La lucha contra el cambio climático exige medidas urgentes, en cada país e internacionalmente. Los marxistas rechazamos la idea transmitida por la clase dominante y sus medios de que “todos somos responsables”. No, la responsabilidad del cambio climático y en particular de la emisión de gases de efecto invernadero es de las empresas y corporaciones que saquean el planeta y sus recursos a placer. Por lo tanto, toda lucha consecuente contra el cambio climático debe ser una lucha anticapitalista y socialista.
Hay reivindicaciones que el capitalismo puede conceder con más o menos presión desde abajo o a través de la acción parlamentaria, y otras que sólo podrá conceder en base a una lucha dura y prolongada. Pero hay también otras medidas necesarias que son imposibles de conseguir en este sistema porque contradicen completamente la propiedad privada de los grandes capitalistas, que es la base del sistema actual. Por eso, debemos ligar la lucha por las reformas más inmediatas y apremiantes con la lucha más amplia por transformar completamente la sociedad en líneas socialistas, adoptando un programa de medidas de transición al socialismo que incorpore todas las demandas necesarias, sean posibles de conseguir o no bajo el sistema capitalista.
De lo que se trata es de poner en pie un movimiento de millones que haga suyo un programa de transición hacia el socialismo, para transformar la lucha contra el cambio climático en una lucha contra el capitalismo y por el socialismo internacional.
Este programa, aunque contenga reivindicaciones comunes, debe elaborarse país por país para incorporar sus demandas específicas. El programa que proponemos aquí, para el Estado español, es el siguiente: • Nacionalización sin indemnización, salvo a pequeños accionistas y bajo el control de los trabajadores, de las grandes compañías energéticas (Repsol, Endesa, Iberdrola, Naturgys-Gas atural, etc.), para acometer las transformaciones energéticas necesarias contra el cambio climático.
• Los subsidios estatales a los combustibles fósiles deben invertirse en la investigación de energías alternativas (solar, fotovoltaica, geotérmica, mareas, fusión nuclear, eólica, hidrógeno, etc.) y en un plan nacional de adaptación al cambio climático.
• Nacionalización y reconversión industrial de fábricas y minas contaminantes, sin indemnización salvo casos de necesidad comprobada, bajo el control de comités elegidos por los trabajadores y los habitantes de los territorios.
• Nacionalización sin indemnización salvo a pequeños accionistas, bajo el control de trabajadores, de la industria automotriz, para comenzar la producción en masa de vehículos ecológicos a precios asequibles.
• Plan nacional para la reorganización hidrogeológica del territorio.
• Programa Estatal, a 5, 10 y 20 años de protección del entorno natural, con una repoblación forestal basada en criterios científicos, y la regeneración total de las aguas de los ríos, arroyos, acuíferos, etc.