Los docentes de los establecimientos de enseñanza pública de Santa Fe habían asumido un plan de lucha al comienzo del ciclo lectivo en el que el gobierno intervino con el dictado de la conciliación obligatoria. A fines de agosto, ante el fracaso de esta presunta mediación en la que el Estado Provincial era juez y parte, se declaró en asamblea provincial la puesta en vigencia de un plan de lucha con paros escalonados Los docentes de los establecimientos de enseñanza pública de Santa Fe habían asumido un plan de lucha al comienzo del ciclo lectivo en el que el gobierno intervino con el dictado de la conciliación obligatoria. A fines de agosto, ante el fracaso de esta presunta mediación en la que el Estado Provincial era juez y parte, se declaró en asamblea provincial la puesta en vigencia de un plan de lucha con paros escalonados por:
a) Un nuevo régimen jubilatorio especial que contemple la reducción de la edad y de los años de aporte para ingresar al régimen previsional, sumado al cálculo del haber jubilatorio en el equivalente al 82% móvil del salario que percibe el docente activo.
b) Eliminación de todas las sumas de dinero que se perciben en negro, a través de su incorporación al básico y aumento de salario para que el mismo alcance el monto equivalente a la canasta familiar.
c) Pago completo del aguinaldo conforme a la ley 9432.
d) Mayor presupuesto educativo destinado a infraestructura escolar
Hay un común denominador entre ambas huelgas, casi se puede decir que los dos momentos (febrero-marzo y agosto), son etapas de un mismo proceso, generado, pura y exclusivamente, por el incumplimiento del gobierno provincial, que haciendo buena letra con el nacional, opera de manera funcional a los intereses del modelo educativo diseñado por los centros del poder económico y por la lógica reproductiva del capital globalizado
En ese marco de lucha los docentes debieron afrontar a lo largo del mes duros ataques de todos los estamentos del Estado Provincial, que respondió a los planteos con presiones desarrolladas con apoyo de los medios de comunicación, amenazas de medidas disciplinarias y sancionadoras, tanto a nivel individual como a la entidad gremial en su conjunto, y puso a todos sus poderes en funcionamiento combinado. De modo tal, que operó la legislatura con el dictado de un nuevo régimen previsional que no satisfacía acabadamente los reclamos de los maestros en lucha, imponiendo por vía de un amparo judicial una declaración de un magistrado que intimaba al restablecimiento del dictado de clases.
Finalmente, de nuevo la gestión Kirchner vino en auxilio y amparó al Gobernador Obeid con una intimación dirigida a AMSAFE para que produjera el acatamiento de la conciliación obligatoria que había previamente dictado la Secretaría de Trabajo de la provincia, lo que fue repudiado y desconocido por el voto masivo de los docentes en Asamblea Provincial
Finalmente el ejercicio de la democracia sindical determinó que los propios trabajadores de la educación decidieran ingresar en la mesa de negociación, y suspender la medida de fuerza, aún cuando no se había dado cumplimiento al resto del pliego reivindicativo y el reclamo de un salario básico equivalente al costo de la canasta familiar sigue vigente.
Estimamos que tanto en Sulfacid como en el conflicto docente estamos en presencia de procesos de lucha sindical que permanecen abiertos y sin definiciones, lo que obliga a redoblar los esfuerzos para mantener viva la llama de la lucha, asumiendo las decisiones de naturaleza táctica que resulte adecuadas al objetivo estratégico trazado.
En este sentido, el atraso manifiesto en la construcción de una corriente sindical clasista conspira contra la posibilidad de unificación del esfuerzo militante de quienes se agrupan en ambas organizaciones sindicales, pero deja en igual forma planteada la imperiosa necesidad de su construcción como herramienta de participación del activismo del movimiento obrero en su conjunto.
