Trabajadores del subte: Por una campaña a nivel nacional en la perspectiva de la Huelga General

El sindicato de trabajadores del subte (AGTSyP) en la Ciudad de Buenos Aires viene dando una lucha por la vida, de la mano de sus trabajadores y trabajadoras, contra la empresa concesionaria Emova. La empresa se encuentra ligada al grupo matriz, Roggio S.A y el Gobierno de la Ciudad, -ambos alineados con la muerte-, para maximizar las ganancias y los negociados empresariales. No esperando otra cosa de los capitalistas, que sus ganancias, sean a costa de exponer a los trabajadores con un viejo y peligroso contaminante: el asbesto o amianto, una sustancia comprobadamente cancerígena que se encuentra presente en piezas, instalaciones fijas y material rodante de distintas formaciones de trenes, cuya presencia viene siendo denunciada desde diciembre de 2018.

Cabe destacar que el asbesto es el nombre que se da a seis minerales de origen natural que existen en el medio ambiente como manojos de fibras que pueden separarse en hilos delgados y duraderos para usarse con fines comerciales e industriales. En la Argentina se encuentra prohibido desde el año 2003 (Resolución 823/2001).

El material rodante contaminado fue comprado al Metro de Madrid en septiembre de 2011 durante la gestión de Mauricio Macri al frente del Gobierno de la Ciudad, los funcionarios españoles sabían de la presencia del material cancerígeno desde el año 2003.

Los trabajadores y trabajadoras del Subte en Buenos Aires se encuentran en riesgo por el contacto diario con el asbesto, al llevar adelante sus tareas en áreas contaminadas, a la vez que ponen en peligro a sus familias.

A lo que también se suma el riesgo ambiental de quienes utilizan del subte día a día para movilizarse a sus lugares de trabajo o vivienda.

Al inhalarse y alojarse en los pulmones u otras partes del cuerpo, el asbesto produce graves patologías como asbestosis, cáncer de pulmón, mesotelioma maligno (que es un cáncer en las membranas delgadas que recubren el interior del tórax y el abdomen y es el tipo más común de cáncer asociado a la exposición al asbesto), cáncer de lengua, riñón, esófago, ovarios y mama.

Es claro que las fibras de asbesto en nuestros organismos representan un peligro potencial gravísimo a largo plazo. Para 2020 ya había 1747 trabajadores ingresados al Registro de Agentes de Riesgo como expuestos al asbesto. El 30 de enero de 2021 falleció el trabajador jubilado Juan Carlos Palmisciano producto de cáncer de pulmón por exposición al asbesto y el 21 de marzo de 2021 falleció el trabajador, auxiliar de estaciones, Jorge Gabriel Pacci a causa de un mesotelioma pleural producido por exposición al asbesto. A la fecha la exposición al asbesto ya provocó 3 trabajadores muertos, 85 afectados y 2500 trabajadores se encuentran bajo vigilancia médica.

Ante esta situación los trabajadores de la AGTSyP vienen dando una larga y firme lucha por la desabestizacion del Subte, tomando medidas de autodefensa como las huelgas escalonadas o la liberación de molinetes que hemos estado viendo en las últimas semanas, en las seis líneas de subterráneos y el Premetro, donde se exige también la reducción de la semana laboral a 30 horas para reducir la exposición con el mineral cancerígeno.

En un contexto de derrumbe del salario los trabajadores reclaman la urgente reapertura de paritarias para discutir condiciones laborales y salariales.

Por su parte el precandidato a presidente y jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta y la empresa Emova chantajean a los trabajadores recurriendo a pedidos de desafuero y telegramas de despido contra delegados y no dan respuesta ante esta grave problemática. Son lentos para desabestizar pero son bien rápidos para tratar y aprobar en “audiencia pública” subas constantes en el precio del boleto que ya se encuentra en $74- a pesar de las pésimas condiciones del servicio que obliga a los pasajeros a viajar como ganado.

Vemos en el negocio del Subte un claro ejemplo de la voracidad del capital que, por sus propias leyes internas, busca maximizar las ganancias. Lo único que les importa a los capitalistas es “mejorar” la eficiencia con la que exprimen a la clase trabajadora, aún a costa de sus vidas. Cuentan para ello con el andamiaje económico, político, jurídico y con destacamentos de hombres armados – es decir su Estado – para llevar adelante esta tarea y así garantizar sus intereses, ganancias y privilegios.

Ante la indiferencia de la patronal y el Gobierno de la Ciudad queda a la vista que las medidas de huelga actuales son insuficientes. Es necesario que las asambleas de base discutan un paro de 24 horas con movilización como primera medida hacia una huelga indefinida que, ante el estruendoso fracaso de la concesión privada, ponga también en agenda la necesidad de la nacionalización del subterráneo de Buenos Aires bajo control de sus trabajadores para tener un servicio eficiente y barato.

Es necesario el llamado a asamblea para discutir y actuar sobre la situación en curso fortaleciendo la construcción de un sindicato con independencia política de la patronal, los partidos capitalistas y su Estado. Basado en la democracia obrera en contraposición de los métodos de la burocracia sindical y por sobre todas las cosas, un sindicato que convoque a unificar las luchas de la clase trabajadora de todo el país impulsando una campaña a nivel nacional en la perspectiva de la Huelga General.

Sin lugar a dudas una campaña de este carácter fortalecería la posición de los compañeros y compañeras del Subte y aglutinaría a decenas de activistas obreros y dirigentes combativos como en su momento se logró con el Movimiento por la Jornada Legal de 6 horas. No tenemos dudas que los compañeros del subterráneo tienen la autoridad suficiente para convocar al resto de la clase a discutir un plan de acción conjunto.

Ligar la cuestión de la Huelga General con una perspectiva socialista, es la tarea del momento.  La expropiación del conjunto de la burguesía y la administración de la riqueza social por el conjunto de la clase obrera argentina es sinónimo de preservar la vida misma de quienes producimos la riqueza. Llamamos a los trabajadores y trabajadoras del Subte, y al conjunto de la vanguardia obrera y juvenil, a levantar esta bandera. Por el cumplimiento de todas sus demandas y las de toda la clase trabajadora.