Evidentemente, este nuevo código contravencional no va a resolver nada porque no va dirigido contra los responsables de los delitos más graves: los jefes policiales, servicio penitenciario, políticos y jueces que amparan el tráfico de drogas, la prostitución, el desarmadero de autos, y la creación de "zonas liberadas" a cambio de dinero.
La presión de los medios privados de comunicación azuzando prácticamente las 24 hs del día con la "inseguridad" y el "caos" provocado por la protesta social se ha intensificado en los últimos días.
Tienen como objetivo seguir desgastando, de cara al 2011, al gobierno Kirchnerista y generar un clima de miedo e incertidumbre entre la población. Para eso cuentan con el apoyo entusiasta y servil de sectores de la oposición (Radicales, como el PRO de Macri, la Coalición Cívica de Carrio, y los peronistas anti-K)
Es en este contexto que el gobierno bonaerense, y cuando el Congreso Nacional está discutiendo reducir la edad penal a los 14 años, ha hecho suya la agenda de la derecha e intenta impulsar un nuevo código contravencional reaccionario que otorga mayor poder a la policía bonaerense para que vuelva a ser la "maldita policía" y ampliar el poder represivo del Estado.
Evidentemente, este nuevo código contravencional no va a resolver nada porque no va dirigido contra los responsables de los delitos más graves: los jefes policiales, servicio penitenciario, políticos y jueces que amparan el tráfico de drogas, la prostitución, el desarmadero de autos, y la creación de "zonas liberadas" a cambio de dinero.
Mano dura con los pobres y los excluidos
El nuevo código contravencional que se intenta aprobar busca saturar las calles de policías y avanzar en la criminalizaciòn de la pobreza ya que castiga a quienes "exijan dádivas" buscando de esta manera "terminar" con los chicos de la calle que, ante el total abandono del Estado, se ven obligados a mendigar una moneda.
También contempla hasta 30 días de prisión a quien "habitare en la vía pública, o en cualquier otro sitio "no" adecuado para la vivienda humana". De esta manera se intenta reprimir a los miles de indigentes en situación de calle que el sistema genera día a día. Dentro del mismo artículo se indica que la pena será mayor aún para quienes "cuidaren vehículos estacionados" en la calle, aún cuando no exijan ningún tipo de remuneración a tal fin".
Criminalización de la protesta
El código contravencional no sólo trata como delincuentes a los pobres sino también profundiza la criminalización de la protesta social.
Recientemente, el gobernador Scioli declaró que "ante las nuevas modalidades y mutación del crimen es necesario limitar sustancialmente las libertades extraordinarias" (Clarín, 28/11).
En este sentido, el código contravencional es bastante explicito ya que indica que se podrá detener a personas que participen en manifestaciones, piquetes, cortes de calle, escraches cuando tapen su cara o porten palos, "obstruyan la libre circulación", o actúen "en sitio público en forma tumultuosa profiriendo insultos, intimidación o provocación de cualquier manera".
Luchemos contra la ley Scioli
Con la excusa de combatir la inseguridad el gobierno está avasallando claramente las libertades individuales y limitando la protesta social. Es por eso que debemos apelar a la movilización popular para impedir semejante atropello contra los trabajadores y el pueblo pobre.
Es preciso comprender que la inseguridad es inherente al sistema capitalista y mientras más persista este sistema, más inseguros viviremos. Por lo tanto, no podemos solucionar este flagelo si no avanzamos en la construcción de una sociedad socialista que elimine de raíz la desigualdad.
Es con ese objetivo que debemos organizarnos en nuestros lugares de trabajo, escuelas y barrios para poder defendernos de los verdaderos chorros y generadores de toda inseguridad: los capitalistas.
