Salarios en caída libre

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El poder de compra de los salarios se redujo en los últimos 33 años casi un 60 por ciento con relación al nivel salarial de 1970.Esto surge de un estudio realizado por especialistas de la OIT y del ministerio de Trabajo. Si tomamos el año 1975 como referencia, entonces la caída ha sido mayor: un 65 por ciento. Con estos datos la Argentina aparece como uno de los pocos países en que el salario ha tenido un achique tan persistente y permanente en las últimas tres décadas.

Elpoder adquisitivo de los salarios se redujo un 65% desde 1975

El poder de compra de los salarios se redujo en los últimos 33 años casi un 60 por ciento con relación al nivel salarial de 1970.Esto surge de un estudio realizado por especialistas de la OIT y del ministerio de Trabajo. Si tomamos el año 1975 como referencia, entonces la caída ha sido mayor: un 65 por ciento. Con estos datos la Argentina aparece como uno de los pocos países en que el salario ha tenido un achique tan persistente y permanente en las últimas tres décadas.

Si quisiéramos volver a la situación de 1970 el salario medio actual, de 550 pesos, tendría que elevarse un 150 por ciento. Resultaría un salario promedio de 1375 pesos.

Hasta 1975 y como resultado de las grandes luchas obreras de la época, los salarios treparon un 14 por ciento. Para alcanzar el pico de este año, el salario medio debería hoy ser de 1570 pesos. Con el advenimiento de la dictadura militar, se produjo un brusco descenso del salario real. Fue necesario que los sectores dominantes de la economía por intermedio de su brazo armado hicieran un baño de sangre y desaparecieran miles de compañeros para lograr una caída del poder adquisitivo del 40 por ciento.

Con la democracia hubo una pequeña recuperación hasta 1985,año en el que de la mano del Plan Austral y del FMI volvió a caer el salario real. Con las hiperinflaciones de 1989 y 1990 prosiguió el deterioro, al igual que con el Plan de Convertibilidad, en especial a partir del efecto Tequila.Con el colapso del 2001 y la sangría de la devaluación, los salarios se contrajeron otro 25 por ciento.

Es la hora de romper con quienes nos han obligado a seguir tales políticas: el Fondo Monetario, la banca, las multinacionales, los sectores del privilegio en general. Hace falta otra salida. Una salida socialista: nacionalización de las palancas básicas de la economía, planificación y gestión obrera. Solo de esta manera los trabajadores lograremos recuperar lo perdido y así podremos asegurar una vida digna para nuestras familias.