Un nuevo ascenso de la lucha de clases en Bolivia

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Después de la crisis de marzo que le dio un respiro al gobierno (donde Mesa amenazó con renunciar tratando de crear una base social de apoyo), y del rechazo de este a la ley del gas aprobada en el Congreso, ahora se avecina un nuevo ascenso de la lucha obrera y campesina por la nacionalización de los hidrocarburos. Creo que la unidad de Bolivia hoy está en serio riesgo-, son las declaraciones de Carlos Mesa Gisbert, presidente de Bolivia.

Después de la crisis de marzo que le dio un respiro al gobierno (donde Mesa amenazó con renunciar tratando de crear una base social de apoyo), y del rechazo de este a la ley del gas aprobada en el Congreso, ahora se avecina un nuevo ascenso de la lucha obrera y campesina por la nacionalización de los hidrocarburos.

Un gobierno más débil después de los bloqueos de marzo

Es ante esta nueva rebelión obrera, campesina e indígena que el gobierno se ha visto en la obligación de llamar a un “Encuentro por la Unidad de Bolivia¨ para el lunes 16. Este Encuentro tiene una agenda concreta: la ley de hidrocarburos, elección de prefectos (gobernadores), referéndum por las autonomías y asamblea constituyente.

Esta es una invitación a las organizaciones políticas, empresariales, cívicas, sociales y sindicales, donde se cuestiona la participación de la Central Obrera Boliviana (COB) y la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) como observadores, por ser muy radicales. Ante esta convocatoria Evo Morales declaró que “Este será un encuentro de los neoliberales, aquellos que vendieron el país. El presidente hizo una jugada inteligente, al pasar el problema nuevamente al Congreso, para que las protestas sociales se dirijan hacia los parlamentarios y no al Ejecutivo”.

“Tengo mis dudas de que (Mesa) esté operando políticamente y que sea su mejor movida, porque las posiciones están cada vez más confrontadas. La convocatoria hubiera sido beneficiosa, pero en otro momento”, dice el ex guerrillero tupakatarista, Álvaro García Linera.

En realidad la posibilidad de consenso es poco probable debido a los intereses antagónicos entre la burguesía nacional (cipaya de las transnacionales petroleras) que desea seguir explotando los recursos naturales como les viene en gana, y los trabajadores que desean la nacionalización y la industrialización de los hidrocarburos y demás recursos naturales bolivianos.

Es en este marco, y en medio de un descenso significativo en las encuestas, que el gobierno trata de lograr un consenso sobre la ley del gas recién aprobada en el parlamento.

La ley de hidrocarburos

La nueva ley de hidrocarburos que se aprobó en el parlamento y ratificada por la cámara de senadores no es más que una ley dentro del marco del capitalismo boliviano, pero que de alguna manera afecta los grandes ingresos que venían obteniendo las transnacionales, por eso es que estas últimas no están contentas.

La Cámara Boliviana de Hidrocarburos (CBH), que representa a las petroleras, se niega a modificar sus contratos y tampoco acepta el régimen impositivo de 18% de regalías y 32% de un impuesto directo a la producción, no acreditable ni deducible. En criterio de las petroleras, el nuevo impuesto de 32% es una regalía encubierta.

El dirigente de la Coordinadora de Defensa del Gas, Oscar Olivera, afirmó que la nueva norma petrolera da vía libre a la impunidad y al daño económico al Estado. La ley no recupera la propiedad de los hidrocarburos para el país y legaliza los contratos de riesgo compartido.

En Cochabamba, el dirigente empresarial Javier Artero dijo que la nueva norma, "incoherente y confusa", obstaculizará las inversiones extranjeras en Bolivia. La nueva norma podría generar la paralización de las inversiones. El veto a ley por parte del Presidente Mesa podría subsanar el daño económico, declaró la dirigencia de la Cainco.

No sólo dejan bien en claro de que ellos son dueños de los hidrocarburos, dando a entender que nadie, ni el Parlamento, puede disponer de lo que les pertenece sino que incluso amenazan con dejar de invertir o someter a juicio a Bolivia. Y para esta tarea tienen el apoyo del imperialismo.

La presión del imperialismo.

En este sentido, la directora de programas en el Centro Carter, Laura Newman, informó que el gobierno de Estados Unidos incluyó a Bolivia a una lista de países con tendencia a sufrir conflictos, junto con Irak, Irán y Sudán. Newman habló en Atlanta con el periodista Mark Bixler del Atlanta Journal-Constitution acerca de la situación en Bolivia y consideró que el futuro del Presidente Carlos Mesa es incierto debido principalmente a los conflictos sociales que genera el tratamiento de la Ley de Hidrocarburos.

Para el Nuevo Herald de Estados Unidos, "el gas boliviano huele a conmoción social" y por eso llaman a la paz social porque si no dejarán de invertir en Bolivia. En todo esto Lula y Kirchner han declarado que lo mejor es llegar a un acuerdo con las petroleras. Esto ha logrado influir en algunos dirigentes como Román Loayza, militante del MAS, que plantea eliminar el poder de veto de los indígenas del país sobre los nuevos proyectos petroleros.

El pacto antioligárquico, El Alto y la marcha por la Unidad del Pueblo Boliviano por los Hidrocarburos y la Asamblea Constituyente con autonomía para todos los sectores

Lamentablemente, el gran paso que se dio con la alianza obrera-campesina durante el chantaje de Mesa, pasó al olvido. Y es que el Pacto por la Defensa de la Dignidad y la Soberanía Nacional, firmado por MAS, MIP, COB y el resto de organizaciones sociales era un remedo cupular del Estado Mayor del Pueblo creado durante las jornadas revolucionarias de febrero del 2003, y sin participación de las bases.

Actualmente, la fracción de derecha dentro del MAS y su política de alejarse de los “radicales” para ganar las elecciones presidenciales ha logrado su objetivo. Sin embargo, y debido a la presión de las masas cocaleras, Evo Morales se ve en la necesidad de convocar a las movilizaciones para aprobar su Ley de 50% de regalías.

La FEJUVES, la organización vecinal de la insurrección del Octubre Rojo, ha quedado un poco debilitada después de las reyertas internas sobre el balance de la lucha del agua (su participación en el Pacto Antioligárquico ha sido ambigua, atribuible no sólo a la priorización del tema AISA, sino al prestigismo de los dirigentes sobre Solares y Morales), y es la Central Obrera Regional (COR) la que ha convocado a todo el pueblo alteño a movilizarse por la nacionalización de los hidrocarburos.

Sin embargo, recientemente, la COR y la FEJUVE han instruido a todas las organizaciones laborales de El Alto y del país a desacatar la ley que fue aprobada recientemente por la Cámara de Senadores en una primera instancia y posteriormente por la Cámara se Diputados.

La COB aplicará "medidas revolucionarias", anunció Solares. Las movilizaciones a partir del 15 de mayo serán intensas, el bloqueo de caminos será radical. Felipe Quispe sugiere que la ciudadanía se abastezca de alimentos.

El jefe del MAS, Evo Morales, anunció que partir del 15 de abril los productores de coca del trópico de Cochabamba iniciarían vigilias en el Parlamento para garantizar el cobro de regalías del 50% y evitar "que las petroleras influyan en las decisiones del Poder Legislativo".

Los maestros ratificaron la huelga indefinida y bloqueos en algunas regiones desde el lunes 16 de manera escalonada, mientras que los docentes rurales se declararán en paro de 72 horas desde esa misma fecha.

En Sucre, la Mancomunidad de Municipios del Iñao se declaró en estado de emergencia y amenazó con cerrar las válvulas de explotación de hidrocarburos en la localidad de Monteagudo en caso que no se efectúe el resarcimiento por daños medio ambientales. Por otro lado, los trabajadores zafreros amenazaron en las últimas horas con bloquear los ingresos a los ingenios azucareros en caso de que los empresarios no respondan a su pliego petitorio de ocho puntos hasta hoy.

En tanto, el Comité Cívico de Tarija inició hace unos días un paro cívico indefinido exigiendo que la Presidencia de YPFB sea trasladada a esa capital, y los colonos, con el apoyo del Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra (MST), vienen expropiando tierras en Santa Cruz.

De esta manera, tenemos a un movimiento de los trabajadores que se prepara para la movilización, pero completamente divididos.

Por la unidad y el desarrollo de las asambleas departamentales de los trabajadores para tomar el poder

Las condiciones para derrotar al imperialismo y a la oligarquía en Bolivia son muy favorables. Después de los bloqueos de marzo se ha comprobado que la oligarquía teme a la movilización de masas. Por el momento los cívicos de Santa Cruz no cuentan con ninguna base social de apoyo sólida. La nacionalización de los hidrocarburos es una consigna muy sentida por los trabajadores cruceños afiliados a la COB.

Desde Octubre del 2003, y después de darle el poder a Mesa, lo único que se ha logrado es darle tiempo a las petroleras, la oligarquía cruceña y los agentes políticos capitalistas para que recuperen fuerzas y ahora salgan a querer derrotarnos con la agenda de enero (elección de prefectos y autonomías), y aprobando una ley de los hidrocarburos hecha a la medida de su saco y corbata.

Por esta razón, es vital que en estos momentos cruciales, los dirigentes de la COB, FEJUVES, MIP y del MAS apunten de forma clara y decidida a desarrollar las asambleas departamentales planteadas por los compañeros de la Federación de Mineros en el último ampliado de la COB realizado en la UPEA. En este mismo sentido deben apuntar los organizadores de la Marcha por la Unidad del pueblo de Bolivia si en realidad desean que los hidrocarburos se queden para los trabajadores bolivianos.

A esto hay que agregarle un programa transitorio que partiendo de la nacionalización de los hidrocarburos, de la defensa de la hoja de koka, tierra para los que la trabajan, mayor presupuesto para salud y educación del no pago de la deuda externa, etc. se plantee la lucha por el poder obrero y campesino y la unidad revolucionaria andina y latinoamericana.

El Alto, 13 de Mayo del 2005