Proyecto Sur y la política de alianzas

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Proyecto Sur, para tallar en la clase obrera y demás sectores populares oprimidos, debe avanzar hacia una perspectiva de clase y agitar por un programa socialista que plantee la nacionalización de las palancas fundamentales de la economía, (Bancos, latifundios y monopolios), bajo el control democrático de los trabajadores.

La política nacional se asemeja cada día más a una comedia francesa barata de cama. Hay politicastros burgueses que han recorrido todo el arco parlamentario desde el kirchnerismo hasta la derecha de Macri (Solá en la Provincia de Buenos Aires), y viceversa (Borocotó en la Ciudad de Buenos Aires). Diputados, senadores y gobernadores que se pelean con el gobierno kirchnerista y se maridan con la oposición de derecha (Reutemann en Santa Fe) y otros que luego de hacerlo, vuelven al regazo oficialista por unas monedas (Schiaretti en Córdoba, y Busi en Entre Ríos). Carrió descubrió las virtudes de reaccionarios de derecha consumados como López Murphy y Patricia Bullrich. Aventureros, como Luis Juez de Córdoba, se venden en una vidriera al mejor postor, flirteando ora con unos, ora con otros (primero con Kirchner, luego con Carrió, al día siguiente con Pino Solanas, y una semana más tarde comenzó a negociar con la UCR).

Son todos ellos los mismos truhanes que poblaron el espacio político de nuestro país durante 20 años y más y que hacen de la "vida pública" una forma de vida lucrativa, como embaucadores de la clase trabajadora y de las clases medias al servicio de la clase dominante.

Dios nos guarde de algunos "amigos" …

También hubo desprendimientos por "izquierda" en el kirchnerismo.  Libres del Sur (ex-Patria Libre) de Tumini y Ceballos, abandonó el kirchnerismo no por discrepancias políticas sino porque no tendría lugar en las listas del Frente para la Victoria en Octubre. Únicamente reprochó a Kirchner que decidiera recostarse sobre el PJ, y ninguna otra cosa más. Además, no olvidamos que Tumini apoyó a un candidato burgués impresentable como Telerman en las elecciones a intendente de la Capital Federal a cambio de puestos y prebendas para su tropa. Pero esta gente ahora pretende ahora subirse al carro de Proyecto Sur y del movimiento político que impulsa la Constituyente Social para seguir lucrando en cargos de diputados, concejales, secretarías, etc.

Con la misma desconfianza vimos el acercamiento, afortunadamente frustrado, con el Frente Cívico de Córdoba de Luis Juez. Este personaje, que indudablemente explotó a su favor la bronca de la población contra los manejos corruptos del PJ en la provincia de Córdoba, es un aventurero sin principios capaz de aliarse con cualquiera con tal de conseguir sus objetivos.

Ni Proyecto Sur ni el movimiento político que surja de la Constituyente Social deberían comprometerse con estos nuevos "amigos". Y deberían ser luchadores populares reconocidos, o dirigentes de movimientos de masas, quienes encabecen las listas electorales, previo refrendo por las bases.

También se acercaron a Proyecto Sur y la Constituyente Social los diputados ex-aristas de Solidaridad e Igualdad (Macaluse, Mª América González, etc.) quienes, más allá de la honestidad personal que puedan esgrimir, carecen de base social de apoyo alguna, y hacen de la política su forma de vida.

Un caso aparte es el de Eduardo Buzzi, el dirigente de la Federación Agraria. Habría que oponerse resueltamente a la incorporación de este demagogo a Proyecto Sur o al Movimiento Político de la Constituyente Social. No es permisible que los dirigentes de la CTA inviten a Buzzi a luchas obreras (como la de Paraná Metal en Villa Constitución) que comprometen la imagen del movimiento. En cambio, deberían exigirle que repudie públicamente su actuación al frente de la Federación Agraria y rompa su frente con los terratenientes, además de retractarse de sus declaraciones escandalosas halagando públicamente a personajes tan nefastos como Duhalde y Reutemann.

Sí nos parece muy positiva la incorporación de Proyecto Sur a la Constituyente Social que impulsa la CTA y su convergencia cada vez mayor con el sector de la central que delimitó por izquierda con el kirchnerismo. En ese sentido nos parece acertado, como parece probable, que dirigentes de la CTA ingresen a las listas de Proyecto Sur.

Un programa socialista y de clase

Proyecto Sur, para tallar en la clase obrera y demás sectores populares oprimidos, debe avanzar hacia una perspectiva de clase y agitar por un programa socialista que plantee la nacionalización de las palancas fundamentales de la economía, (Bancos, latifundios y monopolios), bajo el control democrático de los trabajadores.

En las elecciones de octubre es bastante probable que Proyecto Sur consiga varios diputados nacionales que se sumarían a la presencia actual de Claudio Lozano. Una bancada de 3 a 5 diputados nacionales, aunque pequeña, no sería un mal comienzo.

Será la única oposición real por izquierda al kirchnerismo. En el contexto de una crisis económica cada vez mayor, con un gobierno que se mostrará el máximo garante de las ganancias capitalistas y cuya impotencia para resolver los problemas sociales lo hará crecientemente impopular, junto a una oposición a su derecha con un programa político más reaccionario aún, se le abrirá a Proyecto Sur o al movimiento político donde converja, un campo fértil de intervención política que le augurarán un desarrollo muy importante.