Venezuela: Un análisis marxista de los sucesos de abril de 2002

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golpe2002Hace nueve años Venezuela vivió momentos que marcaron su historia, de gran agitación y zozobra, las personas no dejaban de hablar de lo que sucedía cada día en el país, se permanecía largas horas frentes a los televisores, escuchando la radio y leyendo la presa. La población quería estar enterada cada segundo de lo que sucedía, se hablaba de política en todas partes, en el bus, los comedores, bares, aulas de clase, barrios y fábricas. Se producían continuamente discusiones, debates y “peleas”. Presentamos a continuación un documento elaborado por el camarada Gerson Pernía que analiza el desarrollo de los acontecimientos de revolución y contrarevolución de abril de 2002.

golpe2002Hace nueve años Venezuela vivió momentos que marcaron su historia, de gran agitación y zozobra, las personas no dejaban de hablar de lo que sucedía cada día en el país, se permanecía largas horas frentes a los televisores, escuchando la radio y leyendo la presa. La población quería estar enterada cada segundo de lo que sucedía, se hablaba de política en todas partes, en el bus, los comedores, bares, aulas de clase, barrios y fábricas. Se producían continuamente discusiones, debates y “peleas”. Presentamos a continuación un documento elaborado por el camarada Gerson Pernía que analiza el desarrollo de los acontecimientos de revolución y contrarevolución de abril de 2002.

Algunos familiares dejaban de hablarse y de tratar a sus parientes por el simple hecho de tener posturas diferentes, había gritos, puñetazos, patadas, rabia, groserías y lágrimas, al mismo tiempo alegría, fe en el futuro y optimismo, los sentimientos de felicidad y rabia se entremezclaban a cada minuto. Cada persona sobre este territorio tenía una postura en cuanto a lo que sucedía en el país.

Cualquier persona de mente estrecha llega a pensar que estos sucesos se deben a una especie de “locura colectiva”; o a la conspiración de algunos “agitadores fanáticos”. ¡Nada más alejado de la realidad! En el presente artículo se trata de repensar estos hechos y sacar sus principales conclusiones. Es una pequeña contribución al debate, espero que sea del agrado de los lectores.

¿Cómo llegó Venezuela al siglo XXI?

Desde su fundación, Venezuela ha estado subordinada a las potencias imperialistas. Desde la colonización, pasando por la independencia formal de Venezuela, los obreros y los pobres hemos estado en una constante lucha por la independencia y desarrollo de nuestro país, y siempre obteníamos la misma respuesta, la traición de la burguesía “nacional”; comenzando por la traición que le hicieron a Simón Bolívar, que murió en Santa Marta diciendo las dramáticas palabras: “he arado en el mar”, estas traiciones la podemos ver una y otra vez. Cuando llega al poder un presidente con intenciones de desarrollar el país e industrializarlo (acabar con los latifundios, separar la iglesia del estado, desarrollar la industria, independizar el país de las potencias, etc.), tenemos como resultado la misma respuesta por parte de la parasitaria burguesía venezolana, golpes de estado y conspiraciones en contra de los verdaderos gobiernos progresistas. Para tomar solo algunos casos del siglo XX: Cipriano Castro (presidente entre 1899 y 1908), fue derrocado por la cúpula militar presidida por Gómez, cuando se dirigió a Alemania para realizarse una operación. Rómulo Gallegos (en 1948 fue presidente por escasos 9 meses, primer presidente elegido en elecciones universales y contó con un 80% de apoyo) fue derrocado por una junta militar. La “burguesía nacional” aplaudía todo estos acontecimientos. Así llegamos hasta nuestra década, con el golpe de estado al presidente Hugo Chávez, en abril del 2002.

Para el pueblo venezolano los años 80 y 90 fueron años realmente trágicos y de pobreza. A comienzos del 80, la liberación de los precios por el gobierno de LUIS HERRERA, el llamado “viernes negro”, y a finales de los 80 y comienzos de los 90, el plan de austeridad impuesto por el fondo monetario internacional (FMI) realizado al pie de la letra por el presidente Carlos Andrés Pérez, esto aunado a la represión de los años anteriores produjeron los dramáticos hechos del 27 de febrero de 1989 (El Caracazo), luego las intentonas de golpe de estado del 4 de febrero y 27 de noviembre de 1992, la primera dirigida por el camarada Hugo Chávez. Con este panorama sombrío terminamos el siglo XX, casi igual a como lo hemos comenzado.

Victoria presidencial del camarada Hugo Chávez

Hugo Chávez salió de la cárcel el 27 de marzo de 1994. Durante su estadía allí y al salir de ella es aclamado por el pueblo, cuando salió de la cárcel cientos de personas lo estaban esperando con gran alegría, desde el muy recordado “por ahora, los objetivos no han sido logrados”, pronunciado por el presidente después del intento fallido de golpe de estado, desde ese preciso momento en Venezuela comenzó a crecer la idea de que se podía hacer algo, miles de personas fueron despertadas políticamente, vieron en Hugo Chávez como una luz de esperanza, “hay un grupo de militares que no solo hablan de un cambio, sino lo impulsan con todas sus fuerzas”. Entre la población comenzó a crecer la idea de que un cambio era posible, en los barrios de Caracas aparecieron grafitis diciendo: “Chávez, la próxima vez avísanos”.

Al salir de la cárcel funda el partido político: Movimiento Quinta Republica (MVR). A este movimiento fluyen diferentes tipos de personajes, desde compañeros verdaderamente revolucionarios, hasta oportunistas de todo tipo como Luis Miquelena (hablaremos de él más adelante).

Chávez recorrerá los pueblos y ciudades realizando mítines, en donde quiera que va es muy bien recibido por la población, su principal consigna: el cambio. La gente lo aclama no por la propuesta en si ¿Cuántos políticos no hablan continuamente de cambio?, seguro miles; pero él no solo habló de cambios sino demostró que estaba dispuesto a arriesgar hasta su propia vida por los cambios que pregonaba. No eran solo frases, sino hechos concretos, se percibía de él, que estaba dispuesto a llegar hasta el final en la lucha por mejores condiciones de vida y existencia para toda la población.

Desde el comienzo la burguesía lo ha visto con desconfianza, porque se ha puesto al frente de las masas, ha estado en estrecho contacto con ellas. Una vez que el Comandante Chávez comenzó su campaña por la presidencia, la burguesía se armó en contra de él, utilizó todos sus instrumentos, comenzó una campaña de falsificaciones y calumnias: “Chávez te quitará a los hijos”; “eliminará todas las libertades elementales”; “asesinará a todos los adecos y copeyanos”, “Si tienes dos casas te quitará una”.

Llega a la presidencia el 2 de febrero de 1999 con un programa modesto, (contra la corrupción, educación gratuita, salud, empleo, etc.). Al otro día de llegar a la presidencia llama a una consulta popular, cumpliendo su principal promesa de la campaña electoral, preguntándole al pueblo si desea cambiar la constitución de la república.

Hay muchos burgueses y pequeños burgueses que maldicen y odian al pueblo, lo tratan de ignorante diciendo: “estos marginales no entienden lo que es democracia, ¡HAN VOTADO POR UN GOLPISTA!”; lo que realmente defiende esta clase, es su visión de “democracia”, una “democracia” representativa que usurpa el poder que le pertenece al pueblo, un sistema pseudodemocrático, excluyente, no participativo, piramidal, donde una pequeña minoría ejerce el poder político apropiándose de gran parte de las riquezas de nuestro país, mientras que la gran mayoría no tiene ni para cubrir sus necesidades básicas. El pueblo venezolano defiende la verdadera democracia, aquella donde se le satisfaga todas sus necesidades básicas. Por eso vota y apoyará a todo aquel que defienda de manera genuina la verdadera democracia. Aunque la burguesía y el imperialismo llamen “tirano” al líder que de verdad escucha a su pueblo.

Muchos personajes al sentir el ascenso de las masas y la revolución, no dudaron en comenzar a cantar alabanzas al pueblo y a los procesos de cambio, son los eternos estafadores en las revoluciones, están siempre dispuestos y estratégicamente ubicados, para hablar del pueblo, la pobreza, y los intereses del proletariado, mientras escalan en un ministerio o en cualquier organismo de poder, entre estos personajes podemos nombrar a Luis Miquilena, quien fue Presidente de la Comisión Legislativa y Ministerio del Interior y Justicia, este señor al ver luego que el presidente comenzaba a promover leyes que defendían a la población (contra los altos alquileres, intentar regular el precio de la canasta básica y expropiar la tierras ociosas, entre otros), no dudo en pasarse al lado de la contrarrevolución, defendiendo a la burguesía.

La Nueva Constitución

Luego de un intenso debate sobre la nueva constitución, había un interés genuino por el futuro de toda la sociedad y cómo esta constitución podría resolver los problemas de las masas. La población la aprobó con entusiasmo.

La burguesía en realidad no sintió en esta nueva constitución un peligro para sus intereses, no les importa un cambio en este o aquel artículo, estas personas no son como muchos reformistas que creen que con realizar un cambio en una ley se puede cambiar la sociedad. Son muy conscientes que mientras las relaciones de producción se mantengan como están, ningún cambio verdadero se habrá producido en la sociedad, así se cambie lo que diga hasta en la mismísima biblia.

Lo que realmente alertó aun más a la burguesía y fue lo que dispara el golpe de estado, como lo ha aceptado el mismo presidente Chávez, fue la promulgación de las leyes habilitantes, estas comenzaron a tocar el interés económico de los grandes terratenientes y cambiar un poco las relaciones económicas. La burguesía sintió que las promesas de cambio realizadas por el presidente en su campaña electoral eran sinceras y que de verdad quería mejorar las condiciones de vida de las masas.

Al contrario de lo que cualquiera podría pensar, estas leyes no tenían ningún carácter socialista ni iba en contra de la propiedad privada de los medios de producción, eran unas leyes muy modestas (control de precios, congelación de los alquileres, mayor control sobre los recursos naturales, reforma agraria, etc.).

La batalla había comenzado. Los medios de comunicación recrudecieron sus ataques, a cada segundo se difundían difamaciones, mentiras, rumores, insultos. Se explotaban temores y complejos de superioridad de las clases medias, se producía propaganda al mejor estilo nazi. Los empresarios comenzaron a acaparar y boicotear la producción, los viejos tecnócratas de las empresas del estado comenzaron sabotear la producción, en las cúpulas del ejército comenzaron los generales a reunirse y a conspirar, la iglesia católica comenzó a agitar a su feligresía en contra de la revolución, en cada misa se podía escuchar abiertamente la propaganda contrarrevolucionaria. Los partidos políticos de la burguesía comenzaron a recibir financiamiento y asesorías del imperialismo, llegaron a Venezuela cientos de ONG´s a hablar de “democracia” y de supuestas violaciones de los derechos humanos. El poder de la burguesía y el imperialismo se había y se ha puesto en marcha con toda su energía y con un solo objetivo: ACABAR CON LA REVOLUCIÓN.

Si las leyes habilitantes solo perseguían, a grandes rasgos una reforma agraria y ejercer un mayor control sobre los recursos naturales e industrializar el país. Cualquiera persona inteligente se puede preguntar: ¿Por qué la burguesía ha participado en este golpe de estado, si ninguna de estas medidas se dirigían en contra de ella, todo lo contrario, la estimulaba a invertir?; este comportamiento de la burguesía tienen su origen en la fusión que existe entre los burgueses, terratenientes y el imperialismo, algunas veces los latifundistas también son burgueses o tienen lazos familiares con estos, la burguesía esta unida por miles de lazos a los terratenientes. Mientras que en los países de capitalismo avanzado (EEUU, Francia, Inglaterra), la burguesía ha llegado al poder enfrentada y con una guerra declarada a los latifundistas, en los países de capitalismo retrasado es todo lo contrario, la burguesía a nacido como hermana menor de los latifundistas, estos se ayudan y complementan. Por eso la burguesía le tiene tanto miedo al movimiento de las masas, a sabiendas de que el pueblo, tarde o temprano y de manera inevitable, comenzará a reclamar más alimentos, cuestionando la propiedad de la tierra y exigiendo la redistribución de la misma, en consecuencia esta oligarquía, prefiere aliarse a cualquier imperio y reprimir a los obreros y campesinos en lugar de ayudarlos en la lucha por las tierras y la industrialización del país.

Mientras exista el capitalismo en Venezuela, lo único que tiene para ofrecernos es hambre, desempleo, mala educación, delincuencia, drogadicción, etc. Nunca podrá industrializar la economía. En nuestros países la burguesía, el imperialismo y los terratenientes son uno solo, están fusionados como el acero. Luchar contra uno de ellos es luchar contra todos, si no entendemos esto, estaremos cometiendo errores a cada paso y se seguirá poniendo la revolución en peligro.

La razón por la que ha actuado y se ha unido la burguesía y los terratenientes es completamente clara, están unidas desde su nacimiento en contra del pueblo. Pero la razón principal que mueve al imperialismo para frenar y acabar con nuestro proceso revolucionario, no es que tema que nazca un adversario capitalista en América latina, o a la instalación de la fábrica de fusiles rusos en Venezuela, o a las presiones que ejerce el precio del petróleo en la economía en el país del Tío Sam. ¡NADA DE ESO! A lo que le tiene pavor el imperialismo es que el ejemplo de Venezuela se extienda, a otros países latinoamericanos, ellos saben mejor que nadie que la circunstancias son casi idénticas en cada uno de nuestros países.

Hay muchas personas que piensan que para desarrollar al país solo hace falta cambiar algunas caras, que lo que sucede es simplemente que nuestros gobernantes son corruptos, y que en los países industrializados es diferente, sus gobernantes son honestos, y respetuosos de las leyes. La razón por la cual esos países se han desarrollado y nosotros no hay que buscarla en el papel que ha jugado la burguesía en los países desarrollados y cuál ha sido el papel que han ejercido en los países de América del Sur. La burguesía suramericana oportunista, vividora, parásita y explotadora, ha estado subordinada a los intereses imperialistas y orgánicamente incapacitada para jugar ningún papel progresista.

Ni el colosal desarrollo que ha tenido Japón en la segunda mitad del siglo XX ha sido el fruto de la burguesía nipona. Japón llego al siglo XX con una economía semifeudal, quien realizó las reformas necesarias para que este país se pudiera desarrollar y tener una industria capitalista de primer orden fue nada más y nada menos que el mismo imperialismo estadounidense, después de la segunda guerra mundial; mientras Japón permanecía ocupado por EEUU, fue él quien promulgó una verdadera reforma agraria, eliminado a los terratenientes, se estableció un nuevo código civil proclamando la igualdad entre el hombre y la mujer, una reforma educativa, y se permitieron algunas libertades. EEUU realizó estas reformas porque era plenamente consciente que la burguesía de los países de capitalismo atrasado no las harían por iniciativa propia, EEUU necesitaba una economía capitalista industrializada en el continente asiático que le sirviera de contrapeso a la naciente revolución china, ellos entendieron que uno de los principales motores de las revoluciones socialistas, son precisamente las demandas democráticas por parte de las masas contra el feudalismo.

El 11 de abril

En este día la oposición se manifestaba como cualquier otro, como lo venía haciendo en los meses anteriores, pero había algo diferente, el plan del golpe de estado estaba consumado y puesto en marcha, la burguesía y el imperialismo solo estaban esperando el momento en el cual contaran con el mayor apoyo de las clases medias, el momento de mayor confusión y enfrentamiento. En los meses anteriores se trataba de crear la mayor confusión dentro del gobierno y entre las clases trabajadoras, se hacía crecer la idea que algo debía hacerse, que no podríamos vivir así todo el tiempo.

Este día la marcha en teoría se iba a dirigir a la sede de PDVSA en Chuao, luego el rumbo es cambiado premeditadamente hacia Miraflores, donde un grupo de seguidores del gobierno se concentraba para manifestar su respaldo al presidente y a la revolución; como era de esperar un enfrentamiento se habría de producir entre ambos bandos, los elementos que comandaban el golpe de estado querían la mayor cantidad de muertos y heridos, deseaban mantener un estado de agitación y confusión, y así justificar un golpe.

La pequeña-burguesía le servio a la burguesía y al imperialismo de carne de cañón, estos señores se creen muy “inteligentes” le dicen al pueblo constantemente “ustedes son unos ignorantes, siguen a un dictador, se dejan engañar” y cosas por el estilo. Al escuchar esto lo único que provoca entre los marxistas (obreros conscientes), es pena y lástima, ¿Quiénes fueron los que se dejaron llevar como borregos al matadero, para justificar un golpe de estado?; colocando parte de los muertos ellos mismos. Estas personas al no comprender los interéses de clase que mueve a la sociedad, lo único que hacen es afilar la navaja que cortará su propia garganta. Los obreros debemos alejarnos todo lo posible de los prejuicios de esta clase, no son capaces de defenderse ellos mismos, mucho menos podrán liderar a toda la sociedad. Estas personas “inteligentes” son simplemente los desechos que deja la burguesía a su paso.

Los obreros por nuestras mismas condiciones de trabajo somos mucho menos manipulables que la clases medias, en cada manifestación, huelga o lucha con los patrones vamos desarrollando conciencia de clase, y de cuáles son los intereses antagónicos que se encuentran en la sociedad, en quienes se puede confiar y en quienes no, a desconfiar de las palabras “amigables” de los representantes de la parte patronal, se va creando entre nosotros un “sexto sentido” que nos permite ver más claramente que son las clases medias, lo que está detrás de la burguesía y lo que realmente representan y defienden, su “status quo”, palpando cada día la realidad de la lucha de clases en carne propia. Todo esto ha creado cierta “inmunidad” a las mentiras de la contrarrevolución, si esto no se entendiera, no sería posible entender los sucesos de 11, 12 y 13 de abril y la salida del paro petrolero posterior, ¿Cómo es posible que los obreros defiendan al presidente, si los medios de comunicación a cada segundo difunden mentiras y hace propaganda contra él? La repuesta es clara: conciencia de clase. El trabajo de los marxistas es agudizar aun más esta conciencia.

EL 12 DE ABRIL

El 12 en la madrugada sale Pedro Carmona Estanga (presidente de Fedecámaras), en los medios de comunicación juramentándose presidente y haciendo público un decreto que lo firmaron los representantes de la burguesía venezolana y la iglesia católica. En el decreto fueron destituidos el defensor del pueblo, el fiscal general de la República, el contralor general, la Asamblea nacional fue disuelta, todos los gobernadores, alcaldes; todo aquél que tuviera algo que ver con cargos emblemáticos o dirigentes reconocidos del “chavismo” fueron perseguidos, se cerró el canal del estado (VTV), cerraron a las emisoras comunitarias, la policía comienza a detener y torturar a todos los activistas de los barrios populares, se estaba preparando el terreno para una represión impresionante al pueblo venezolano que comulgara con el proceso revolucionario, la burguesía haría pagar al pueblo por su atrevimiento al tratar de liberarse de sus cadenas y de buscar un futuro mejor. Inmediatamente este dictador fue reconocido por EEUU y España, las demás “democracias” en el mundo callaban en expectativa. Hasta el Fondo Monetario Internacional (FMI) dio su apoyo a este gobierno espurio. Si el presidente Chávez fue elegido por una mayoría abrumadora de la población, si se masacra a un pueblo que defiende sus derechos, esto no tiene importancia, es un factor secundario para estos “abnegados demócratas”.

El único gobierno que se levantó a gritar su rechazo al golpe de estado, fue el gobierno cubano. Se puede ver claramente que con los únicos aliados verdaderos y en las únicas personas en la que podemos confiar son los obreros, campesinos y pobres de todo el mundo, solo y únicamente en ellos. Nunca en las instituciones de la burguesía mundial y mucho menos en sus llamados “demócratas”.

En la mañana del 12 de abril en los medios de comunicación, los golpistas celebraban descaradamente, eran entrevistados y contaban a toda Venezuela cómo organizaron el golpe de estado. Se llama a perseguir a todos los miembros del gobierno, realizando una “cacería de brujas”, se comenzó a reprimir a los barrios populares ferozmente.

En este día los obreros y el pueblo en general asimilan lo ocurrido el día anterior, sacan la conclusión de que la única forma de garantizar sus derechos es luchando contra la burguesía. Al precio de lo que cueste. Los sectores populares bajaron a protestar conscientes de que podrían ser reprimidos brutalmente, este escenario no estuvo tan alejado, pudo ocurrir otro Caracazo, sin duda alguna, si la burguesía hubiera tenido los medios para hacerlo no lo hubiera dudado, pero no contaban con el apoyo de ningún batallón.

EL 13 DE ABRIL

El país amanece en agitación, se presentan muchas mayores protestas, el instinto de clase de las masas obreras se hizo sentir desde el día anterior [12 de abril], las masas se dirigieron al palacio de Miraflores, al canal del estado (VTV), a los cuarteles y a todas las organismos que representaran poder en el estado, reclamando el retorno del presidente, se coreaban consignas: “él no ha renunciado, lo tienen secuestrado”. La población salió a hacer lo que fuera necesario, para rescatar al presidente, el ánimo de las masas interpeló con todo su peso al ejército y lo obliga a actuar a favor de las masas.

El palacio de Miraflores es retomado por las fuerzas leales al presidente, se llama de nuevo a los ministros para formar gobierno, se juramenta al vicepresidente como presidente provisional, y se le da la orden al ejército para ir a buscar al presidente.

Cuenta el presidente de la república que el 13 de abril en la noche, cuando estaba en esos momentos angustiosos, un mercenario recibió la orden de asesinarlo y quien lo salvó de ese destino fueron algunos soldados valientes. Si la burguesía no lo había asesinado en la primera oportunidad es porque quería algún “barniz de legalidad”, ellos deseaban enjuiciarlo, con pruebas falsas y en una corte que controlaran, pudiendo dictar su veredicto de antemano, “¡culpable de todos los crímenes que se le acusan!”. Deseaban que Chávez no pasara a la historia como un mártir de la clase obrera, sino como un “dictador y tirano que masacraba a su propio pueblo”. Para la burguesía como para el imperialismo, tan importante como destruir las revoluciones, es destruir la memoria creada por ellas, la historia de lucha de los trabajadores, tratan de hacernos pensar que todo fue un grave error, una locura, que no se debe repetir nunca más. Si después dieron la orden de asesinarlo fue porque estaban conscientes de que el contragolpe popular era un hecho y desearon descabezar la revolución como última posibilidad.

Reestudiando todos estos hechos, se le da la razón a Federico Engles cuando decía que “en la historia hay días que parecen 20 años (por los grandes cambios que se producen en ellos) y 20 años que parecen un día (porque no cambia nada)”. Los días de abril son de estos días que parecen años por los cambios tan rápidos y profundos en las masas.

El Ejército

Lenin y los marxistas siempre hemos explicado que las instituciones que produce cada sistema social, sirven a los intereses de la clase dominante, es decir, su objetivo principal es justificar en la sociedad su dominio de clases. Con el ejército no es diferente, este es, a grandes rasgos, un grupo de hombres armados en defensa de la propiedad privada, esto es cierto en épocas normales, pero en épocas revolucionarias el ejecito puede jugar y de hecho juega un papel determinante en la victoria o la derrota de la revolución. Por regla general los oficiales y miembros de bajo rango, seguirán a la clase social que muestre más valentía y coraje para vencer, en ella se ve la salida más probable al callejón en el que se encuentre la sociedad.

Volviendo a Venezuela. Si bien es cierto que dentro de los soldados, la oficialidad subalterna y superior, el apoyo al presidente es mayor que entre el generalato para aquel entonces, un factor vital y sine qua non fue la participación de las masas en la presión ejercida a los cuarteles, las masas gritaban consignas hacia los oficiales y soldados, llamándolos a unirse al pueblo. Esta presión hizo que los elementos revolucionarios actuaran contundentemente y a los militares vacilantes los hizo tomar posición a favor de la revolución.

La Respuesta del Gobierno

La respuesta inmediata del gobierno después de retomar el poder fue muy suave, el presidente Chávez realizo un llamado público al “diálogo”; a la “unidad nacional”; a “respetar las leyes”; a “que todos podemos vivir juntos en Venezuela”; “un llamado por la paz”, a “respetar la decisión popular”, a las clases medias las llamó a no dejarse “envenenar por los medios de comunicación”; también dijo: “yo no soy perfecto, no soy monedita de oro para caerle bien a todo el mundo, a la gente que no le agrado trataré de hacerlo”. En los días posteriores no se cerró ningún canal contrarrevolucionario, los medios siguieron haciendo agitación y la burguesía permaneció en sus posiciones de poder, solo se expulsaron a algunos generales y oficiales, se detuvieron muy pocos actores materiales de estos hechos.

La respuesta de la burguesía no fue nada de lo que esperaba el gobierno, continuaron sus ataques en los medios de comunicación, se responsabilizó al mismo presidente por los hechos del 11 y 12 de abril, ¡que cinismo!, se recrudecieron los sabotajes económicos y se comenzaron los planes para el paro patronal que le siguió.

El gobierno les tendió la mano tratando de conciliar, pero ellos responden como cualquier clase que es consciente de sus intereses, escupiéndole la cara y preparando un puñal para clavárselo por la espalda. Se comienza a reorganizar y planear el próximo round.

El mismo presidente Chávez se arrepintió públicamente por el “perdón” concedido a los golpistas. Debemos aprender de una vez por todas que lo único que podemos esperar de la burguesía es más intentos de golpe de estado, más sabotaje, más muertes y masacres.

El Poder Judicial

El poder judicial en Venezuela como en cualquier parte del mundo está al servicio de los ricos y poderosos en contra de lo pobres. Es simplemente la forma de “legalizar” la explotación y justificar su posición de privilegios. En los últimos años, esto se ha vuelto más evidente que nunca, siempre los poderosos han logrado recurrir a las leyes para defender sus posiciones. Al producirse el golpe y luego la retoma del poder por la revolución, el Tribunal Supremo de Justicia se vistió de hipocresía y descaro al decir que en Venezuela no se había producido un golpe de estado, solo se había producido un vacío de poder, y que los generales que secuestraron al presidente estaban “preñados de buenas intenciones” (palabras textuales), quien no pueda ver y entender los intereses que están detrás de estos “paladines de la justicia”, seguramente también tengan dificultades para distinguir el día de la noche.

El Paro Patronal

El paro patronal fue el segundo gran ataque de la burguesía. Demuestra una vez más la bancarrota de las ilusiones reformistas, esta gente pensaba ¡y aún creen que es así! que si no se va demasiado lejos, si se calma a las masas, que frenando la revolución pueden ganarse el consentimiento del imperialismo y de las clases oligarcas dominantes. ¡LA MAS GRANDE UTOPÍA DE LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD!.

El segundo intento de salir del presidente Chávez contó con la participación directa de más amplios sectores empresariales y de la burocracia de la empresa petrolera (PDVSA). Y sin ningún apoyo de los obreros venezolanos, los obreros venezolanos al principio estaban con expectativas, miraban hacia arriba buscando una dirección y lo que conseguían permanentemente del gobierno eran palabras y discursos de hablar con la burguesía, “mesas de diálogo”, repetían constantemente “en Venezuela cabemos todos”, y muchas cosas parecidas, la misma palabras que no convencen a nadie.

El paro petrolero fue un golpe duro a la economía de Venezuela, se dejó de producir petróleo, los primeras reacciones del proletariado fueron simplemente resistir a los ataques de la burguesía, se realizan largas colas para comprar gasolina y gas, pero sin ninguna tranca de carreteras por parte de los trabajadores, la mayoría del tiempo no se conseguían los productos de la canasta básica.

Con todo este sabotaje de la burguesía y sin ninguna solución clara por parte del gobierno, el apoyo al gobierno permanecía constante, un simple discurso explicando los intereses que estaban detrás de este paro y que la única salida era pasando a la ofensiva, tomando las fábricas, los bancos y la tierra, explicando que nos debemos defender, no dejarnos estrangular, hubiera marcado la diferencia, un poco de decisión y determinación en estos momentos hubieran marcado la gran diferencia.

Después de meses en esta situación, principalmente los obreros petroleros pasaron a la iniciativa ¡Sin ninguna dirección consciente!, comenzaron a tomar los pozos petroleros y ponerlos a producir bajo su control. Cuando comenzó a actuar la clase obrera directamente, fue cuando se pudo vencer el paro petrolero y llegar a una relativa normalidad.

El golpe de estado y el paro patronal son dos ocasiones donde la clase obrera ha tenido que intervenir decididamente para reparar el daño realizado por los reformistas y conciliadores, salvando la revolución del peligro en el que estos la han colocado.

Referéndum Revocatorio

Quemándose los dedos con el golpe de estado y el paro petrolero, la burguesía y el imperialismo comenzaron a tratar de utilizar vías “legales” para salir del presidente Chávez y darle un golpe contundente a la revolución, pensaron que después de todo lo que había sucedido, (agitación social y política, grandes colas en los supermercados para comprar los alimentos, inflación, nuevo desempleo por el cierre de gran cantidad de empresas, etc.), había disminuido de alguna forma el apoyo al presidente y a la revolución, se equivocaron nuevamente. Los trabajadores y el pueblo pobre han sentido que este gobierno les pertenece y que el presidente es uno de los nuestros, que siente igual que el resto de nosotros.

La revolución venezolana ha demostrado que ha tenido y aun tiene gran cantidad de apoyo dentro de la población, aún después de más de una década en el poder, aunque no ha completado las tareas más importantes de la revolución (vivienda, supresión de las causas que generan la delincuencia y control social sobre la misma, corrupción, empleo…) y no las completará mientras la economía sea manejada en provecho de algunos pocos (menos del 2% de la población se puede catalogar como burguesa o terrateniente), mientras la industria, los bancos y la tierra estén en manos privadas, no se lograrán resolver los problemas de la población y el apoyo a la revolución inevitablemente irá disminuyendo. De algo podemos estar completamente seguros, si la revolución solucionara los problemas de la vida cotidiana de la población, su apoyo dentro de la sociedad venezolana se recuperaría y creciera exponencialmente, sólo hacen falta medidas audaces.

Si algo ha demostrado la historia de los últimos años de Venezuela y principalmente los dramáticos acontecimientos de abril, es la bancarrota del reformismo y la conciliación de clases, estos señores e ideas son más peligrosos que la burguesía en sí. Los reformistas llegan a nosotros (los obreros) a pronunciarnos bellos discursos y palabras muy “lindas” sobre “la paz”, lo “grande que es Venezuela”, que “todos somos venezolanos”, que en “el futuro todo será mejor”. Estos personajes nunca logran sus objetivos de: enseñarle a comer verduras a un tigre, el tigre come carne y cuando tenga a su alcance carne la va a comer, es su naturaleza. En consecuencia, estos señores reformistas tratan que la burguesía “reflexione” y que deje de defender sus intereses a cualquier precio. Pero lo único que han logrando, es estimular la agresión por parte de la burguesía y el imperialismo, cavando sus fosas y la de los obreros; en sus discursos lo único que persiguen es adormecer al proletariado, sembrándoles ilusiones en la burguesía y no preparándola para las batallas contra esta. SI EL REFORMISMO NO EXISTIERA, LA REVOLUCION MUNDIAL SE HUBIERA COMPLETADO DESDE HACE MUCHO TIEMPO.

Cuáles Son Las Principales Conclusiones

  1. DESCONFIAR de la burguesía y sus instrumentos como son: sus estado, leyes, medios de comunicación, generales, dirigentes reformistas que terminan siendo sus títeres.

  1. Solo CONFIAR EN NUESTRA PROPIA FUERZA, en nuestra creatividad, capacidad de organización, cohesión, conciencia colectiva.

  1. MANTENER VIGILADOS a nuestros voceros o representantes, SI NO SE INTERVIENE EN POLÍTICA, INEVITABLEMENTE LA REVOLUCIÓN degenerará, debemos mantener vigilados los sueldos de los representantes y sus condiciones de vida en general.

¡Abajo el capitalismo!

¡Viva la revolución!

¡El reformismo es la quinta columna en nuestro movimiento!