Paritarias: Hay que oponerse a los aumentos en cuotas

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Debemos alentar la realización de asambleas donde se discutan los salarios necesarios para cubrir la canasta familiar y la demás reivindicaciones sobre condiciones de trabajo, blanqueo bajo convenio de todos los precarizados, etc. Y allí propiciar la elección de delegados paritarios. La ley 14.250 de paritarias permite todo esto. Además de rechazar el otorgamiento escalonado de aumentos que se diluyen con la inflación debemos denunciar los privilegios de los dirigentes sindicales que se venden a la p la patronal a cambio de quedarse con fabulosas sumas para las obras sociales. Con el comienzo del año laboral, pasadas las vacaciones, han empezado a cerrarse los acuerdos salariales para los trabajadores encuadrados en convenios colectivos. El incremento de 19,5% para los camioneros se presenta como pauta para estas negociaciones. Quedan fuera de estos acuerdos, librados a la negociación individual con el patrón, los trabajadores en negro o precarizados, alrededor del 40% del total. En el sector público, que fue el más retrasado en el tema salarial desde la devaluación, se está acordando en una cifra alrededor del 24% para los mínimos. Del resto de los temas que pueden tratarse en las paritarias, como mejoras en las condiciones de trabajo, se habla poco y nada.

El intento de Pacto Social impulsado por el gobierno, la patronal y la burocracia sindical se postergó para más adelante. Lo frenó el temor a una rebelión generalizada de los trabajadores que están sufriendo una inflación muy alta que afecta fundamentalmente a los productos de primera necesidad. Los índices truchos del Indec intervenido no son suficientes para esconder los aumentos de alimentos, alquileres y ropa. De todas maneras están tratando de instalar la idea de concordia y armonía entre empresarios y trabajadores bajo el arbitrio del gobierno: como si fuera posible la convivencia pacífica entre el lobo suelto y los corderos acorralados.

Ante la imposibilidad de imponernos nada parecido a un congelamiento salarial por dos o tres años como en los pactos sociales históricos, han preferido entonces una especie de pacto social de baja intensidad. Con un techo un poco mayor al que se intentó el año pasado (16,5% en 2007) y muchas mentiras y manipulaciones. Si bien públicamente se habla de porcentajes de alrededor del 20% para los acuerdos de camioneros, UTA, panaderos, encargados de edificio y otros (SMATA 50% por dos años), y algunos adicionales en negro, lo que se oculta es que estos aumentos se otorgan en dos o tres cuotas a lo largo del año.

De esta manera no se recupera el poder adquisitivo ya que el aumento en cuotas otorgado se completa, en la mayoría de los casos, a fines del año. Y lo que es más grave, de aquí a fines del año los precios seguirán subiendo lo que reducirá aún más nuestro poder adquisitivo.

Esto provoca mucha bronca en los trabajadores. De ahí que la situación sea bastante propicia para la intervención de los delegados combativos, seccionales opositoras, sectores antiburocráticos y activistas. Debemos alentar la realización de asambleas donde se discutan los salarios necesarios para cubrir la canasta familiar y la demás reivindicaciones sobre condiciones de trabajo, blanqueo bajo convenio de todos los precarizados, etc. Y allí propiciar la elección de delegados paritarios. La ley 14.250 de paritarias permite todo esto.

Además de rechazar el otorgamiento escalonado de aumentos que se diluyen con la inflación debemos denunciar los privilegios de los dirigentes sindicales que se venden a la patronal a cambio de quedarse con fabulosas sumas para las obras sociales.

Este puede ser el comienzo para la recuperación de la organización desde la base, y comenzar a disputarles la conducción a los burócratas de nuestros sindicatos para recuperar nuestros organismos de lucha.