Unificar a nivel nacional todas las luchas del sector público

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Hay que organizar asambleas de trabajadores en cada oficina, escuela, hospital y centro de trabajo para votar una resolución que exija a la dirigencia sindical de cada gremio a unificar la lucha de todos los empleados públicos en una huelga nacionalde 24 horas, como un primer paso, organizando comités de huelga para preparar y coordinar las movilizaciones. Si conseguimos crear la presión suficiente los dirigentes sindicales no tendrían otra opción sino atender los reclamos de los trabajadores, o queo que los trabajadores pasemos por encima de sus cabezas, mediante la convocatoria de un plenario de comités de huelga por cada centro de trabajo para lanzar la lucha.

Por los $250 en el básico, el empleo en blanco y la efectivización de todos los contratados

El gobierno de la nación ha decidido desafiar a los trabajadores del sector público del país (docentes, no docentes, estatales, provinciales y municipales) negándoles la suba salarial de $250 y el blanqueo de los miles de compañeros que trabajan en negro. Después de más de una década sin incremento salarial, con una escalada de precios que rebajó los salarios reales a la mitad en los últimos tres años, el reclamo de los $250 en el básico, el blanqueo de todos los trabajadores "en negro" y la efectivización de todos los contratados es lo mínimo que se debe pedir.

Hay dinero público para los capitalistas y diputados, no para los trabajadores

La táctica de los gobiernos nacional y de las provincias ha sido dividir a los trabajadores dando subas insuficientes a unos y negándoselas a otros. Es una indecencia que el gobierno de Kirchner justifique su posición diciendo que el Estado no tiene plata suficiente, cuando prevé un superávit fiscal para este año de cerca de $20.000 millones, de los que destinará más de $10.000 millones a pagar la infame deuda externa. Es verdad, no hay dinero para los trabajadores pero sí para los grandes empresarios, banqueros, multinacionales y grupos financieros internacionales que lucran con la miseria y las penurias de cerca de 2 millones de empleados públicos.

Curiosamente, los mismos funcionarios que niegan a los empleados públicos un aumento salarial de $250, han duplicado sus ingresos de $3.000 a $6.000 con la excusa de que $3.000 no es un salario digno ¡Qué vergüenza!

Pero la intransigencia de los gobiernos nacional y provinciales con los trabajadores no se explica por factores personales. Detrás del gobierno de Kirchner están los capitalistas, banqueros y el FMI para quienes aumentar el salario a los trabajadores públicos es un despilfarro del dinero público porque no les deja beneficios tangibles. Para ellos, ese dinero del Estado debe dedicarse a pagar más deuda externa, a seguir subvencionando a los empresarios nacionales, a las privatizadas y a rebajar los aportes patronales.

Las concesiones del gobierno

A principios del mes de mayo, se decretó una suba salarial "en negro", no remunerativa, a 105.000 empleados estatales (de un total de 283.000), de los cuales 62.000 (el 60%) son policías y militares. Esta suba sólo afecta a los trabajadores que ganan hasta $850, que subirían $150, los que ganan entre $850 y menos de $1000 subirían hasta completar un salario de $1.000. Los que ganan $1.000 o más no reciben nada de aumento.

Igualmente, la suba aprobada para los docentes y no docentes universitarios es una burla. Privilegia al 9% de los docentes que tienen dedicación exclusiva cuyo salario aumenta en $300 pero sigue dejando en la miseria a más del 90% de los docentes con subas insignificantes de $20, $45 ó $70. Los trabajadores no docentes subirían $50, que se suma a los $100 que recibieron hace unos meses. Para los miles de profesores que trabajan gratis (ad-honorem), sólo en la UBA hay 14.000, no hay ni un centavo de salario. Se los sigue explotando como mano de obra esclava.

De esta manera, la táctica del gobierno consiste en dividir a los trabajadores y atomizar las luchas por provincias y sector para debilitar su lucha. Ahora, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Felipe Solá, culpa al gobierno de Kirchner de retacearle dinero y que por eso no puede subir más que $70 en los salarios de los empleados y docentes de la provincia. Esto son sólo excusas y los trabajadores no debemos caer en la trampa que nos tienden los gobiernos nacional y provinciales para justificar el congelamiento salarial. Ellos son quienes manejan la plata, los que recaudan y entre ellos, no nos importa cómo, deben ponerse de acuerdo para satisfacer los reclamos de los trabajadores.

Hay que cambiar de estrategia sindical

Desde el primer momento, la disposición a la lucha de los empleados públicos fue total. El paro nacional del 28 de abril convocado por ATE tuvo un acatamiento masivo. Las luchas de los docentes y no docentes en el sector educativo, a lo largo y ancho de la nación, han sido innumerables en las últimas semanas. Lamentablemente, los dirigentes nacionales de ATE aceptaron acríticamente las ridículas subas ofrecidas por el gobierno y levantaron el plan de lucha y los paros programados. Esto causó un gran malestar en las bases que, en muchos casos, rebasaron a los dirigentes, obligándolos a continuar con los paros en las oficinas estatales, en los hospitales, escuelas y en las administraciones provinciales y municipales.

La táctica de la dirigencia nacional de ATE, CTERA y de otros gremios ha sido "borrarse" de la lucha por el salario y atomizar la lucha de miles de trabajadores públicos en cientos de luchas parciales diseminadas por todo el país. Los sindicatos públicos agrupados en el Frente de Gremios Estatales, entre los que destaca la UPCN, rechazaron la suba ofrecida por el gobierno y convocaron para el miércoles 2 de junio una movilización con más de 20.000 trabajadores en Buenos Aires, lo cual es un reflejo de la presión de abajo, pero rebajaron el reclamo para pedir solamente un aumento de $150 en el básico.

Unificar la lucha en una huelga nacional de 24 horas, como primer paso

Estas semanas hay programados y se están cumpliendo paros y marchas en la casi totalidad de las provincias del país. Con todo lo que tiene de positivo, el peligro es que este esfuerzo se dilapide en innumerables luchas parciales. De lo que se trata no es tanto dar muchos golpes pequeños, sino de dar unos pocos pero que sean amplios y contundentes, que demuestren al gobierno y a los capitalistas que inspiran su política, la enorme fuerza y poder que los trabajadores tenemos en esta sociedad.

Es por eso que, desde El Militante, abogamos porque el conjunto de los trabajadores unifiquen sus luchas y reclamos. El camino debe ser golpear todos juntos, el mismo día y al mismo tiempo en toda la nación. Es necesaria una huelga general de 24 horas de todo el sector público. Una huelga de estas características, bien organizada, demostraría el poder colosal de la clase trabajadora e inevitablemente provocaría fisuras en el gobierno por miedo a que el conflicto social se les escapara de las manos. Pero hay que plantear esta huelga de 24 horas sólo como un primer paso no como el final de la lucha. Si después de esta huelga, el gobierno no atiende nuestros reclamos habría que dar un paso más convocando otra huelga de 48 horas. Y seguir elevando el nivel de presión hasta obligar al gobierno a aceptar nuestras demandas.

Hay que organizar asambleas de trabajadores en cada oficina, escuela, hospital y centro de trabajo para votar una resolución que exija a la dirigencia sindical de cada gremio a unificar la lucha de todos los empleados públicos en una huelga nacional de 24 horas, como un primer paso, organizando comités de huelga para preparar y coordinar las movilizaciones. Si conseguimos crear la presión suficiente los dirigentes sindicales no tendrían otra opción sino atender los reclamos de los trabajadores, o que los trabajadores pasemos por encima de sus cabezas, mediante la convocatoria de un plenario de comités de huelga por cada centro de trabajo para lanzar la lucha.

¡Por la unificación de la lucha en una huelga nacional de 24 horas!
¡Que los trabajadores se pronuncien en asambleas por un paro unificado a nivel nacional!
¡Continuar la lucha hasta el final por los $250 en el básico, el blanqueo de todos los trabajadores "en negro" y la efectivización de todos los contratados!
¡No al pago de la deuda externa que nos condena a los salarios bajos, al empleo en negro y a la miseria!