Subtes: “El ataque es el precio de no pactar””

En palabras de la propia Presidenta de la Nación Cristina Fernández “el ataque siempre es el precio de no pactar”, los trabajadores de Subte sienten que son atacados, agredidos y humillados por el mismo gobierno y no existe ninguna carta de apercibimiento para el Ministro Tomada. Es cierto, ya se han cumplido con todas las condiciones pero no existe una decisión política que termine con este problema.

Durante el paro de ayer la empresa Metrovías mandó cientos de telegramas intimidatorios a los trabajadores, en los que a efectos de prestar servicios en horario normal y habitual deberían presentarse en sus lugares de trabajo, y en caso de no cumplir con ello quedarían apercibidos. No obstante la huelga se llevo con absoluta calma en todos los sectores del subterráneo porteño.

Mientras tanto se suceden las horas y no existe nada que suponga una decisión por parte del ministro Carlos Tomada. Los trabajadores han cumplido con todos y cada uno de los requerimientos de la Ley para llegar a que una persona, en este caso el encargado de la cartera laboral, tome una decisión y que cumpla de una vez con la Constitución.

En palabras de la propia Presidenta de la Nación Cristina Fernández “el ataque siempre es el precio de no pactar”, los trabajadores de Subte sienten que son atacados, agredidos y humillados por el mismo gobierno y no existe ninguna carta de apercibimiento para el Ministro Tomada. Es cierto, ya se han cumplido con todas las condiciones pero no existe una decisión política que termine con este problema.

En las asambleas se discute acaloradamente por la situación que genera la huelga, que perjudica ante todo a los mismos trabajadores del Servicio Porteño, pero sin ninguna duda ya se han hecho panfletos, cartas, se levantaron los molinetes y se habló con la prensa. Sólo se ha logrado que se presente la lucha de todo el subte como “la rebeldía de los delegados de izquierda”.

Se votó, se decidió, y se comprobó que la voluntad de los trabajadores es una y homogénea, y esa voluntad es tener un sindicato propio que refleje y entienda las necesidades que tiene el Subte. La necesidad de cuidar y velar por los propios intereses es única e invaluable y predicada como un derecho en la carta magna de los argentinos, y no se respeta.

En esta semana las asambleas estarán a la expectativa de una respuesta del ministro Tomada para evaluar o no otro paro aún mayor, pero entre los trabajadores seguirá existiendo la duda de quién enviará una carta de apercibimiento al “trabajador” Carlos Tomada por no cumplir con su tarea como lo dice su condición de “trabajador de la cartera laboral”.