Al tiempo que Jaim Etcheverry solicitó la auditoria general de la gestión de Schuberoff, la burocracia de APUBA inició una ofensiva contra la Comisión Interna del Rectorado de la UBA
RECTORADO DE LA UBA
El Rector Jaim Etcheverry acaba de pedir a la Auditoria General de la Nación la auditoria de todo el funcionamiento económico financiero de la UBA. Este pedido incluye la última gestión del ex Rector Schuberoff (1988/2002) y la suya propia (2002/2004).
Esto ocurre luego de sucesivas denuncias de la Comisión Gremial del personal no docente del Rectorado (APUBA – Rectorado) sobre las maniobras administrativas que permitieron la contratación de un ex represor de la Dictadura, y siguió con presentaciones demostrando que la prepotencia y autoritarismo existente en la Universidad de Buenos Aires está íntimamente relacionada a la red de impunidad organizada por Schuberoff y no desmontada durante la gestión de Etcheverry.
Al mismo tiempo, sectores schuberoffistas del Consejo Superior habían iniciado una ofensiva contra Etcheverry apuntando al manejo de los fondos propios del Rectorado por parte de su Secretario de Hacienda, Jorge Gosis, comenzando a posicionarse ante la elección del próximo Rector.
El pedido de Jaim Etchverry, sin antecedentes recordables en la historia de la UBA, viene a demostrar que al menos en estos momentos, su alianza con Schuberoff se ha quebrado profundamente; y sobre todo que no está dispuesto a dejarse llevar al escándalo detrás de las permanentes y bien fundadas denuncias por corrupción.
En este marco, la burocracia del sindicato no docente, en la cual hay varios directivos involucrados en denuncias y procesos por estafas diversas, inició una ofensiva contra la Comisión Gremial Interna clasista.
Organizándose desde el Centro Cultural Ricardo Rojas, que durante años fue una cueva de bandidos recaudadores al servicio del aparato de Formosa 114, y en donde se mantuvieron activos sectores de esa banda; la alianza menemista-radical que aún permanece en la conducción de APUBA se lanzó a separar al Rojas del conjunto de los 1200 trabajadores intentando recuperar parte del terreno perdido y provocando a los dirigentes de la Interna con el evidente objetivo de intervenir a la delegación gremial para que cese en sus denucias que pueden involucrar a miembros de la actual Comisión Directiva, así como a funcionarios del anterior y/o actual rector.
Las denuncias involucran millones de pesos en construcciones, compras de edificos, reorganizaciones administrativas inútiles, contrataciones de empresas fantasmas, alquileres millonarios y doble contabilidad.
Por todo esto solicitamos hagan llegar a la Comisión Directiva de APUBA
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un mensaje de solidaridad con el siguiente texto:
Repudiamos el intento de agresión física al Delegado General Marcos Britos con la anuencia de integrantes de esa Comisión Directiva, el haber impedido el elemental derecho democrático de expresión en una asamblea a los compañeros de la Comisión Gremial Interna del Rectorado y reclamamos el fin de las provocaciones e intentos de desmembrar el ámbito de actuación de la delegación gremial de los trabajadores del Rectorado de la UBA.
No descansaremos hasta ver destruida la red de corrupción mafiosa insertada entre los trabajadores de la UBA, y particularmente del Rectorado, porque han sido responsables de la pérdida de nuestros derechos durante la infame década del 90 y son un factor permanente de hostigamiento y agresión contra la mayoría de los trabajadores.
Marcos Britos – Delegado General. Comisión Gremial Interna / APUBA Rectorado UBA. Tel. 15 55 02 87 20
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