de Israel. Esto está teniendo dos efectos contradictorios. Por un lado, existe una posición de línea dura de “ir tras ellos, no importa el precio”. Pero hay otra posición que simplemente ve los riesgos.

Nasrallah ha anunciado que atacará Tel Aviv. El gobierno negó esto, pero después el ejército dijo que era posible. Estas declaraciones contradictorias envían el mensaje de que no hay una dirección clara desde arriba. Hay también muchas señales de que el ejército israelí no tiene una idea clara de lo que está haciendo.

Creo que es verdad que Israel ha estado planeando esta guerra desde hace algún tiempo. Según fuentes diferentes, parece que el ejército israelí ha realizado algunos actos de provocación. Al-Manur, la emisora de televisión de Hezbolá, dijo que coches israelíes entraron en territorio libanés justo antes de los secuestros. Al-Manur es una fuente bastante fiable de noticias, así que esto puede ser verdad. Eso indicaría que el ejército israelí buscaba un ataque que les diera la justificación para contraatacar.

Podría ocurrir también que Hezbolá cometiera un error de cálculo. Creo que no esperaban un ataque frontal. Pensaban que esta era su oportunidad para conseguir simplemente un intercambio de prisioneros, como ocurrió en el pasado. Pero ahora Israel está utilizando esto para atacar todo el Líbano.

Por otro lado, también es cierto que es la primera vez desde 1948 en que Israel sufre un ataque como éste, en su propio territorio. Esto está generando un gran sentimiento de inseguridad. Esta mañana fui al supermercado para comprar y me encontré con que muchos productos habían desaparecido de los estantes. El personal me dijo que a primera hora de la mañana la gente presa del pánico entró a comprar en tropel. Por supuesto, los precios subieron. En toda mi vida he visto un ambiente similar en Israel.

El grado de preocupación de las autoridades se puede ver en la enorme campaña de propaganda que han orquestado. Constantemente bombardean con la idea de que “debemos estar unidos, necesitamos el apoyo masivo de la población”, etc.

Entre la intelectualidad ashkenazi hay una división clara, con algunos sectores que ven la barbarie del gobierno israelí. El ambiente de algunos israelíes se puede ver en que muchos intentan conseguir otro pasaporte. Esto no había ocurrido en veinte años. La población está muy confusa. El sionismo está en crisis. Es una situación poco habitual.

Es una desgracia que el único objetivo de Nasrallah sea romper la columna vertebral de la población israelí. No tiene un concepto de una división de clases en la sociedad. Si en lugar de ser un reaccionario tuviera una posición marxista, es decir, si hiciera un llamamiento a la clase obrera, que sólo atacara militares y no civiles, realmente podría tener un gran impacto. El ambiente en Israel es diferente al que se podía esperar. Si existiera una dirección diferente la situación aquí sería totalmente distinta por ambas partes.

Israel no es la sociedad que era y también la correlación de fuerzas en la región ha cambiado, Israel nunca se recuperará ni será como era en el pasado.

Haifa. 17 de julio, 19 horas.

Las últimas noticias son que parece haber presión internacional para llegar a algún tipo de acuerdo. Damasco, Teherán y los franceses se han reunido. Blair habla de algún tipo de fuerza internacional que se despliegue en la zona.

La radio “Free Lebanon”, una emisora cristiana de derecha, acaba de informar de que un avión F-16 israelí ha sido derribado. Pero las autoridades israelíes inmediatamente lo negaron. Al-Manur dijo que un gran vehículo plateado explotó y cayó derribado. La televisión israelí ha mostrado las imágenes de algo en el cielo que explotaba y caía, pero negaban que fuera un avión. Al-Manur dijo después que era un helicóptero. La población lo ve y no sabe qué pensar. Parece que Hezbolá tiene los medios para derribar helicópteros de combate israelíes.

Anoche 16, Olmert habó “a la nación” en la televisión. Alabó a la población e intentó azuzar el espíritu de unidad nacional, pero están claramente preocupados. Saben que hay un límite. Mientras utilizan toda esta retórica es evidente que intentan llegar a algún tipo de acuerdo.

Si se ven obligados a dar marcha atrás será un problema tremendo. El costo sube por minutos. Cada día 200 aviones israelíes son utilizados. Una vez acabe esto tendrán que anunciar recortes en el gasto social para pagar los esfuerzos bélicos. Lo mismo ocurrirá en el lado libanés. ¿Cuánto más podrá soportar la población?

Hoy hubo una pequeña incursión en territorio libanés por parte de las Fuerzas Especiales Israelíes, para “limpiar” una franja de un kilómetro a lo largo de la frontera. Esto está vinculado con lo que dije ayer, que pueden estar intentando llegar a algún acuerdo con Hezbolá, para que se retire unos kilómetros de la frontera y entonces el gobierno israelí podrá gritar victoria, cuando en realidad no tiene nada que ver con eso. Por supuesto, la situación puede adquirir lógica propia, escaparse de su control y que Israel se vea arrastrado a un escenario no previsto. Veremos qué ocurre en los próximos días.