¡Por los 10 millones de votos para el Presidente Chávez! ¡Por el socialismo! ¡Impulsemos la cogestión hacia el control obrero, y extendamos este a toda la economía expropiando a los capitalistas!

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En febrero de 2005 el presidente Chávez expropiaba la empresa Venepal (papelera) y nacía Invepal. En abril, era expropiada CNV (válvulas de oleoductos) y veía la luz Inveval. Desde entonces, este proceso, que el Presidente definió como “cogestión revolucionaria”, ha sido sometido a un ataque feroz por parte de los capitalistas y la contrarrevolución. No sólo eso, los trabajadores de las empresas recuperadas han tenido que enfrentar además las resistencias, incomprensión y falta de confianza en su capu capacidad de no pocos funcionarios que se definen como revolucionarios pero están imbuidos de ideas y métodos reformistas y/o burocráticos.

Volante de la CMR

En febrero de 2005 el presidente Chávez expropiaba la empresa Venepal (papelera) y nacía Invepal. En abril, era expropiada CNV (válvulas de oleoductos) y veía la luz Inveval. Desde entonces, este proceso, que el Presidente definió como “cogestión revolucionaria”, ha sido sometido a un ataque feroz por parte de los capitalistas y la contrarrevolución. No sólo eso, los trabajadores de las empresas recuperadas han tenido que enfrentar además las resistencias, incomprensión y falta de confianza en su capacidad de no pocos funcionarios que se definen como revolucionarios pero están imbuidos de ideas y métodos reformistas y/o burocráticos.

Como resultado, los trabajadores de varias empresas han tenido que organizarse en un Frente Revolucionario de Trabajadores de Empresas en Cogestión y Ocupadas (FRETECO) y movilizarse planteando sus propias propuestas para que la cogestión se extienda y avance hacia el control obrero.

La participación de los trabajadores funciona, el capitalismo y la burocracia no

Si algo se ha demostrado en el último año y medio es que los trabajadores sí podemos gestionar las empresas y el Presidente Chávez no estaba equivocado –como insisten ahora los medios escuálidos- cuando planteó esta idea. Los trabajadores de INVEVAL, repartiéndose las tareas en asamblea, debatiendo cada aspecto del trabajo, han recuperado totalmente la empresa (cerrada durante tres años) y a un costo muy inferior al que hubiese tenido contratar empresas privadas, como planteaban algunos funcionarios ministeriales. Lo han hecho con la imprescindible ayuda financiera del gobierno pero prácticamente sin acompañamiento e incluso teniendo que vencer en bastantes casos la resistencia y falta de confianza de los funcionarios. INVEVAL ya está reparando válvulas de PDVSA El Palito y lo único que ha retrasado la producción de las primeras válvulas “cogestionarias” es que empresas e instancias del estado que debían garantizar su apoyo no lo han hecho. Una producción tan especializada como las válvulas sólo puede realizarse si PDVSA, principal y casi único mercado, garantiza la compra de un determinado volumen anualmente y si se crea una fundidora de propiedad estatal que garantice materia prima a un precio razonable.

En INVEPAL fue la Asamblea de Trabajadores la que corrigió la desviación por parte de sectores de la dirección de la empresa de los objetivos del proyecto. La competencia en el mercado capitalista, reforzada por el hecho de que cuando se constituyó la empresa se estableció que los salarios, derechos laborales e incluso determinadas inversiones, dependan de los beneficios que obtenga la empresa (y todo ello unido al abandono de la formación ideológica y a la decisión de esos dirigentes de reducir el poder decisorio de la Asamblea de trabajadores) generaron una mentalidad mercantilista y capitalista que desvió a un grupo de dirigentes del carácter revolucionario y socialista del proyecto, como querían los trabajadores y el propio Presidente Chávez. Contrataron en condiciones propias de cualquier empresa capitalista a los trabajadores de la fábrica de cuadernos de Maracay (muchos de ellos ex trabajadores también de Venepal), llegaron a negarle a trabajadores contratados el derecho a compaginar su horario laboral con su participación en las Misiones revolucionarias, botaron a 60 de ellos cuando, tras seis meses contratados, tenían derecho a entrar como socios en la cooperativa y, además, estos trabajadores contratados intentaban organizarse y ejercer la contraloría social. Mientras los funcionarios designados por el gobierno no impidieron nada de esto, la lucha de los trabajadores despedidos de Invepal Maracay (que aún continúa, organizados en el FRETECO y apoyados por la CMR) y de los propios trabajadores cooperativistas de Invepal Morón, que en Asamblea decidieron revocar a la Directiva y elegir una nueva, alertaron de esta grave situación.

En INVETEX, aunque los trabajadores no procedían de una experiencia común de lucha y desde el principio hubo intentos de dividirlos, también son los trabajadores quienes han mantenido vivo el proyecto y denunciado que éste estaba siendo saboteado por el empresario y no terminaba de arrancar.

Esto demuestra que lo que ha fallado en la cogestión no ha sido precisamente el que, como propuso el Presidente, la Asamblea de Trabajadores sea la máxima instancia de decisión y el presidente de cada empresa, un trabajador, sino el que este embrión de socialismo que representa el modelo propuesto por el Presidente Chávez se haya mantenido limitado a un pequeño grupo de empresas y en medio de un marco general que sigue dominado por una legislación y un mercado capitalistas. Se trató de construir unas empresas donde prevaleciera el carácter social de las mismas dentro del marco legal capitalista, utilizando la figura de compañías comerciales que se rigen por una de las leyes más capitalistas que existen: el Código de Comercio. De prolongarse esta situación, la ideología y prácticas capitalistas tenderán a reproducirse y el modelo será derrotado.

Impulsar la cogestión hacia el control obrero y continuar las expropiaciones

Actualmente, se están discutiendo los Estatutos que regularán las empresas recuperadas. Es una oportunidad para corregir este error. Sin embargo, bajo la presión política e ideológica de la campaña de la burguesía contra la cogestión, diversos funcionarios ministeriales pretenden modificar el modelo presentado a los trabajadores por el Presidente Chávez, eliminando la participación mayoritaria de los trabajadores y el poder de la Asamblea de Trabajadores y sustituyéndolos por el control de la empresa por una mayoría de funcionarios designados por los Ministerios. Este sistema reproduce el esquema tradicional que ha fracasado en la gran mayoría de empresas públicas y de aplicarse podría suponer un grave paso atrás para nuestra revolución.

Desde la Corriente Marxista Revolucionaria proponemos los siguientes ejes estratégicos, tanto para defender la cogestión revolucionaria frente a la campaña que contra ella han lanzado los escuálidos como parte de su campaña para intentar evitar la reelección del Presidente, como para hacerla avanzar hacia el control y la gestión obrera de las empresas frente a las propuestas reformistas que no confían en la capacidad de los trabajadores para construir el socialismo:

Ejes estratégicos para hacer avanzar la cogestión hacia el control obrero

1. El Estado debe garantizar salarios, condiciones laborales dignas, inversiones y adecuadas y la financiación de las empresas recuperadas para evitar que la presión de la competencia en el mercado capitalista y la lucha por el beneficio reproduzca el capitalismo en el interior de estas empresas. Los trabajadores deben participar mayoritariamente en la gestión. Ellos son quienes han salvado y recuperado las empresas. Han demostrado sin ningún género de dudas su apoyo a muerte al proceso revolucionario y su interés en que éste siga avanzando.

2. Ningún derecho de los trabajadores ni el mantenimiento de las empresas, su financiación, etc. debe ir vinculado ni mucho menos depender de la obtención de beneficios por parte de la empresa. El objetivo de las empresas en cogestión rumbo al socialismo debe ser la rentabilidad social y no una rentabilidad capitalista y mercantil que sólo pude ser resultado de la autoexplotación de los trabajadores o de su explotación sobre otros.

3. Cada trabajador contratado debe pasar tras un período básico de prueba (15 días o un mes como máximo) a gozar de los mismos derechos y condiciones que el resto de sus compañeros. Esto es fundamental para impedir divisiones entre los trabajadores que pueden ser utilizadas para reproducir la ideología capitalista y minar los objetivos socialistas del proyecto. Por supuesto, los trabajadores despedidos de Invepal Maracay deben ser reenganchados inmediatamente.

4. Si la empresa obtiene excedente, este debe ser empleado en reforzar el carácter socialista del proyecto, desarrollando proyectos sociales con las comunidades cercanas como ha planteado el Presidente, núcleos de desarrollo endógeno, apoyar las Misiones, etc.

5. La producción y administración de las empresas recuperadas debe estar bajo control obrero y social. En la dirección deben participar, junto con los trabajadores de las mismas, representantes del gobierno pero también de las comunidades organizadas (Consejos Comunales, etc) garantizando la mayoría de los trabajadores.

6. Esta medida debería concretarse en cada empresa en la conformación de un Consejo de Trabajadores compuesto por voceros elegibles y revocables en todo momento designados por la Asamblea de Trabajadores y que respondan periódicamente ante esta. Este Consejo debería asumir la ejecución de los planes y decisiones de la Asamblea y coordinarse con los Consejos comunales de la zona para conformar un Consejo Comunal y Obrero local que, en coordinación con el gobierno revolucionario, elabore, organice y siga un plan de desarrollo endógeno rumbo al socialismo.

7. Al mismo tiempo, este modelo revolucionario sólo funcionará si se extiende a toda la economía mediante nuevas expropiaciones y es adoptado por todas las empresas públicas. Toda la producción de las empresas cogestionadas debe ser previamente planificada de acuerdo con las necesidades del Estado con el objeto de lograr su optimización y garantizar la colocación de dicha producción.

8. Para hacer posible esa planificación democrática de la economía es imprescindible estatizar la banca, los grandes monopolios nacionales (CNTV, Polar, etc.) y multinacionales y la tierra y ponerlos bajo control obrero y social

9. Ello debería ser acompañado por la creación por una Asamblea Nacional de Voceros elegibles y revocables en todo momento de los Consejos de Trabajadores elegidos en cada empresa y de los Consejos Comunales que elaborase y siguiese un Plan Socioeconómico Nacional de Desarrollo Endógeno Rumbo al Socialismo.

En nuestra opinión, sólo estas medidas pueden garantizar que los objetivos de la revolución bolivariana (la democracia participativa y protagónica, el desarrollo endógeno rumbo al socialismo, la soberanía productiva y alimentaria, etc.) se cumplan y ésta avance hacia el socialismo.

¡POR LOS DIEZ MILLONES DE VOTOS PARA EL PRESIDENTE CHÁVEZ! ¡POR UNA VENEZUELA SOCIALISTA!

¡POR LA NACIONALIZACIÓN DE LA BANCA, LA INDUSTRIA BÁSICA Y LOS MONOPOLIOS BAJO CONTROL OBRERO!