Los presos de la Legislatura, un total de 15 hombres y mujeres, ya llevan 13 meses en las sombras de la cárcel de Ezeiza y Devoto. Los presos de la Legislatura, un total de 15 hombres y mujeres, ya llevan 13 meses en las sombras de la cárcel de Ezeiza y Devoto.
Ellos protestaban aquel 16 de julio de 2004 frente a la legislatura porteña para oponerse a un Código de Contravenciones que, además de penalizar y dificultar la protesta callejera, dejaría diezmado el rebusque del centavo diario para sobrevivir. La policía introdujo provocadores para producir desmanes y justificar la detención de los compañeros.
Estos padres y madres, a falta de otros recursos, son vendedores de panchos, garrapiñadas, etc. Otras dos mujeres ejercían la prostitución explotadas por proxenetas sin escrúpulos. Son sólo víctimas de la crisis de este sistema capitalista que lo único que puede ofrecer a los desocupados son planes asistenciales miserables, perpetuando un sistema de exclusión.
Ahora estos compañeros, por no contar con otra alternativa, comenzaron una huelga de hambre exigiendo su inmediata liberación, ya que por tercera vez la “justicia” les negó la excarcelación. Ninguno fue identificado como autor de los desmanes.
Estas víctimas tras las rejas lamentablemente vienen a engrosar la lista de los miles de luchadores a los cuales el poder judicial mantiene cautivo, mientras que los represores y funcionarios corruptos siguen en la calle.
