Adrián Giacchino fue director del Banco Nación durante la gestión de Javier González Fraga, cuando se otorgaron los investigados créditos al gigante cerealereo.
El gran protagonista de la sesión secreta del Concejo Municipal, porque así lo establece la Ley Orgánica de Municipalidades, fue el pacto de gobernabilidad entre el oficialismo y sectores de la oposición, convenido por los concejales al comienzo de la gestión de Pablo Javkin cuando se definieron las autoridades. En una polémica votación se aprobó el nuevo Directorio del Banco Municipal con los nombres que propuso el Ejecutivo.
El elegido para presidir la entidad fue Adrián Giacchino, quien recibió cuestionamientos por haber sido designado en el gobierno de Mauricio Macri como director del Banco Nación, directorio que luego terminó salpicado por presuntas irregularidades en los préstamos a la cerealera Vicentin. Llegó al BNA en marzo de 2017, a un mes de asumir la presidencia del mismo Javier González Fraga, y le aceptaron la renuncia en noviembre de 2018, antes del escándalo político por la defraudación económica al Banco Nación. Además, enturbia su candidatura haber sido el elegido para dirigir el proyecto de la Bolsa de Comercio de Rosario de crear una entidad financiera privada, proyectada por Alberto Padoán, ex presidente de la Bolsa y dueño de Vicentin. El abogado Sebastián Azerrad, del estudio Azerrad & Blank e integrante del directorio de Rosental Inversiones, una de las principales financieras de Rosario, fue designado vocal, está también inmerso en el inconformismo de los ediles, ya que pareciera una entrega de la entidad Municipal a la patria financiera, una privatización encubierta. De los tres nombres propuestos, sólo tuvo consenso pleno para ocupar la vicepresidencia, la ex concejala radical de extensa trayectoria en la banca privada, Patricia Cosgrove.
Desde el mismo frente progresista surgieron dudas sobre las designaciones y el propio Javkin tuvo que intervenir y mantener una acalorada discusión con la socialista Verónica Irizar, competidora de Javkin en la interna a intendente. A Susana Rueda no le convencía la nómina y declaró que “se hizo un esfuerzo con mucha conversación de intensidad para coordinar una postura del interbloque”.
Otro claro ejemplo de las negociaciones llevadas a cabo por el ejecutivo se dio con la Concejala de Unidad Ciudadana Marina Magnani, quien argumentó que la promesa de créditos para sectores sociales y barrios vulnerables fue determinante, pero la clave fue una conversación entre el Intendente y el líder de La Cámpora en Santa Fe, el Diputado Nacional Marcos Cleri, que cambio la decisión de abstención por acompañar al Ejecutivo Municipal y le dio solidez al acuerdo. Sorprendió la decisión de Ciudad Futura que dejó de lado su discurso de centroizquierda y también terminó acompañando el perfil liberal de los candidatos que en principio no convalidaba.
La postura del macrismo tuvo rasgos de diferencias internas. El ala compuesta por ediles ligados al vicepresidente del PRO, Federico Angelini, la que no cerró el acuerdo en diciembre con el Intendente, quedó envuelta en una contradicción: no se opusieron a las designaciones. Los espanta el armado que tomó forma de la mano de su ahora rival interno, Roy López Molina, artífice del acuerdo global con el oficialismo, lo que dio el golpe final al bloque macrista en el Concejo y terminó dividiéndolo en dos. Se supo que López Molina le reclamó al Intendente un lugar en el armado del Directorio, pero, ante su negativa, terminó postulando a un dirigente de confianza en la Fundación, el ex Diputado Sergio Más Varela.
Por su parte el bloque del Frente para Todos (integrado por Eduardo Toniolli, Norma López y Alejandra Gómez Sáenz) fue el único que votó de forma negativa las postulaciones para presidente y vocal. Argumentaron que “ni los representantes de las financieras, ni los del complejo agroexportador, van a dar respuestas a las demandas de la economía real de nuestra ciudad. Hace tres años le pusimos un freno a las pretensiones del “círculo rojo” rosarino de que el Municipio se endeudara en dólares colocando bonos en el mercado de capitales. El tiempo nos terminó dando la razón. Hoy le decimos que no a los mismos sectores”. Así salió a la luz el contraste entre los peronistas que se dividieron a causa del acuerdo que el kirchnerismo convenió con el oficialismo: “Nosotros no tenemos esos banqueros, teníamos empleados bancarios de carrera para aportar al directorio”, ironizaron.
En síntesis, la gobernabilidad de Javkin no tuvo muchos sobresaltos y las negociaciones propuestas por la intendencia dieron sus frutos ya que las designaciones fueron avaladas por la totalidad de la cámara, sólo con la oposición del bloque del Frente de Todos para dos de los tres candidatos propuestos por el ejecutivo.
El oficialismo de CREO, el Socialismo, pasando por Cambiemos, Juntos por el Cambio, Ciudad Futura-FSP, Iniciativa Popular, el Partido Demócrata Progresista, la Unión Cívica Radical en sus dos vertientes, el monobloque Radical, Unidad Ciudadana y Unite, avalaron la propuesta de la intendencia y la banca municipal quedó bajo la dirección de representantes de lo más rancio de la patria financiera y cerealera de la provincia.
Es el turno de los trabajadores
En primer lugar, ha quedado blanco sobre negro la conducta pro patronal y oportunista de la casi totalidad del arco político que dio literalmente la espalda a los trabajadores bancarios del Banco Municipal al aceptar la propuesta del Intendente Pablo Javkin. En segundo lugar, una banca pública como es el Banco Municipal, debe otorgar facilidad de créditos baratos a las trabajadoras y trabajadores de la ciudad como así líneas blandas a las pequeñas empresas y comercios.
El macrismo ha tenido la intención histórica de hacer pie en Rosario a través del Banco Ciudad, y ésta es una buena oportunidad de mantener el brazo financiero en manos de Javkin, “un chico casi Radical PRO”, ya que se “autodefine” con una fraseología pseudo progresista que la realidad tira por tierra. La puesta en el Directorio de un hombre de la Patria Financiera habla por sí solo.
Tenemos un acuerdo inicial con Toniolli, Norma López y Gómez Saenz en el rechazo de tal propuesta. Pero no podemos quedarnos en una posición que muera en el Concejo Deliberante.
Se trata de que los trabajadores del Banco Municipal, junto al conjunto de los empleados de bancos de la Seccional Rosario, rechacen tal propuesta. Esto es todo un aprendizaje para los trabajadores bancarios, si la Bancaria Rosario no habla claro y llama a resistir tal nombramiento.
Como siempre queda en nosotros, los de abajo. Tomemos la tarea en nuestras manos.