XXX Encuentro Nacional de Mujeres

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xxx encuentro de mujeres

xxx encuentro de mujeresEn esta nueva edición y en la tradición que ya lleva 30 años, Mar del Plata fue la sede, durante los días 10, 11 y 12 de octubre del XXX Encuentro Nacional de Mujeres. Encuentro que crece año a año en convocatoria, superando esta edición las 60.000 participantes.

 

Luego de la apertura, se realizó el trabajo en más de 65 talleres, distribuidos en 19 escuelas marplatenses, que abordaron, entre otros temas: feminismo, sexualidad, violencia y maltrato, anticoncepción y aborto, antiimperialismo, crisis mundial actual, estado laico, partidos políticos, cultura y arte, etc.

El día 11, la tradicional Marcha cuyo recorrido y paradas fue diseñada por la Comisión Organizadora, se detuvo en puntos emblemáticos, en esta oportunidad en el edificio donde funcionó el prostíbulo La Posada, en la Sede del Tribunal Oral Federal -donde se valoró la sentencia en la causa “Dulcinea” el primer caso de un prostíbulo local que llegó a Juicio Oral y Público-, luego a la Sede de la Delegación del Ministerio de Trabajo -para denunciar la precarización laboral de las mujeres, especialmente de la industria del pescado y una vez más reclamamos “igual remuneración por igual trabajo”-, la última parada fue la Sede de Tribunales recordando casos paradigmáticos de Violencia de Género. Como también es habitual, una columna encabezada por la Campaña Nacional por el aborto, legal seguro y gratuito se desvía para realizar sus reclamos frente a la catedral, símbolo del poder de la Iglesia en las políticas que afectan especialmente a las mujeres.

Las decenas de miles de mujeres que marchamos dijimos “no”. No a la violencia machista, no a la enajenación de los cuerpos cuando se niega el derecho a decidir, no a las inequidades que recortan los derechos de las mujeres. Y también para decir sí a las decisiones libres y autónomas.

Al interior del Encuentro pujan distintas miradas sobre su forma de funcionamiento, la que propicia la Comisión Organizadora y la gran mayoría de mujeres de ser un espacio de reflexión y encuentro y lo que impulsan los partidos de la izquierda que propone el voto y la aprobación de un Plan de Lucha; también tendencias anarquistas, kirchneristas y otras se hacen presentes. Otra tendencia organizada es la de la Iglesia católica, en su versión más reaccionaria se hace muy presente en aquellos talleres que abordan la sexualidad y principalmente sobre el aborto, con la clara intención de provocar y romper el movimiento.

Feminismo y lucha de clases

La opresión de la mujer a través del patriarcado, nace en el origen mismo de la sociedad de clases, mucho antes de la forma actual, el capitalismo. El feminismo entendido como lucha contra el patriarcado, no desvía ni distrae a las mujeres de la lucha principal contra el imperialismo y el capitalismo, sino que las fortalece y debería ser apoyada activamente por sus compañeros.

No es casual que ante la crisis orgánica del capital, se desarrolla la “Ideología de Género” (que surge en los ’80). La ideología de Género es la reacción patriarcal desde la propia Iglesia, el rearme ideológico que propicia el modelo de mujer previo al Feminismo, relegando a la mujer al espacio doméstico tradicional. Con el caballito de batalla de la “defensa de la familia” se sostiene el único modelo válido que corresponde a la Iglesia, fundado en el “orden natural” del matrimonio entre un hombre y una mujer. Esta Ideología del Género se pronuncia en contra de la homosexualidad, del aborto, de la enseñanza de otros modelos de familia en las escuelas, etc. En definitiva, es llevar de nuevo a la mujer a su rol tradicional de incubadora, quitándola del camino revolucionario. Se organiza haciendo lobby político, generando manifestaciones en distintos países europeos y en América Latina, presiones en los parlamentos para la no aprobación de leyes que afecten el modelo tradicional. Por esta razón reivindicamos la separación de la Iglesia del Estado, entendiendo la religión como una cuestión privada de los practicantes.

No es casual tampoco que los guardianes de las catedrales en las marchas de los Encuentros de Mujeres sean sectores ultramontanos y, en el caso de Mar del Plata, previa a la represión, fue justamente Carlos Pampillón (Dirigente del Foro Patriótico Nacional, organización neonazi, xenófoba y violenta que está procesado por la justicia marplatense) quien derribó la reja de la catedral, preparando un escenario de provocación para la justificación de la represión. La policía bonaerense completa la escena, sumado a personajes de civil descerrajando sus armas.

Algo completamente inédito en los Encuentros de Mujeres, en los que siempre se sintió la resistencia conservadora pero nunca se desplegó la violencia institucional. Nunca en treinta años de Encuentros se había disparado contra las asistentes aun cuando el modo de manifestarse al cierre de éstos siempre tuvo la misma tradición de manifestarse frente a las distintas catedrales, símbolo para que las manifestantes expresen su bronca por el modo en que la Iglesia Católica pretende condicionar la vida de todas con su dogma.

Desde la Corriente Socialista Militante decimos que la pelea por las reivindicaciones de la mujer como igualdad ante la ley, derecho al aborto, guarderías infantiles, reducción de jornada laboral, derechos de maternidad, igualdad salarial, alimentos y vivienda accesible y todo lo que vaya surgiendo en la lucha, no puede ir separada de la lucha por el Socialismo. La mujer, libre de ataduras milenarias, junto a sus compañeros trabajadores, serán protagonistas de la construcción del Socialismo. Sin mujeres trabajadoras no hay revolución.