Sobre las propuestas de López Obrador a la Convención Nacional Democrática

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En el vertiginoso devenir de los acontecimientos, el movimiento contra el fraude se ha convertido en una lucha frontal contra el sistema político que la burguesía construyó en el periodo post-revolucionario 1920-1940 y que la derecha del PAN lejos de modificar ha utilizado en estos seis años del gobierno de Fox.

Un programa consecuente con la CND debe ser un programa revolucionario

En el vertiginoso devenir de los acontecimientos, el movimiento contra el fraude se ha convertido en una lucha frontal contra el sistema político que la burguesía construyó en el periodo post-revolucionario 1920-1940 y que la derecha del PAN lejos de modificar ha utilizado en estos seis años del gobierno de Fox.

En el fondo, por supuesto, la contradicción principal es la que se da entre los trabajadores y la burguesía, lo cual está llevando a los distintos actores a asumir posiciones que no nos hubiéramos imaginado en otros escenarios. Ejemplo de ello fue la ocupación de la tribuna por parte de los diputados del PRD en el congreso y, al mismo tiempo, la militarización de gran parte de la ciudad con vías al informe de gobierno fallido y al desfile militar del 16 se septiembre. Todo esto demuestra que arribamos a momentos decisivos. No hay espacio para medias tintas, el movimiento de masas exige ir a fondo mientras que la derecha también se prepara; en la edición de la Jornada del 31 de agosto se da a conocer que se adiestran alrededor de 1200 elementos paramilitares que se alistan para reprimir selectivamente a los dirigentes del movimiento de la resistencia civil. Por su parte, en el seno mismo del plantón, las amenazas de desalojo llevan a los trabajadores a construir comités de vigilancia mucho más serios que en periodos anteriores. Hay al menos 6000 activistas vigilando por la noche los campamentos, decenas de miles durante el día y cientos de miles los fines de semana. Una muestra de que el movimiento de masas no ha menguado fue la movilización del 1 de septiembre, que pese a la amenaza de represión y a la militarización, fue también multitudinaria.

Tal como el movimiento lo había previsto, la burguesía confirmó el fraude por medio del Tribunal Electoral, era correcto no tener esperanzas en una institución que como se dice en el terreno popular “estaba vendida” de antemano. En esa medida, la Convención Nacional Democrática, como instrumento de continuidad de la lucha, es fundamental. En este marco es lógico que la discusión en el seno de los trabajadores y los jóvenes más activos sea la de: ¿cuáles y cómo serán las formas de lucha para el próximo periodo?

Por supuesto hay que tomar en cuenta que el gobierno tratará de maniobrar comprando dirigentes, ofreciendo salidas a los movimientos en lucha con tal de que no se integren a la CND. Ejemplo de ello es la oferta de Gobernación de tramitar la salida del gobernador Ulises Ruiz a cambio de que la APPO se deslinde de la CND. Por supuesto, una transacción de ese tipo sería una traición al movimiento en su conjunto y aunque algunos dirigentes pudieran transar en ese sentido, sin duda lo mejor del movimiento de Oaxaca se sumaría a la lucha de los trabajadores del conjunto del país.

En esa lógica no hay duda de que la lucha debe tomar decisiones importantes y la realización misma de la CND es más oportuna que nunca. Andrés Manuel López Obrador dio a conocer el 28 de agosto una resolución sujeta a la aprobación de la CND, la cual da orientaciones generales, pero también pone a debate aspectos muy importantes que todos debemos clarificar.

En primer lugar AMLO toma posición de frente a la postura del Tribunal Electoral de avalar a Calderón, a pesar de que en el recuento limitado se observa una manipulación evidente de los resultados. Así lo estaban delimitando las acciones legal e ilegal para impedir que AMLO fuera declarado presidente antes de las elecciones. La resolución final del tribunal era tan evidente que AMLO no dudó en dar por un hecho que avalarían a Calderón y por tanto era correcto que denunciara a dicho tribual y llamar a las masas a no confiar en él, como hace bien al caracterizar al gobierno como un “comité al servicio de una minoría”, “protector de privilegios y de corrupción”. Millones de trabajadores leen atentamente estos señalamientos y los toman en serio, comprenden que es falso que el gobierno represente a todos en general y que, como decimos los marxistas, es un “comité al servicio de la burguesía”. Millones toman en serio el hecho de que AMLO señale que esta lucha trata de acabar con la república simulada, de "transformar las instituciones”. Para ser precisos, como el mismo AMLO afirmó en una entrevista con el Financial Times y como lo reiteró en su declaración de rechazo a la resolución del Tribunal, “se necesita una revolución” .

AMLO se ha distinguido por el empleo permanente de la movilización de masas como forma de hacer política; sin embargo, ha ocupado durante cinco años el segundo cargo político más importante de México: el gobierno del Distrito Federal. Ha estado por tanto presionado de alguna forma tanto por el movimiento de masas como por la burocracia estatal y, por supuesto, por la burguesía que quita y pone funcionarios públicos según necesita en un momento dado. Por ello nadie puede tomar estas declaraciones a la ligera, por supuesto la burguesía tampoco, por lo que de pronto lanzan en coro el llamado a que ya pare, a que negocie, a que sea responsable al mismo tiempo de que siguen acusándolo de ser un peligro para México y se fragua dentro del parlamento una alianza descarada entre el PAN y el PRI para enfrentarlo.

En realidad el problema no está tanto en López Obrador sino en el conjunto del movimiento de masas de todo el país que se concentra junto a él y que se mantiene firme. López Obrador sabe que para las masas la lucha es necesaria y toda claudicación sabe a traición y quedará grabada con fuego en la mente de ésta y otras generaciones.

En Chiapas, por ejemplo, ganó el PRD, aun a pesar del carácter nefasto de los candidatos que se presentaron, ello debe preocupar a la burguesía como preocupa que la siguiente campaña, la de Tabasco, -donde también se enfrentará a la alianza PRI PAN-, se esté convirtiendo en una imponente demostración de fuerza del movimiento con mítines masivos históricos en esa entidad mientras que la de los otros partidos pasa desapercibida.

Fue en Tabasco donde AMLO declaró el miércoles 30 de agosto: "Ya son dos polos, como en la historia de México: liberales y conservadores, y está muy definido cómo será la vida política del país en dos bloques. Aquí, en Tabasco, no sólo se llevará a cabo la elección para gobernador; habrá una confrontación de los dos agrupamientos, y no es que lo desee, sino que así se darán las cosas". Lo que en esencia significa, desde nuestro punto de vista, es que cada día se clarifica la contradicción entre la burguesía y el proletariado y las fuerzas y organizaciones políticas tienden a polarizarse en ese sentido. Más importante aún fue el reconocimiento a los trabajadores y a sus métodos de lucha cuando en ese mismo mitin declaró: "Cuánto hemos luchado, y se ha sufrido cárcel y represión. Y seguimos adelante, por eso no crean que vamos a aflojar. No, no nos vamos a rajar, a rendir y a dejar. Estamos hechos para esta lucha. El que deja de luchar es como si se empezara a morir, así que para qué vamos a dejar de luchar. Vamos a seguir adelante y nos lo van a agradecer nuestros hijos, las nuevas generaciones" .

Así que las masas avanzan hacia la conformación de la CND nombrando representantes y discutiendo las propuestas para darle continuidad a una lucha que va mucho más allá del problema puramente electoral.

AMLO ha hecho explícito que la CND tiene como objetivo formar un nuevo gobierno, desde nuestro punto de vista lo que debe significar es que es necesario que la CND tome el poder, esto en esencia significa que se entabla un periodo de lucha entre dos fuerzas, el cual no puede durar por tiempo indefinido. O la burguesía se afianza finalmente imponiendo a Calderón o los trabajadores damos un paso adelante y tomamos el control político en nuestras manos por medio de la CND.

La forma en que este proceso se dará es un asunto de importancia fundamental para dar los siguientes pasos después del 16 de septiembre cuando quedará instalada la Convención. López Obrador propuso un plan el lunes 28 de agosto en torno al cual debemos hacer una serie de reflexiones sobre su carácter, sus alcances y sus consecuencias prácticas, para que así los trabajadores determinemos democráticamente las opciones más convenientes para la realización de los objetivos inmediatos de la lucha que deben ser en esencia la caída del gobierno y la transferencia del poder a la CND.

Sobre el Plan:

Los puntos 1 y 2 son básicamente de consenso y en cierto sentido forman parte del sustento inicial del movimiento, el rechazar la usurpación implica también el tomar medidas en contra de la imposición.

El punto 3 va al fondo del problema que implican los puntos anteriores cuando plantea "Propongo que la Convención Nacional Democrática resuelva, previa deliberación y con el voto libre de los delegados, si constituimos un Gobierno de la República o una Coordinación de la resistencia civil pacifica. Esto implica también decidir, democráticamente, si habremos de reconocer y ratificar a un presidente legitimo de los Estados Unidos Mexicanos, o si la Convención elige a un jefe de Gobierno en Resistencia, a un encargado del poder ejecutivo, o a un coordinador nacional de la resistencia civil pacifica. Todo ello, en tanto dure la usurpación".

La usurpación es un hecho real, se implementó desde el mismo momento en que se intentó desaforar a López Obrador y la jornada del 2 de julio es sólo un capítulo más. La declaración del tribunal electoral era sólo un requisito formal que ya estaba decidido y con el que ahora se pretende cubrir de legalidad un acto profundamente arbitrario, incluso en el marco de las leyes vigentes, las cuales ya de por si están diseñadas para justificar el derecho de la burguesía y ejercer el monopolio absoluto del poder político.

Ante la usurpación, el movimiento debe reconocer que la única forma de triunfar es luchando sin cuartel contra el gobierno y todas las instituciones que han avalado esta burla al pueblo trabajador. Mientras ello no se haga de nada serviría señalar o proclamar un presidente legítimo en la medida en que sería un hecho real que el que detentara el poder ejecutivo sería un usurpador. Un presidente por muy legítimo que sea sin el control del gobierno real no tendría la posibilidad de utilizar esa posición para realizar su programa, mientras que el usurpador sí. Por lo tanto lo más correcto es que se nombre un jefe de la resistencia y que la Convención se plantee el problema de cómo hacer para evitar que Calderón tome posesión o en su defecto que renuncie al cargo que pretende ocupar. Se corre el riesgo de hacer como si el gobierno -por el sólo hecho de no ser reconocido por la Convención- dejara de existir, sería como evadir el problema de la toma del poder político, al mismo tiempo que, como sucedió con la CND zapatista, ésta se enfrasque en discusiones bizantinas mientras que en la práctica el poder constituido continúe ejerciendo su control sobre el conjunto del país. Es decir, la tarea de la CND no es construir un poder ideal en la cabeza sino llevarlo a la práctica sustituyendo realmente al usurpador, eso no se logra proclamando un presidente sino dirigiendo una lucha contra la usurpación, por lo tanto, el movimiento en su realidad actual, la lucha contra la usurpación, requiere de una dirección, mientras esta tarea no se realice los títulos, por más merecidos que sean, están un tanto de más.

El cuarto punto implica en sí mismo un programa de lucha que unifique a todas las organizaciones de trabajadores y jóvenes a actuar tanto en el plano de la oposición al gobierno usurpador de derecha como en el caso de que se logre establecer un gobierno de López Obrador, dice el inciso 1 ”Llevar a cabo todas las acciones necesarias para defender y proteger a millones de mexicanos pobres, humillados y excluidos, que tienen hambre y sed de justicia, buscando combatir a fondo la pobreza y la creciente desigualdad que imperan en nuestro país”. En el plano de la oposición ello implica el llamado a la unidad de acción de organizaciones sindicales, juveniles, campesinas y todas las del pueblo para enfrentar los ataques que la derecha tratará de orquestar en lo que queda del gobierno de Fox y en el de Calderón, en el caso de que la burguesía logre consumar la imposición. En ese sentido tenemos que decir que existen todas las condiciones para que Calderón no asuma la presidencia, siempre y cuando siendo consecuentes con lo planteado en este punto se arribe al empleo de la Huelga General como método de lucha.

En el plano de un programa de gobierno de López Obrador este inciso debería significar la implementación de un programa que le permita al gobierno de los trabajadores “Llevar a cabo todas las acciones necesarias para defender y proteger a millones de mexicanos pobres, humillados y excluidos, que tienen hambre y sed de justicia, buscando combatir a fondo la pobreza y la creciente desigualdad que imperan en nuestro país”, se necesita arrebatar a la oligarquía el control que tiene de los grandes monopolios privados, ello incluye la banca y los sectores estratégicos de la industria. Con la banca expropiada habría recursos frescos para industrializar el campo y desarrollar la industria en función de las necesidades del pueblo trabajador, todo ello sin el riesgo de que los capitalistas recurran al sabotaje económico. Por supuesto que dichos sectores de la economía no podrían funcionar con los métodos burocráticos que caracterizan hoy a las empresas paraestatales, se requeriría de la administración y control democrático de los trabajadores, con el objeto de impedir todo tipo de vicios inherentes al burocratismo. Y que, efectivamente estas palancas económicas se empleen para la elevación del nivel de vida del conjunto de los trabajadores.

El inciso 2 señala "Defender el patrimonio de la nación, que es de todos los mexicanos, por lo que no se permitirá la privatización del petróleo ni de la industria eléctrica, como tampoco de la educación pública en todos sus niveles, ni de las instituciones de salud y de seguridad social; y se defenderán por todos los medios legales y mediante acciones de resistencia civil pacífica los recursos naturales estratégicos para el bienestar de los mexicanos y la independencia y soberania de la nación".

Punto en el que todos estamos de acuerdo y que, como hemos señalado en los comentarios al inciso anterior, puede emplearse como referencia para una política de alianzas en contra del gobierno de la derecha o como plataforma de acción para un gobierno de López Obrador bajo la premisa de no sólo no privatizar sino de expropiar todas las empresas estratégica del país, ello incluye las telecomunicaciones, el transporte, las carreteras, etc.

El inciso 3 señala: “Hacer valer el derecho público a la información a fin de que los medios de comunicación públicos y privados garanticen espacios a todas las expresiones sociales, culturales y políticas del país, brinden una información veraz y objetiva, contribuyan al enriquecimiento cultural de los mexicanos y sirvan de base para que la población participe de manera consciente y libre en la toma de decisiones.¨ Esto no será posible mientras dichos medios de comunicación estén bajo el control de Slim, Azcárraga y Salinas Pliego, los cuales deciden sin consultar a nadie lo que veremos o escucharemos y cuándo lo haremos. Sólo arrebatándoles las concesiones, podremos decidir de forma libre y democrática un acceso a los medios de comunicación abierto a todas las expresiones de la cultura y el arte verdaderamente progresistas.

El inciso 4 señala “Trabajar para hacer desaparecer el Estado patrimonialista, ya que el gobierno no puede seguir siendo un comité al servicio de una minoría, por lo que la lucha contra la corrupción y la impunidad debe enfrentarse como una prioridad, a fin de que se castigue a quienes desde el poder lo utilizan para beneficio propio, cometen abusos transgrediendo impunemente las leyes y despojan a los mexicanos de su patrimonio. El poder público y el ejercicio del gobierno no pueden significar la protección de privilegios ni de la corrupción”. En este punto López Obrador insiste en que el problema es la corrupción y el compadrazgo o, como está de moda llamarlo, el “capitalismo de pandilla” al margen de las leyes. Por supuesto que es cierto que la corrupción es un mal que se debe combatir, pero también es cierto que el sistema actual aún funcionando bajo el respeto a las leyes actuales sigue basándose en la explotación y en la propiedad privada, y sobre esa base se generan inmensas fortunas de unos pocos e inmensas miserias de la gran mayoría. Recientemente se dio a conocer que el 80% de los gastos en alimentos lo realiza el 20% de la población más rica, lo que significa que este sistema no sólo no distribuye adecuadamente la riqueza sino que condena al hambre y a la miseria a la mayoría, así es como funciona y sólo modificando radicalmente las estructuras en su conjunto, es decir, cambiando las relaciones de propiedad, será posible contar con los medios para eliminar la estructura clasista de la sociedad, al mismo tiempo; sólo eliminando las instituciones tradicionales como el parlamento, el sistema de justicia, y el poder ejecutivo, será posible edificar nuevas instituciones basadas y que representen directamente al pueblo trabajador. Ello implica la necesidad de fortalecer la estructura de la CND creando asambleas populares a nivel local, regional, estatal para que la CND ejerza un nuevo poder basado directamente en los trabajadores y por ese medio establezca las medidas pertinentes para realizar el programa de transformación de las instituciones, es decir, el de la revolución.

Algo semejante tendríamos que afirmar al respecto del punto 5 el cual señala correctamente “La política económica y hacendaria se aplica sólo en beneficio de algunos potentados y traficantes de influencias. La Suprema Corte de Justicia de la Nación en lugar de proteger al débil, actúa para legalizar los despojos que comete el fuerte y proteger a los delincuentes de cuello blanco”. Esto en esencia es el funcionamiento de las instituciones bajo el sistema capitalista en México y en cualquier parte del mundo, si deseamos eliminar esas prácticas debemos acabar con las bases que las generan, como hemos abordado en puntos anteriores.

El inciso 6 plantea: "Propongo que la Convención Nacional Democrática decida si el órgano de gobierno, y quién lo represente, se instalen y tomen posesión formalmente el 20 de noviembre o el 1 de diciembre de 2006". Por supuesto estamos de acuerdo en que la CND decida crear un nuevo poder y señalar una fecha para su instalación, no obstante tenemos que aclarar que esto no debe significar dejar al poder de la usurpación como si éste no existiera. Cuando Juárez encabezó la lucha contra la imposición del Emperador Maximiliano lo que hizo fue combatirlo hasta derrotarlo. El mismo Madero -héroe de los panistas por cierto- convocó a desconocer las elecciones fraudulentas de Díaz y llamó a un levantamiento, el 20 de noviembre de 1910.

Se debe tomar muy en serio el llamado a desconocer al gobierno, por tanto, en este proceso no se puede nombrar un gobierno paralelo como el de Clouthier en 1988 y al mismo tiempo permitir que el poder usurpador se consolide como fue en ese caso el de Carlos Salinas de Gortari, que pese a surgir de un fraude como el actual, llegó al grado de concertar el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, que tanto daño le ha hecho a los trabajadores.

Por tanto, nuestra opinión es que debería conformarse una dirección nacional de la CND, cuya tarea sería la de encabezar la lucha contra la imposición, mientras dure, y al mismo tiempo estimular tanto la organización desde abajo como las movilizaciones en favor del programa de la convención. El poder de la CND se debe demostrar más que proclamar, aunque no está mal proclamarlo. Esta dirección nacional tendría que estar integrada por representantes del PRD, sindicatos, organizaciones juveniles, etc. Y cada uno de éstos podría ser revocado, cuando no reivindique las demandas de sus bases.

Quedarnos en el simple discurso de gobierno paralelo sin combatir al de Fox-Calderón, implicaría caer en una especie de autoengaño que no serviría de nada. Nuevamente la Huelga General se revela como el método más adecuado para que, sin necesidad de un enfrentamiento físico contra el ejército, se demostrara en dónde se encuentra la verdadera fuerza de esta sociedad.

El punto 7 señala: "Los acuerdos tomados por la Convención Nacional Democrática Por el Bien de Todos deberán asumirse de manera voluntaria por los ciudadanos libres de todas las condiciones sociales, pueblos e ideologías". Esta propuesta está en contradicción con todo el conjunto del plan, lo único que generará -en el caso de que se apruebe- es que cada quien actúe como mejor le parezca, y por tanto la CND no pase de ser una reunión de buenas voluntades sin efectos prácticos, precisamente eso fue lo que hizo fracasar el intento del EZLN por conformar la CND en Agosto de 1994. Lo que se necesita es una organización de lucha en la que los trabajadores se sientan seguros de que su sacrificio no se verá traicionado por dirigentes o diputados que de buenas a primeras se acuerden de que la CND no “pide incodicionalidad y respeta decisiones de partidos e integrantes de ayuntamientos del país”. Si la CND no puede gobernar, es decir, ejercer poder sobre los propios miembros de los partidos que la conforman, ¿cómo puede aspirar a gobernar al conjunto del país?

Sobre las consideraciones finales

La resolución del Tribunal electoral que declara como vencedor a Calderón es un insulto, una nueva burla más, tan mal estructurada que debería dar pena a los magistrados que la avalaron, pero eso ahora es lo de menos, la mayoría de los funcionarios de estado, jueces y jefes militares están confabulados con los dueños del capital para imponer a como dé lugar a Calderón. En ese sentido, el hecho de que AMLO dé por hecho el intento de usurpación es una previsión correcta como también lo es cuando dice: ”No sólo está en cuestión la estructura jurídica del Estado y su régimen político. En un país como el nuestro, donde existen tantos privilegios y tanta desigualdad, la democracia adquiere una dimensión social fundamental: se convierte en un asunto de sobrevivencia. La democracia es la única opción, la única esperanza para millones de pobres; representa para la mayoría de la gente la vía para mejorar sus condiciones de vida y de trabajo. Por todo eso, tomamos el compromiso de defender la democracia y hacerla valer”

Para los trabajadores la democracia significa en el fondo que se nos permita decidir sobre nuestro destino y ello implica política, economía y sociedad en su conjunto. Así como está el Estado mexicano, y cualquier estado burgués, las cosas funcionan al revés, quienes producen la riqueza no tienen derechos políticos o estos se burlan con leyes que sólo simulan la igualdad pero defienden los privilegios. En ese sentido la única democracia a la que podemos aspirar para defender nuestro derecho a decidir, es una democracia de los trabajadores en donde no haya espacio para la hipocresía y la manipulación de los amos del capital.

Finalmente AMLO recuerda a Juárez planteando que la lucha va más allá de una simple cuestión electoral, está en el movimiento de masas el triunfo: “el pueblo que quiere ser libre lo será. Hidalgo enseñó que el poder de los reyes es demasiado débil cuando gobiernan contra la voluntad de los pueblos”.

Sobre la constituyente:

López Obrador ha planteado como una de las cuestiones fundamentales en la elaboración de un proyecto alternativo el de la conformación de una constituyente. Es entendible que muchos consideren que una buena manera de refundar las instituciones sobre bases democráticas es con una nueva constitución. Al respecto tenemos que decir que el problema no se centra en que las leyes sean obsoletas o no, sino en que es el sistema social es el que no da para más. No tendría sentido que el movimiento de los trabajadores se esforzara por crear una nueva constituyente si ésta se fundara sobre las mismas reglas que le permiten al PRI y al PAN dominar el poder legislativo, si las mismas empresas como el CCE, Televisa o TV Azteca puedan continuar con su papel de distorsión de la realidad. Mientras el poder económico de la oligarquía se mantenga inmune, una nueva constituyente se puede realizar, pero al final su palabra no sería más que papel mojado y nada garantiza que la constitución no quedara incluso peor de lo que está.

De lo que se trata es de crear un nuevo poder desde abajo en el que se base la CND, dotarlo de una fuerza y capacidad de decisión tal que sea capaz de disputar el poder del gobierno de la burguesía y transferir todas las funciones del estado a dichos órganos democráticos del pueblo. Sobre la base de un gobierno revolucionario que tome medidas para abatir los grandes monopolios privados, sobre la base de la extensión de la democracia a la gestión de la industria, la banca, las comunicaciones, la minería, asegurando la propiedad social de las mismas. Sobre esta base entonces se puede preparar una constituyente que siente las bases no para darle nuevos aires al actual sistema, sino para fundar uno libre de los males que aquejan a esta sociedad dominada por la corrupción y el fraude que significa en sí mismo el sistema capitalista:

En suma para hacer realidad el programa que propone AMLO señalamos:
Por la constitución de comités de la CND en todos los centros de trabajo, estudio, barrios y pueblos.
Por la conformación desde abajo de direcciones estatales y una dirección nacional, revocable por el organismo colegiado que lo eligió.
Por la organización de acciones para fortalecer la organización y la fuerza de la CND en vías de derrotar la imposición de Calderón.
Por el establecimiento de un gobierno de transición sobre la base de la CND.
¡Viva la lucha contra el fraude!
¡Viva la lucha de los trabajadores!
¡Viva la CND!