Los pagos de la deuda durante el 2004 serán un 100% superiores a lo anunciado por el gobierno. Gracias a que la recaudación por impuestos fue un 30% mayor a la esperada, además de los $9.000 millones inicialmente presupuestados, el gobierno de Kirchner utilizó otros $3.500 millones para cancelar una parte de la deuda y otros 2.200 millones de dólares ($6.600 millones) para cancelar deudas con el FMI y el BM. Así los pagos totales por concepto de deuda deben estimarse en alrededor de $18.000 millones.ones. Una cantidad asombrosa.
En el 2004 se pagarán $18.000 millones y en el 2005 otros $21.000 millones
En el 2004 se pagó el doble de lo anunciado
Los pagos de la deuda durante el 2004 serán un 100% superiores a lo anunciado por el gobierno. Gracias a que la recaudación por impuestos fue un 30% mayor a la esperada, además de los $9.000 millones inicialmente presupuestados, el gobierno de Kirchner utilizó otros $3.500 millones para cancelar una parte de la deuda y otros 2.200 millones de dólares ($6.600 millones) para cancelar deudas con el FMI y el BM. Así los pagos totales por concepto de deuda deben estimarse en alrededor de $18.000 millones. Una cantidad asombrosa.
Ahora se está a punto de alcanzar un nuevo acuerdo con los acreedores privados de la deuda "en default" originada antes de diciembre del 2001 y que totaliza un monto de más de 100.000 millones de dólares (el 56,3% del total de la deuda).
Si bien hace un año, el gobierno anunció que sólo pagaría el 25% de esta deuda, ahora aceptaría pagar en torno al 45%. Según los cálculos del gobierno, el objetivo es que la deuda total se reduzca de 182.000 a 125.000 millones de dólares.
Para obligar a los poseedores de la deuda "en default" a que acepten una reducción nominal de su deuda se los premiaría con un beneficio extra (entre $US 4.000 y $US 6.000 millones) si el PBI crece en promedio más de un 3% en los próximos años. Y, si esto no fuera suficiente, en los círculos cercanos al gobierno se reconoce que, en el tramo final de la negociación con estos acreedores, ofrecerán otro pago adicional en efectivo (se habla de $US 2.000 millones) para que acepten la propuesta.
El gobierno atrajo a sus planes a las AFJP (gestoras del sistema privado de pensiones que están en manos de los bancos), que controlan cerca del 20% de la deuda "en default". Para ello, redujo la quita inicial del 75% al 30%, supuestamente eso garantizaría que no habría reducciones de las jubilaciones futuras en los próximos 5 años, aunque no más adelante.
En el 2005 se pagarán $21.000 millones
Aunque se alcance el acuerdo para refinanciar el 100% de la deuda, pagándola en plazos más largos a una menor tasa de interés, entre intereses y vencimientos habrá que pagar en los próximos 6 años más de 70.000 millones de dólares, según la consultora MVA Macroeconomía (Clarín, 18 octubre 2004). La única manera de hacer frente a esta enorme cantidad de dinero es tomando nueva deuda y mantener un elevado superávit fiscal. Esto implicará pagos anuales de entre 6.000-8.000 millones de dólares que habrá que sacar recortando los gastos públicos, que ya se redujeron un 20% en relación al PBI en términos reales en los últimos tres años. Así, el año que viene el gobierno pagará $21.000 por la deuda y no los $15.266 millones previstos en los Presupuestos (Clarín, 26 Septiembre). Y como incluso este superávit fiscal será insuficiente, la necesidad de nuevos préstamos y los intereses usureros harán que la deuda vuelva a aumentar pese al pago anual de miles de millones de dólares, como demuestra el hecho de que Argentina ya pagó en los últimos 28 años $US 225.000 millones por concepto de deuda, y aun así todavía va a seguir debiendo US$125.000 millones aun alcanzando un acuerdo.
Además, la negociación de este nuevo acuerdo ha ido acompañada de nuevas concesiones del gobierno de Kirchner a los reclamos del FMI. Así, el Congreso sacó adelante la Ley de Responsabilidad Fiscal que limita los gastos y el endeudamiento de las provincias, a costa por supuesto de los salarios de los empleados públicos, y limitando los recursos para hospitales y escuelas. Además se aceptaron nuevas "compensaciones" a los bancos por la pesificación y la devaluación por valor de $3.000 millones" (Clarín, 4 de Octubre 2004). Y se paralizó la discusión de una nueva ley que obligaba a las privatizadas a realizar mayores inversiones e introducía limitaciones a la suba de tarifas.
La burguesía nacional y el pago de la deuda son inseparables
La podrida burguesía argentina es cómplice de todo esto porque está vinculada por mil y un negocios con los bancos y multinacionales de quienes obtiene además créditos y financiación. Bajo el dominio de los grandes capitalistas (sean nacionales o extranjeros; sean industriales, terratenientes o banqueros) no hay salida para la pobreza y la explotación que sufrimos la mayoría. Los gobiernos burgueses, como el de Kirchner sólo tienen como opción (en el mejor de los casos) quejarse, pero terminan aceptando el chantaje de los poderosos, porque no cuestionan el dominio y los intereses de la burguesía.
Vemos así cómo los intereses de los capitalistas y los trabajadores argentinos son radicalmente opuestos. Los ricos ponen el grito en el cielo por las miserables sumas destinadas a los planes sociales ($150), o ante las demandas por aumentos de salarios y de jubilaciones, pero participan del saqueo cotidiano de miles de millones de pesos devorados por la deuda, los bancos y las multinacionales.
Hay que llevar el debate y la propaganda por el impago de la deuda externa al seno de los sindicatos y demás organizaciones populares, vinculando las reivindicaciones particulares de los trabajadores a esta demanda general, explicando que sólo un gobierno de los trabajadores con un programa socialista, expropiando a las multinacionales, bancos y monopolios estaría en condiciones de desconocer la deuda externa (contraída de manera criminal por los capitalistas y sus gobiernos) y de resolver los demás problemas sociales. La resolución definitiva del problema de la deuda, como el resto de las lacras del capitalismo, sólo está en manos de la clase obrera y en la transformación socialista de la sociedad.