Empoderar al pueblo para hacer irreversible las conquistas

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Recientemente en la Cámara de Diputados, con el impulso del oficialismo y el rechazo de toda la oposición a izquierda y derecha, se convirtió en ley la creación de la Agencia Nacional de Participaciones Estatales en Empresas (ANPEE) que intenta resguardar el patrimonio del Estado.

Lo central de la iniciativa es que prohíbe la venta de acciones estatales en empresas privadas sin la autorización de dos tercios de cada cámara del Congreso.

Estos activos estatales fueron obtenidos tras la estatización de las AFJPs en 2008. Según se informó, actualmente el Estado posee participación en 44 empresas privadas y tiene directores en 27 de ellas. Un capital que ronda los 63 millones de pesos y que aumentó en un 736% desde su pase al Estado.

Este proyecto encontró rápidamente la oposición de empresarios que vienen manifestándose a favor que el Estado venda la totalidad de las acciones, como sostuvieron desde el coloquio del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA) al igual que la Asociación Empresaria Argentina (AEA) comandada por Arcor, Techint y Clarín.

Esta nueva ley claramente dificulta el remate de las acciones que el Estado administra a través del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) algo a lo que ya se había comprometido públicamente el PRO de Mauricio Macri.

Sin bien esta medida es un paso adelante ya que pone un cierto grado de resguardo sobre el patrimonio del ANSES ante el avance neoliberal debemos pensar en una forma más amplia y concreta de garantizar estos fondos.  

En primer lugar, consideramos que la medida no puede estar atada al parlamentarismo ya que con una correlación de fuerzas desfavorable podría ser revertida.

Por eso, la única manera de garantizar el reguardo y la ampliación del patrimonio del ANSES es empoderando al pueblo.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner insistió en varias oportunidades que “es necesario empoderar al pueblo, a la sociedad de estas reformas y estas conquistas para que nadie pueda arrebatarlas”.

El bloqueo o blindaje parcial que propone esta ley se muestra como una medida “paternalista” en el sentido que aparece como una medida que toma desde arriba sin apoyarse en los sectores populares.

Es el Estado el que toma la iniciativa de intentar proteger las conquistas sin apelar a los trabajadores, basándose en una concepción de que es el propio Estado el que debe llevar adelante esta tares ante la ineptitud o impericia de los trabajadores para hacerlo.

Pero los trabajadores tenemos que empoderarnos, es decir, ejercer la acción directa del pueblo para garantizar el patrimonio del ANSES como manera de avanzar hacia una ANSES dirigida por los trabajadores activos y los jubilados que permita hacer efectivo el 82% móvil en las jubilaciones, que permita que los fondos del ANSES acompañen un proceso de industrialización y de obras públicas que generen empleo y ayuden a revertir las necesidades históricas en los barrios.

Empoderar al pueblo no debe ser otra cosa que los trabajadores tomemos nuestro propio destino en nuestras manos. Si bien se han aprobado en los últimos tiempos una seria de leyes que intentan consolidar algunas de las conquistas de la última década, es claro que no podemos depender de la correlación de fuerzas parlamentaria. Debemos ser los propios trabajadores, como únicos interesados, los que garanticemos la irreversibilidad de lo logrado.

La experiencia de los últimos años ha demostrado, para todos, que mientras la oligarquía controle las palancas fundamentales de la economía, las va a usar para sabotearla. Los intereses generales de la mayoría de la población entran en conflicto directo con los intereses particulares de una minoría de grandes propietarios de los medios de producción.

Así vimos como ha sido el empresariado el que ha resistido con uñas y dientes todos y cada uno de los avances habidos, como ser la estatización parcial de los ferrocarriles o el Correo, la empresa de agua, Aerolíneas Argentinas, YPF, las AFJP, Tandanor, etc. Se trata de discutir sobre la voracidad del capital que por sus propias leyes internas busca maximizar las ganancias constantemente sin otro interés que no sea el enriquecimiento obsceno de un puñado de propietarios.

Por eso, desde la Corriente Socialista Militante proponemos avanzar sobre lo ya logrado, empoderar al pueblo planteando la necesidad de nacionalizar las palancas fundamentales de la economía y del control obrero.  

Que no es otra cosa que la clase obrera y sus representantes en las fábricas gestionen y desarrollen el proceso de producción y comercialización. El control obrero y la democracia obrera se tornan vitales para la ejecución de cualquier plan económico realizado desde el punto de vista de los explotados, y no de los explotadores.  

Llamamos a la militancia a poner en debate la necesidad de construir una fuerza de izquierda anticapitalista, que luche por empoderar al pueblo organizando a los trabajadores en la idea de la nacionalización de los principales resortes de la economía bajo control obrero como única manera de avanzar y hacer irreversible las conquistas, en el contexto de la crisis capitalista mundial.

Impulsá con nosotros estas ideas, Súmate a la Corriente Socialista Militante